—Buenos días Luci —me dije a mi mismo mientras entraba a la casa —Alexa, código 4 —grité.
— ¿Cómo estás Luci? —dijo Alexa.
—Oh yo muy bien gracias que bueno que preguntas...
Y así comencé una entretenida y muy absurda conversación con Alexa... me terminé de bañar y al verme en el espejo me di cuenta que todo seguía normal, lo cual era bueno, me puse mis dos gorros de fiesta, seré honesto, al principio me hubiera dado vergüenza ser visto con esto, pero ahora que se volvió algo mío y de Ash me genera ganas de querer usarlo siempre, también me puse mis lentes y salí, pasé por unas donas y por nieve, luego me dirigí a la tienda donde trabaja Ash, en cuanto salí de comprar las cosas sentí una felicidad inmensa, sabía que era mi princesa la que estaba sintiendo esta felicidad, precipitadamente salí a verla, en cuanto llegué ella me vio y rápidamente corrió, me dio un abrazo, yo solo me quedé parado.
—Oh lo... lo siento Luci, es que hoy es un excelente día —dijo mientras se alejaba de mí.
—¿Por qué, que ocurrió? —dije fingiendo que no tenía idea.
—En mi trabajo, en el bar, me dijeron que ahora solo ocupo trabajar los sábados y que me pagarán más porque siempre he sido una empleada muy buena, y ahora tengo más tiempo de estudiar y de estar con mi madre, además de todo, ayer terminé un trabajo que realmente no recuerdo haber terminado, y hoy que lo entregué me dijeron que era un muy buen avance y que realmente podría llegar a ser una buena doctora, estoy muy feliz por eso —con cada palabra que ella me decía se le iluminaban más los ojos, yo no podía evitar sonreír, su emoción yo la sentía, literalmente, y además su sonrisa es contagiosa.
—Princesa en serio no sabes cuanto me alegra, y además de todo has trabajado mucho, es lo mínimo que te mereces, te prometo que desde ahora en adelante todo saldrá mejor para ti...
—Gracias, oye, ¿otra vez serémos unicornios?¿O por qué los gorros? —preguntó con una gran sonrisa marcada en su perfecto y hermoso rostro.
—Ah por los gorros, claro que sí, esto ya es y será algo nuestro... —agaché mi cabeza, ella me quitó un gorro y se lo puso.
—¡LISTO¡
—Princesa, ocupo trabajar, pero te traje una sorpresita choiquita —le di las donas y la nieve, ella sonrió.
—¡Gracias! —me abrazó.
—Po... por nada, sé que te gustan las donas, y esa... es mi nieve favorita, espero que te gusten...
—Las dos me encantan, muchas gracias. -Me dio un beso en la mejilla.
—Y- ya no había pre-preguntado, pero...sobre el trabajo... —ella me vio con una mirada, de esas que sin necesidad de alguna palabra las entiendes a la perfección —.Digo ... por nada, me alegra escuchar eso, ahora con tu permiso, me voy a ir a trabajar —di una buena sonrisa y me fui.
—Eso estuvo bastante mejor —dijo mientras yo salía de la tienda.
Me dirigí a mi casa, al llegar me acosté y puse uno de mis programas favoritos, puse unas palomitas en el microondas, esperé a que estuvieran listas, las saqué y las puse en un bowl, saqué un limón, salsa maggie, salsa inglesa, valentina, un poco de tajín y listo, a comer mientras disfruto de unas de mis series favoritas "The flash".
—"Cuando se trata de la familia y de la gente que amamos, todos somos vulnerables..." —dije al mismo tiempo del que lo decía Barry Allen (Flash) a través de la pantalla... luego me acomodé y seguí viendo la serie.
—Hola Arc... (Arc de arcángel) —interrumpió una voz cálida y conocida, giré para ver quién era, en cuanto vi me levanté precipitadamente.
—Abuelo... digo Dios, ¿qué hace aquí? —dije mientras hacia una reverencia.
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Lucier
Научная фантастикаDrogas, sexo, una mujer distinta todas las mañanas, suena a la vida perfecta para cualquier hombre... bueno pues para el príncipe del infierno lo es. Pero eso termina cuando su padre le pide un último trabajo, atormentar a una chica ordinaria... o a...