idiot-

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—Deseo que todo esto desaparezca —todo desapareció y le puse play a mi película, estaba a nada de terminar mi película cuando alguien toco la puerta, me levanté y la abrí...

—Hola idio... —no alcancé a terminar lo que iba a decir porque me lanzó un golpe a la cara, comenzó a salirme sangre, pero solo era sangre, yo no puedo sentir dolor fisicamente y emocionalmente solo mi princesa puede hacerme sentir dolor, apreté tan fuerte como pude mis manos, realmente quería lanzarle un golpe de vuelta pero en eso la voz de mi princesa se escuchó en mi mente "Lucier déjalo, no me gusta que pelees", él siguió golpeandome, yo solo me quedé parado, a mi princesa no le gusta que pelee entonces no lo haré.

—¡Ya detente Nicolas! —escuché a mi princesa decir, él tenía sus manos llenas de sangre y yo la cara llena de sangre, ella corrió hacia mi y se puso enfrente poniendo una barrera entre él y yo.

—Amor... —dijo el doctor idiota.

—Nicolas tú y yo terminamos, ahora supéralo y veté —sentí el enojo que él sentía y también sentí su trsiteza, yo no lo golpeé solo por mi princesa, pero claro que lo haría pagar por cada golpe que me dio, nadie me golpea y se va así como si nada, y justo ahora tengo la mejor forma de hacerlo pagar por cada golpe —.Luci, ¿estás bien? —dijo asustada mi princesa.

—Me duele un poco la nariz mon amour –dije fingiendo estar lastimado.

—Voy a la cocina por unas gasas y por agua oxigenada —ella sé fue, yo volteé a ver al doctor idiota y le guiñé el ojo, el guiño venía acompañado de mi hermosa e increíble sonrisa.

—Ya escuchaste idiota, adiós —cerré la puerta en su cara y me senté en el sofá, después llegó mi princesa con gasas y se sentó, comenzó a limpiarme las heridas.

—¿Por qué no te defendiste?

—Porque a ti no te gusta que pelee... —ella sonrió y con su mano acarició mi rostro.

—¿Qué paso?¿Por qué se pelearón?

—No sé él llego y me golpeó, no se que habrá ocurrido antes...

—Emm... —sentí que estaba nerviosa y realmenete no quería preguntarle así que la tomé de la mano y todo se proyecto en mi cara, ella le había dicho que me amaba a mi y que ya no quería estar con él, y eso le molesto.

–Si no quieres hablarlo esta bien —agregué.

—Gracias Luci —ella terminó de limpiarme las heridas...

—Gracias princesa... oye, ¿quieres quedarte a ver una película?

—Claro que si Luci —nos pusimos cómodos.

—Si necesitas algo avísame —dije antes de ponerle play a la película, ella asintió con la cabeza, yo le puse play a la película, estuvimos acostados en silencio viendo la película, cuando de pronto mi princesa habló.

—Luci perdónc—dijo mi princesa.

—¿Perdón? ¿Por qué perdón princesa? —no entendía porque se disculpaba.

—Si —ella se levantó y se sentó en mis piernas, estabamos frente a frente, y de pronto ella me besó, sus besos eran diferentes, como si me quisiera en este momento, como si ella me deseara, eran apasionados y a la vez dulces, yo regresé el beso, este beso me hizo sentir algo inexplicable, la besé una y otra vez, no podía dejar de besarla, era como si yo estuviera enfermo y ella fuera mi medicina, era como si yo estuviera perdido en el desierto y ella era la última botella de agua que quedaba, sin separar nuestros labios yo coloqué mi mano en su cabeza y la otra mano la tenía en su espalda, agarrandola para que supiera que no la iba a dejar caer.

—Kamil el plan, no lo olvides —escuché la voz de mi mamá en mi cabeza.

—A la mierda el plan —le respondí mentalmente.

—¡KAMIL! —inmediatamente me separé de ella.

—No puedo princesa lo siento.

—Pensé que... que yo te...

—No no no, si me encantas y te amo con mi vida pero... yo no puedo —dije apenado.

—¿Por qué? —tomé aire y busqué una forma de decirlo.

—Yo... yo estoy comprometido —ella se levantó y se dirigió a la puerta, yo corrí y me paré enfrente de ella.

—Muévete —me empujó.

—Espera, todo esto es necesario, ocupas confiar en mi.

—Explícame y te puedo entender —dijo muy molesta.

—No lo entenderías —agregué.

—Pues necesito ver, yo quiero ver, dale, dame tú increíble explicación...

—Lo haré princesa, pero solo prometeme que no dejarás que esto nos afecte —dije asustado, porque para este punto ya sabía lo que estaba por pasar, ya sabía que la iba a perder.

—Me preocupas Lucier... —tomé aire.

—¿Quieres sentarte? —dije mientras le abría la silla.

—No gracias Luci, pero si quiero tomar aire, ¿podemos ir a la azotea? —preguntó ella.

—Si claro —subimos y ella se paró cerca de la orilla para tomar aire.

—Ahora dime Lucier —dijo en tono demandante.

—Ashley... y- yo soy el hijo del rey del infierno.

—Lo sé Luci, eres malo pero no tanto.

—No Ash —me cambié los ojos de color.

—Lu... tus... —pude sentir como su aceleración aumentaba.

—Lo sé esto es parte de mi forma de demonio, también tengo partes de ángel... mi madre es hija de Dios, ella y mi padre estuvierón enamorados y me tuvierón a mí, si, si tengo poderes, puedo curar a las personas, cualquier deseo que pido se vulve realidad, puedo meterme en la mente de las personas, puedo tocarte y verlo que yo quiera ver, pero tiene que ser algo que tú ya hayas vivido, puedo teletransportame, volar y siento todo lo que los demás sienten.

Ella se desmayó y se cayó de la azotea, inmediatamente saqué mis alas y la atrapé, ella sé quedó admirada con las alas.

—Luci...

—Shh princesa, tranquila, te tengo y no te voy a soltar, te llevaré a casa —volamos por toda la ciudada hasta llegar a la casa, entré y la acosté en su cama.

—Gracias, Luci —de pronto me tansformé en mi forma demonio, sentí como ella se austó, inmediatamente me tansformé en un humano otra vez.

—Yo sé que te doy miedo y lo entiendo,en serio lo lamento, me iré —me fui de ahí, sé que ella ocupa tiempo para procesarlo y esta bien, reaccionó de una manera bastante buena.

LucierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora