Esta nueva amiga es interesante, sé que no es un ángel lo cual la vuelve una humana muy curiosa, es la primer humana que conozco que es muy tranquila, normalmente todas se lanzan a mí, pero ella no, no digo que ella me guste, que asco, solo... solo la voy a cuidar, no porque me guste, a penas la conozco y solo deberíamos de ser amigos, yo no hago eso de relaciones...
—¿Seguro que no te gusta? —agregó Samuel, volteé y ahí estaba, solté la almohada y sonreí.
—Samu, Samu, Samu, al parecer no le importas tanto a mi padre, fuiste el primero que mando para que me divirtiera un rato, llevamos años conociéndonos, así que seré bueno y te preguntaré, ¿cómo quieres morir?¿Pelea con poderes?¿Sin poderes?¿Quieres una muerte rápida?
—Luci.
—¡NO ME VUELVAS A DECIR ASÍ! Nah olvídalo, no te preocupes ya recordé que después de hoy no vivirás.
—Si no te gusta, ¿por qué la humana esa te puede decir "Luci"?
—Porque ella es... es mi amiga.
—Tú no tienes amigos, después de lo que les hiciste a los últimos.
—¡ESO NO FUE MI CULPA!
—¿No? Recuerdo bien 14 de noviembre 1567 estabas haciendo una fiesta, pero te dieron ganas de ir a tu mansión de noche, todos iban tomados a excepción de ti ya que a ti el alcohol no te hace efecto, tenías una de tus armas más peligrosas en ese auto, uno de ellos la tomó y en cuanto él la tocó, el fuego de esa espada hizo que todo el auto explotará... fue tú culpa, tú no sacaste tú arma del auto, fuiste irresponsable, ahí fue cuando tú padre se dio cuenta que en la tierra generarías más caos que en cualquier otro lado, por eso te dejó vivir muchos año más aquí y tú padre no se equivocó, desde que estás aquí han llegado millones de personas más de lo normal al infierno, ¿qué pensabas tú?¿Qué tú padre te amaba demasiado como para dejarte divertir un buen rato? jajaja pero que tonterías estoy diciendo, claro que si pensabas eso, ¿sabes?Pensé que eras más inteligente que esto, uy adivinaré, ¿tampoco te has dado cuenta de por qué esa chica no cae con tus dones?...
—Según tú y tus "magnificos" conocimientos... dime, ¿por qué no cae?
—Jajajaja adiós Luci, le mandaré saludos de tú parte a tu padre.
—¿En serio piensas que te dejaré vivir? Si me dices porque esa chica no cae en mis dones tal vez te deje vivir.
—No te diré nada, eres un imbécil si piensas que lo haré.
—Debiste decirme —mi expresión facial cambió por completo.
—No... —él comenzó a asfixiarse, me metí en su mente y comencé hacerlo sufrir desde a dentro, una gran sonrisa estaba sobre mi rostro. Solo fue cuestión de minutos y así fue como Samuel murió, tomé su cuerpo y me teletransporté al infierno, fui al palacio, vi a mi padre sentado, yo le lancé el cuerpo de Samuel e hice una reverencia.
—Pensé que sería más difícil, pensé que era tú mejor soldado, jajaja patético, que te quede claro padre... ¡YO NO ESTOY JUGANDO, ASÍ QUE DEJA A ASHLEY EN PAZ!
—Acabas de declarar guerra Lucier, no puedo creer que matáras a un hermano tuyo por una humana —dijo mi padre mientras tomaba unos apuntes.
—No padre, solo voy a hacer lo que creo correcto y si tú vas a empezar una guerra yo solo la voy a terminar. Samuel nunca fue mi hermano, ese imbécil siempre se quiso creer mejor que yo, y ambos sabemos que no hay nadie mejor que yo.
—¿En serio vas a arriesgar tú reino por esa estúpida humana?
—Este ya no es mi reino, siempre seré el príncipe del infierno, pero no volveré aquí jamás, la pregunta es, ¿tú estás dispuesto a perder a tus mejores demonios por el alma de una chica que se va a ir al cielo? —mi padre me vio con odio, porque sabía que lo que yo decía era verda, Ashley se iría al cielo.
Mis ojos comenzaron a ponerse de color rojo, nunca había pasado esto antes, yo comencé a preocuparme.
—Wow, tú y esa chica conectan rápido... creo que es una señal de que debo darme prisa
—¿Qué?
—Tus ojos, son rojos y me temo que ahora cada que te transformes en demonio serán de color rojo.
—¿De qué hablas? —no lograba comprender nada de lo que él decía.
—Jajaja nada Lucier —me regresé a casa y me vi en el espejo, al verme mis ojos eran rojos y mi cola de demonio había desaparecido.
—NO, NO, NO, NO, esto no puede pasar, ¿y mi cola? —comencé a entrar en pánico, si mi cola se fue y los ojos llegaron, tengo miedo de perder mis alas, son lo único que tengo físicamente de mi madre, tenía los ojos de color azul, pero al parecer eso ya se perdió, tengo que saber lo que me está pasando, me transformé otra vez en humano y me fui a trabajar, al llegar al trabajo, me miraban un poco raro, pero supongo que es normal, precipitadamente llegué a mi oficina y entré al baño y me vi en el espejo, vi que mis ojos seguían de color rojo, demonios, ahora sé porque todos me veían raro, me coloqué unos lentes oscuros tomé los papeles por los que vine y me fui. Cuando estaba en la salida, giré y ya nadie me estaba viendo, volví a mi casa, revisé los papeles, me bañé y me dormí.
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Lucier
Science FictionDrogas, sexo, una mujer distinta todas las mañanas, suena a la vida perfecta para cualquier hombre... bueno pues para el príncipe del infierno lo es. Pero eso termina cuando su padre le pide un último trabajo, atormentar a una chica ordinaria... o a...