Pequeño regalo.

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—Buenas tardes, ¿en qué le puedo ayudar? —dijo la que trabajaba ahí.

—Buenas tardes, quiero reservar la sala VIP, para ahorita y ver la película que mi suegra quiera.

—Claro, serían $15,000 —dijo la señorita que trabajaba ahí.

—Claro, saqué el dinero y se lo di.

—Hijo no es necesario podemos entrar en una sala normal —dijo mi suegra queriendo evitar hacerme gastar.

—Quiero que sepa que el dinero no es problema para mí—ella sonrió pude sentir lo emocionada que estaba porque nunca había entrado al cine, entramos y comenzó la película.

1 hora y media más tarde.

—Wow hijo estuvo increíble, creo que me gusta mucho esto del cine —dijo feliz mi suegra.

—Me alegra, ahora, ¿qué le parece si vamos a comprar ropa? —sentí como sus ganas aumentarón, pero también la vergüenza.

—Yo...

—Por favor, insisto —ella sonrió.

—Bueno esta bien —nos pasamos el resto del día comprando, hasta que estuvimos exhaustos así que regresamos a la casa.

—Espero que se la haya pasado bien, porque mañana seguiremos con compras y lo haremos igual durante toda esta semana.

—Gracias por todo hijo —dijo mientras me daba un abrazo, yo la abracé muy fuerte.

—No me de las gracias por favor...

—Oye, tú si puedes decirme suegra —agregó ella con una cálida sonrisa.

—Gracias suegra... y yo le tengo una última sorpresa —me dirigí a una habitación que estaba escondida en la biblioteca de la casa, al abrirlo ella entró.

—¿Qué es esto? —preguntó.

—Es su cine personal, cuando usted quiera ver una película solo digale a cualquiera de los empleados y ellos la ayudarán, ahora si la dejo descansar.

—Eres la mejor persona que conozco —me dijo ella, yo me sentí muy especial, sentí que por fin podía comenzar a ser un mejor demonio.

—Solo lo mejor para la mejor suegra del mundo, usted se merece todo esto y mucho más, gracias a usted yo conocí el amor, gracias austed conocí al amor de mi vida y eso no podré pagarselo nunca —sonreí y me fui a mi casa, al llegar me di un baño, después me quedé pensando en dónde podría estar mi princesa. La semana se pasó muy rápido, mi suegra y yo nos volvimos inseparables, nos divertimos mucho, pero era hora de seguir con mi plan.

—Hola amor —dijo Ximena mientras se sentaba en mis piernas.

—Bebé tardaste mucho, ya estaba pensando en ir a buscarte, pero tuve mucho trabajo lo siento, pero te lo voy a reponer con una increíble cena, ¿está bien? —pregunté mientras le daba un beso.

—Claro que si amor, oye ya vi el vestido y me voy a tener que ir en un mes otra vez por el mismo tiempo, pero aprovecharé al máximo mi tiempo contigo amor... —dijo mientras me llenaba de besos la frente.

—Yo no te dejaré sola ningún segundo bebé, te amo —me acerqué y la besé, esto tenía que ser más romántico para que le duela más y es así que esta semana seré el novio más romántico del mundo.

—Yo también te amo amor, pero ahorita tengo que ir a ver los preparativos —dijo mientras se levantaba de mis piernas, la agarré de la cintura y la volví a sentar.

—Amor por favor no vayas, quiero estar contigo —le dije al oido.

—Amor yo también pero necesito ver las cosas.

LucierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora