Señor

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A la mañana siguiente.

Me levanté a las 12:00 p.m. desayuné, saqué mis alas y recorrí toda la ciudad buscando a Ashley, pero no la encontré por ningún lado, después de pensar por un rato, recordé que ella siempre está en esa tienda vieja, guardé mis alas y entré a la tienda.

—Joven Arcángel, un gusto tenerlo aquí en nuestra tienda, ¿cómo le puedo ayudar? —dijo uno de los trabajadores.

—Hola buenas tardes, busco a una chica llamada Ashley, ¿sabe dónde la puedo encontrar? Es para algo personal.

—Señor Arcángel, como es para algo personal me temo que no puedo darle esa información —yo saqué un puño de billetes de mi pantalón y lo puse sobre la mesa.

—¿En serio no es posible? —él tomó el dinero.

—Creo que está en su otro trabajo, realmente no lo sé, pero todos los días de la semana la puedes encontrar en el bar "El pecado" trabaja ahí de 8 p.m. a 3 a.m.

Este humano solo me volvió a confirmar lo que yo ya sabía, todos los humanos son una basura, venden su lealtad y la confianza por un par de billetes, sí, soy el príncipe del infierno y AMO ver a las personas sufrir y pagar por sus actos, pero jamás vendería mi lealtad a cambio de dinero.

—¿Y a qué hora entran ustedes aquí?

—Nosotros entramos a las 8 a.m. pero ella entra a trabajar a las 6 a.m.

—¿Por qué ustedes entran después? —pregunté intrigado.

—Ella necesita el dinero, así que trabaja horas extra.

—Mmmm, aparte de los otros dos trabajos, ¿tiene algún otro? —pregunté.

–Una pregunta, ¿ella le preocupa o por qué se ve tan interesado en ella?

—Ja, ¿importarme ella? No, solo curiosidad, pero es todo, gracias —dije en voz alta, salí de la tienda y me fui a mi casa, al llegar estaban comenzando a llegar un par de invitados, hoy no es día de fiesta, hoy es cena de negocios, todos los jueves y los domingos tengo estas clases de juntas, y realmente me gustan, me gusta lo que hago. Me arreglé y en cuanto salí, mis socios ya estaban esperando.

—Gracias por esperarme —dije mientras entraba a la sala, yo me senté.

—Bueno, señor Arcángel...

—Dígame Lucier por favor —interrumpí.

—Claro, como te decía Lucier, soy productor, usted es muy joven y talentoso, quiero invitarlo a comenzar una carrera en la actuación, ¿usted qué opina?

—Perfecto, me parece una muy buena idea, solo tengo una pregunta, ¿cuándo comenzaríamos a grabar y quién será la otra estelar?

—Me parece perfecto, comenzaremos a grabar en un par de semanas, aproximadamente en un mes le daré el libreto para que sepa de que tratará, y sobre su compañera estelar la conocerá cuando comencemos las grabaciones.

—Me parece perfecto —despúes de un rato de estar discutiendo sobre el tema del papel que yo interpretaría en la película llegó la hora de la cena, cenamos y cerramos un par de negocios más, después de un rato se fueron, yo me bañé, como suelo hacerlo todas las madrugadas, me puse mi ropa interior y me acosté, yo suelo ser de esas personas que se duermen cuando quieren, pero esta vez me fue imposible, cerraba mis ojos y solo recordaba al señor de la tienda diciéndome "¿Ella le preocupa o por qué se ve tan interesado en ella?" Pfff esas son tonterías, yo no me preocupo por nadie ni por nada, además no me preocupa que trabaje tanto y casi no pueda dormir, no es mi culpa. Así seguí durante horas, miré el reloj...

—¡Por el amor del demonio son las 9:00 a.m. y tengo una cita a las 10:00 a.m!—grité molesto, me arreglé y en menos de 30 minutos ya estaba en la tienda principal de Christian Dior.

—Buenos días señor Arcángel, le pedimos a su asistente que si podría agendarnos hoy ya que tendremos una sesión de fotos y queremos que usted sea nuestro modelo de la primera plana.

—Buenos días y si, mi asistente me comentó sobre esto.

—Mientras terminan de acomodar algunas cosas, ¿le puedo ofrecer algo de tomar? —dijo amablemente la señorita.

—Si seria tan amable, quiero un té de canela, con dos cucharadas de miel y extracto de un limón, lo quiero sin azúcar por favor.

—Si claro en un segundo se lo traigo —ella se retiró, tomé mi celular y me metí a Instagram, después de unos minutos de estar checando mis redes llegó la señorita con el té, lo tomé y en cuanto terminé de tomarme todo el té, terminaron de arreglar todo, me cambiaron, me peinaron y comenzamos con la sesión, realmente fue divertida. 

Soy una persona seria delante de las personas, realmente no me tomo el tiempo de hacer amigos, porque ellos envejecen y mueren, y yo vivo y viviré para siempre, pero el verdadero Lucier es una persona muy loca, social, soy como cualquier chico de 19 años es, claro, tengo mis defectos, en el infierno realmente ya tengo 19 mil años, y eso en la tierra equivalen a 19 años, algo que no me gusta mucho de mi es... nada, no engaño a nadie, todos saben que yo soy perfecto.

Después de un par de horas terminamos la sesión de fotos y me fui a la casa, comí y luego salí a la plaza un rato, fui a comprar unas donas, luego fui a buscar a Ashley, era ya un poco tarde, faltaban 15 para las 8 p.m. así que me dirigí al bar "El pecado", entré y me senté en la barra.

—¿Le ofrezco algo de tomar? —se me acercó una mujer como de 26 años.

—Una botella de agua por favor.

—Claro, en un segundo se la traigo —ella se fue, después de un rato me trajo mi botella, miré la hora y ya eran las 8:20 p.m. miré a mi alrededor y no la vi, tal vez el tonto me dio mal la información y realmente si tiene días libre. Dejé dinero y me fui, al llegar a mi casa decidí salir a buscarla, necesitaba seguir haciendo mi trabajo, realmente quiero que sea la última vez que haga esto.

Mientas volaba por la ciudad, logré verla, ella estaba con un chico, creo que al parecer son novios, bueno ya tengo mi primer movimiento.

—Yo Lucier deseo que terminen —bajé al parque y guardé mis alas, me acerqué y esperé...

—¿Amor vamos al cine? —le dijo él a ella.

—Sabes que no puedo darme esos lujos, y creo que tú tampoco estás en esa posición económica.

—¡Nunca quieres hacer nada, además sabes que ya es cuestión de meses y seré médico! Agh, ¿sabes qué? Terminamos.

—Oye no, por esto no podemos terminar.

—No quieres hacer nunca nada conmigo, creo que no me amas, ADIÓS —él se fue, yo sonreí victoriosamente, me di la vuelta listo para irme, cuando de pronto escuché a alguien llorar, gracias a mi madre tengo el don de poder sentir lo que los demás sienten y esta vez sentí que algo le dolía, y ese algo no era la ruptura, volteé a verla, estaba sentada tapando su rostro mientras lágrimas caían, yo me acerqué un poco a ella.

—Tranquila Ashley todo saldrá mejor, ahora tenemos que ir a casa a cuidar a mamá —se dijo ella misma, secó su rostro, tomó aire y se fue, yo sonreí, supongo que esto.... No, no supongo, esto quería lograr, sonreí victoriosamente y me fui.

LucierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora