Volví.

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POV de Lucier.

Sentí un dolor insoportable en la pierna y supe que era mi princesa inmediatamente me levanté y me teletransporté a donde se escontraba ella, al llegar vi a miles de demonios, saqué mis alas y recorí la cuidad hasta que la vi, me teletransporté hacia donde estaban ellos.

—¡Sueltala! —dije molesto, mi padre volteó.

—¿Por qué estás vivo? —preguntó mi padre.

—Ni la muerte va a logarme separarme de mi princesa, y mucho menos cuando ella está en peligro.

—Jajaja, esta humana ni lo vale, reviviste solo por está estúpida, esto solo demuestra que estás perdidamente enamorado, eres un caso perdido Lucier —dijo mi padre mientras apretaba más a Ashley del cuello.

—No le vuelvas a faltar al respeto.

—¿O sino qué?

—No seguiré discutiendo contigo, suéltala.

—Cuidado con las palabras que usas hijo, pero hoy estoy muy de buenas, así que claro que sin problemas te obedeceré —él la soltó del edificio, sin pensarlo dos veces me lancé del edificio, la atrapé, en cuanto la tenía en mis brazos saqué mis alas... ella me abrazó muy fuerte, yo la abracé aún más fuerte.

—Luci te extrañé, tenía tanto miedo... —dijo mientras me sonreía, esa sonrisa que lo valía todo.

—Yo te extrañé mucho más, y tomará mucho más que la muerte alejarme de ti —llegamos al suelo y le dí un beso en la frente.

—Luci, yo lo siento mucho...

—Tranquila princesa, nada es tú culpa... mira necesito que te vayas de aquí, no puedo dejar que te pase algo...

—Yo puedo pelear, ¡maté a un demonio! —dijo mi princesa muy emocionada.

—Jajaja que valiente de tú parte mon amour, estoy muy orgulloso de ti, pero no estás en condiciones para pelear, tú pierna esta mal.

—Luci solo es superficial —dijo poniéndose un poco de agua en la herida.

—Dile eso al enorme hueco que tienes ahí.

—La doctora soy yo.

—Princesa no esta en discución mi madre está detrás, ve con ella.

—Luci...

—Princesa por favor, sé que estás preocupada por mi, pero te pido que no lo estés, yo estaré bien y te veré pronto, tú ve y cúrate, te amo millones princesav—pude sentir su emoción al decirle que la amaba, me dí la vuelta y saqué mis alas, antes de poder volar lo escuché.

—También te amo —la escuché decir, sentí algo inexplicable, sentí muy lindo, sentí la sensación más linda y perfecta del mundo, volteé y vi que ella ya estaba con mi madre, me dirigí directo a mi padre.

—Hola hijo, antes que nada solo quiero decirte que tú muerte, a pesar de tú traición, no será tan dolorosa, de hecho creo que lo haré muy rápido, solo porque eres mi hijo, aunque no creo que tengas miedo de morir, ya que por lo que veo puedes revivir una y otra vez, pero esta vez también mataré a tu princesita, espero disfruten estar en donde sea que ya estuviste —dijo con una sonrisa mi padre.

—Lamento no poder decirte lo mismo, pero te ofrezco una pelea justa, sin poderes, sin formas, solo tú, yo y nuestros cuerpos humanos.

—Me parece perfecto —volvimos a nuestras formas humanas y comenzamos a pelear, después de un par de golpes, tenía a mi padre justo donde lo quería, de pronto me distraje por ver a mi princesa, detrás de ella había un demonio, yo perdí totalmente la concentración, mi padre logró tomar ventaja de mi y logró ponerse sobre mí, sus manos rodeaban mi cuello, poco a poco mi respiración se iba.

LucierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora