Lucier

No cambia nada.

—Ashley te traje un té —dijo Ximena mientras entraba a la habitación.

—Gracias Xime —un segundo, ¿Xime y Ash se llevan bien? Definitivamente debo volver para ver esto.

—No es nada...

—Oye espera, ¿por qué estas siendo amable conmigo?

—Agradecele a Luci, si por mi fuera ya estarías muerta, no me agradas, solo que amo a Luci, él salvó mi vida, él nunca me pediría algo a cambio por salvar mi vida pero estoy en deuda con él... lo último que me dijo fue que te cuidara, lo haré, pero eso no significa que me agrades, porque eso jamás va a pasar, en el fondo tiene un gran corazón, lo que pasa es que le gusta verse como un tipo rudo, porque su padre lo obligó a decirle que el demostrar afecto y sentimientos es de débiles, siempre tuvo una infacia muy difícil y no le gusta hablar de ello.

—Yo... yo no debí preguntar... es algo personal... gracias por decirme lo que pasó con él, prometo cuidarlo y ser mejor, más comprensiva y más amable —

—¿Cuidarlo?¿Cómo? Si él está muerto, yo lo maté y al carajo todo, ¡tú también lo hiciste! Y tú lo mataste en vida —gritó Ximena, sentí como mi princesa se comenzó a sentirse mal, sentí como su cabeza se hacia bolas de una forma total, así que yo seguí intentando con todas mis fuerzas poder regresar a mi cuerpo, intenté con todas mis fuerzas poder regresar a mi cuerpo, necesitaba salir de este infierno lo antes posible.

Duré horas y horas intentando, pero nada, no logré nada , las horas pasarón y yo seguía intentandolo, no tenía más fuerzas, todo esto ya estaba siendo demasiado, ya no puedo soportarlo, estoy lleno de enojo, mi princesa esta sobre mi pecho sintiéndose inútil y yo no puedo tocarla, ni siquiera puedo hacerle piojitos, caricias, decirle que no se sienta así, no puedo abrazarla, darle besos en la frente, no, no puedo, y esto me esta matando de enojo, desesperación, tristeza... seguí intentando, después de un rato escuché un fuerte sonido que provenía de la sala, sentí como mi princesa se levantó asustada, pude ver como salió de la habitación.

POV de Ashley.

—¡Ashley corre! —escuché el grito de Ximena, me levanté de la habitación asustada con un ruido que parecia proveniente de la sala, en cuanto abrí la puerta escuché a Ximena, ella comenzó a gritarme que corra pero no lo hice, en lugar de eso yo entré asustada y abracé a Lucier.

—¡Te dije que corras Ashley! —dijo Ximena mientras entraba a la habitación.

—No voy a dejar a Lucier solo, no voy a permitir que le pase algo —dije abrazandolo más fuerte.

—Creo que no lo sabes o simplemente no prestas atención a lo que uno te dice, pero Lucier es inmortal físicamente, además ya está... él ya no está, yo soy la única capaz de herir físicamente a ángeles y demonios, además de poder matar ángeles y demonios y claro que matar a Lucier no es algo que vaya hacer, nunca, además no puedo... él... él ya no estás aquí, así que para la próxima si te digo que corras, tú corres —ambas logramos percibir el dolor que se sentía en el ambiente al mencionar lo de Luci.

—Claro, lo tomaré en cuenta —un fuerte golpe se escuchó en la puerta de la habitación.

—Okay Ashley ahora abriré la puerta, quiero que tú salgas de aquí lo más rápido que puedas, y no mires hacia atrás —Ximena abrió la puerta, solo corrí como loca, al salir pude sentir la pesencia de alguien que me esta siguiendo, al mirar hacia atrás logré ver como casi me alcanzaba, así que corrí más rápido, en eso choqué con un hombre alto y de cuerpo tatuato.

—Lo siento, con permiso —él me tomó del brazo.

—No te disculpes, Ashley.

—Gracias, yo... espere, ¿cómo sabe mi nombre?