Luci, por favor...

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—No pero Luci.

—Déjalo Ashley, además él tiene razón, soy un monstruo —dije con un tono de voz roto, aunque traté de esconderlo lo mejor posible.

—¡NO LO ERES!

—Sé feliz Ashly, aunque no lo creas era lo único que quería para ti, que fueras feliz —lo dije con una sonrisa, avancé ella se puso de puntintas y me besó, yo la separé.

—No puedo ser feliz sin ti.

—Mierda, ¡¿es en serio esto?! Acabas de partirme el puto corazón, ¿y todavía haces esto? —la interrumpí.

—No es eso, ¡es que tú estas con Ximena! —dijo con un tono molesto.

—¿Qué?

—Yo sé que tú estas con ella y no te culpo es de tú grupo social, es hermosa, con dinero, famosa, lo tiene todo... tiene todo lo que yo no tengo es simplemente perfecta, es simplemente perfecta para ti.

—Ashley, ¿por qué dices eso? Desde que te conocí mi atención fue robada por ti, no he podido mirar a alguien de la manera que lo hacía antes, antes veía a las mujeres solo buscando una cosa, diversión, sexo, solo buscaba una distracción y sé que no estaba bien pero desde que te conocí para mi ahora eres la única mujer en este mundo, y no espero que lo entiendas, porque no creo que alguien más lo haga... pero está bien, si eres feliz con él yo te apoyo y esta bien, realmente pensé que tendría oportunidad contigo pero es verdad no puedo cambiar, soy un monstruo, solo creo peligro y caos a donde sea que voy, esto te pone en peligro y no es lo que quiero para ti, tenerte en peligro es lo que menos quiero en el mundo, yo no me acuesto con Ximena y no podría hacerlo... nunca podría hacerlo, desde la primera vez que te vi reirte supe que yo haría TODO por sacar esa sonrisa tan hermosa todos los días.

—Claro, "No me acuesto con Ximena", la típica excusa —dijo molesta.

—Te noto algo molesta, ¿es por lo de nuestro beso?

—No no es el beso.

—Entonces no te entiendo, ahora déjame irme antes de que me enoje, que ya estoy harto de esta mierda.

—¡Esto es por la vez que alguien tocó la puerta! La vez que te estabas bañando yo abrí, ¿quién crees que estaba? Exacto Ximena, y me dio una nota que leí, decía "Gracias por la sudadera, ayer termineé muy mojada"... eso lo dice todo —yo comencé a reirme.

—Jajajajaja...

—¿De qué te ríes Lucier?

—No sabía que eras tan malpensada.

–¡¿QUÉ?!

—Fuimos a mi yate y se cayó al agua de tan borracha que iba, yo la saqué y le dí mi saco/sudadera.

—No te creo, si es tú excusa pues busca una mejor.

—¡No te estoy pidiéndo que me creas, solo te estoy dándo una maldita explicación!

—¡Déja de alzar la voz!

—¡Lo lamento, lamento ser yo el que está con el puto corazón roto, lamento que esto me duela como no tienes una idea, lamento todo, lamento haberme enamorado de ti, lamento haber intendo ser mejor persona por ti, lo lamento, lamento todo! —dije furioso, en realidad yo estaba roto por dentro.

—¡Yo lo siento! —ella me abrazó, pero eso no cambió en hecho de que mi corazón estaba roto yo solo me moví...

—Debo irme Ashley, cualquier cosa dile a cualquiera de mis empleados lo que sea que necesiten, ellos las ayudarán, mis tarjetas de crédito esta en mi habitación, en el primer cajón de la sala.

—Luci pero ya hablamos.

—Pero, ¿de qué me sirve? Si estarás con él, no me sirve de nada "hablarlo" te perdí y no hay nada que pueda hacer, tengo rl corazón roto, ahora lo que necesito es tiempo sin ti, verte me duele, así que solo te puedo decir que deseo que seas feliz con el doctor imbécil, lamento no ser lo que necesitabas. Hasta pronto Ashley.

—Luci, escuchame por favor yo... —suplicó mi princesa.

—No digas nada, no quiero que me digas lo que quiero escuchar, no quiero que me elijas solo porque sientes que me lo debes, no quiero ser la nieve de yogurt light que te comes porque es buena para ti, quiero ser esa dona de maple, con chispas de colores, crema batida y rellena de nutella que tanto te encanta comer, la que comes porque la disfrutas, la que comes porque te hace feliz, la única dona que te hace ser tú. Por favor ya no digas nada, ya estámos bien, tomaste tu decisión y yo no tengo nada más que decirte, sé feliz, porque es lo que mereces —sonreí y me fui, ella comenzó a llorar, lágrimas caían de su rostro, yo solo seguí apesar del dolor que sentía, la lluvia solo volvía esto mas doloroso y dramático, en cuanto estuve lo suficientemente lejos, decidí volar por la ciudad, después de un rato de estar volando llegué a mi casa, entré y me llené de alcohol, el alcohol no me puede hacer nada, es como si bebiera agua, solo me senté en mi oficina, pensé y pensé qué fue lo que hice mal, tomé mi vaso y lo lancé, comencé a sentirme mal, estaba lastimado, ¿pero qué paso? Que el amor de mi maldita vida llegó y eligió a alguien más sobre mi, eligió a un maldito idiota sobre mí, lo que más me molesta es que no puedo estar molesto con ella, esa sonrisa, esos ojos, esa altura de 1.75, esa actitud, todo de ella lo amo, me encanta y eso no va a cambiar nunca, pero es verdad que ella esta mejor sin mi, no digo que él idiota del doctor sea mejor para ella, pero definitivamente él no es un demonio, él no ha matado personas, él no ha torturado a personas, él no la pone en peligro como lo hago yo.

Pasarón días, esos días se volvierón semanas, y esas semanas pasarón a meses, ya habían pasado 8 meses desde que no he vuelto a ver a Ash, sé que ella aún esta con el idiota, lo sé porque desde hace 8 meses la he estado siguiendo, me sigo torturando solo al verla todos los días ir de un lado a otro, pero no puedo simplemente no cuidarla, aunque yo no sea todo para ella, ella lo es todo para mí, aún lo es, hace tres meses la película salió y claro que fue todo un éxito, hace 4 meses que mi novia es la mujer que tenía planeado matar y tenderle una trampa, desde que estoy con ella abrí un club nocturno, y ahí me la he pasado ultimamente, lleno de mujeres semi desnudas bailandome, tratando de olvidarla, pero adivinen qué, no puedo olvidarla, cada que veo a una mujer la veo a ella, cada que alguien me habla siempre le digo "Princesa".

Desde hace 7 meses volví a trabajar con mi padre, aún sigo llevando almas al infierno, es el único trabajo y cosa que hago bien en el mundo, lastimar a los demás... él prometió que dejaría a mi princesa en paz si yo volvía con él y claro que accedí.

—Amor, ¿quiéres un baile? —dijo Ximena mientras me hacía un masaje en los hombros.

LucierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora