—Si Luci, gracias por las donas de ayer, estaban deliciosas —me separé de ella.
—¿Estaban?¿Te comiste 100 donas tú sola?
—Mmm... no responderé a eso.
—Conociendote eso es un rotundo sí —dije con una sonrisa, me dí la vuelta ya listo para irme.
—Espera, ¿a dónde vas? —dijo mientras me tomaba del brazo.
—Solo venía a aseguarme que estuvieras bien, ya lo hice así que ya me puedo ir.
—¿Otra vez te vas? Ya se te esta haciendo costumbre —dijo enfadada.
—¿Y eso es mi culpa? —me giré y quedamos frente a frente.
—Si lo es —ijo con mucha seguridad.
—Claro que es mi culpa, porque todo siempre aquí es mi culpa, me rompiste el corazón hace meses y claro que fue mi culpa, me enamoré de ti y elegiste al doctor idio- al doctor en lugar de elegirme a mí, ¿qué esperabas que hiciera?¿Seguir viviendo contigo mientras todos los días te veía irte con él? ¿Mientras todos los días yo deseaba ser mejor o haber sido mejor para que yo fuera el que te diga todos los días "te amo"? ¿Fue mi culpa por qué lo único que quería era hacerte feliz? Porque de ser así en ese caso claro, claro que es mi culpa... es mi culpa... TODO siempre es mi culpa, quiero arreglarlo, ¿pero qué crees? Salí adelante haciendo lo que no me gusta hacer, porque en lo único que soy bueno es en ser mala persona, en perder a todos lo que me importan, en perder a la mujer que amo, en eso soy bueno, ahora estoy con Ximena y soy feliz...
—¿Luci la amas? —me interrumpió Ash.
—No importa si la amo o no... lo que importa es que ella no me hizo sentir la segunda opción, ella no desconfía de mi... no dudó de lo que decía, ella jamás me puso como segunda opción entiendo que son cosas que pasan... pero, ¿por qué me pasan a mi? —no tenía idea de por que exploté así creo que el estar guardando mis sentimientos y el estar haciendo todo esto me está afectando y hace que todo lo que tengo acumulado explote, realmente me siento mal, no debí explotar, al menos no con ella.
—Yo tenía... —gregó ella.
—No pasa nada no quiero escucharlo, ya lo dejé atrás —la interrumpí.
—Claro, como siempre ,no quieres hablar de nada, ya me estoy acostumbrando a este Lucier.
—¿Oh en serio Ashley?
—Si, ya no sé que quiero escuchar de ti, no sé que esperar de una persona como tú —que dijera eso realmente me dolió, que ella piense tan bajo de mí, suele no importarme la opinión de las personas pero la de ella es la única importante para mí.
—¿Sabes qué? —dije queriendo evitar continuar con esta conversación.
—No me digas nada Lucier ni siquiera sé porque me pongo nerviosa cuando te veo y no sé porque me dan celos al verte con alguien más si eres un imbéci, ¿quieres saber que pasó ese día? Bien te lo diré, te estabas bañando yo estaba lista para ir contigo y decirte lo mucho que me importas y lo mucho que te amo, pero tocarón la puerta, no soy una persona celosa pero en ese momento se trató de ti y simplemente no pensé solo me enojé, en eso te saliste de bañar y te di lo que era tuyo, te fuiste así nada más, yo no te pedí explicación y ese fue mi error, pero no puedes culparme por eso... lo peor del caso es que cuando te fuiste yo también lo hice, debí seguirte debí hacerlo, pero no fui lo suficientemente valiente como para poder aceptar un "no" de tú parte, no fui lo suficientemente valiente para escuchar un "Ximena es la mujer de mi vida" no estaba lista para ser rechazada, para que me dijeras que ella te gustaba, no estaba lista para que me rompieras el corazón...
—Claro y por eso decidiste romperme el corazón a mí... porque este "imbécil" tampoco te importa, pero está bien, prefiero de los dos, ser yo el que termine con el corazón roto —la interrumpí.
—Lucier, en ese entonces no había pensado en esa posibilidad... salí y me encontré a Nicolas, él me invitó a la feria, al salir estuvimos platicando y me distraje un rato, de la nada él se levantó y me dijo "¿Ashley desde que te conozco sé que eres el amor de mi vida quieres por favor volver a ser mi novia?" Yo le iba a decir que no, pero antes de poder decir algo te imaginé besandote con ella y los celos me consumierón, esa fue la razón de mi respuesta, pero desde ese día me he arrepentido, te vi vulnerable y me dolió mucho, te fuiste y todas las noches iba a tú habitación con la esperanza de que te encontraría ahí, pero nunca llegaste y lo peor del caso es que aún así me importas y más de lo que me gustaría admitir, no lo merezco, no merezco seguir enamorada de un completo jugador, no merezco estar con Nicolas, él es buen sujeto y solo lo uso para que no me afecte el estar pensado en ti 24/7, ya cambié Lucier, ya no soy la de antes y aunque tú logres sacarme una sonrisa y ponerme nerviosa con tan solo mirarme no volveré a complicarte las cosas, esta claro que tú destino es estar con Ximena y tal vez... solo tal vez el mío sea estar con Nicolas —quería decirle que no, que su destino no es estar con él su destino no es sentirse mal por cosas tan estúpidas, pero por el momento solo puedo desear que esto termine, no puedo verla así.
—Ashley yo...
—No Lucier, ya no quiero esto, ya no quiero hablar contigo...
—Ashley escúchame —ella se fue a su habitación y cerró la puerta.
—¡Ya vete Lucier! —lo que dijo era muy sabio, era lo que yo debía hacer, irme, pero no... soy el demonio más renegón y hago las cosas sin pensar en un futuro.
—Voy a entrar te guste o no Ashley —abrí la puerta ella se levantó de la cama y se paró enfrente de mí, yo di un paso hacia delante con la intención de acercarme a ella, ella dió uno hacia atrás con la intención de alejarse de mi, di otro hacia adelante, ella otro hacia atrás, se cayó boca arriba sobre la cama, yo me subí sobre ella, estaba haciendo peso con mis manos apoyadas sobre la cama para no aplastarla, estaba rodeada y a pocos sentimetros de mis labios, la tensión en este momento se podía cortar con unas tijeras.
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Lucier
Science FictionDrogas, sexo, una mujer distinta todas las mañanas, suena a la vida perfecta para cualquier hombre... bueno pues para el príncipe del infierno lo es. Pero eso termina cuando su padre le pide un último trabajo, atormentar a una chica ordinaria... o a...