—Llegamos jefe —dijo mi chofer, me bajé y me dirigí a mi casa o bueno mi castillo, realmente no sé como decirlo, me dirigí a mi habitación, me cambié y me arreglaron, al salir mis invitados ya estaban en el evento, el tema era noche de gala misteriosa, cada quien tendría que venir bien vestido y con máscaras, pero aquí lo que lo hace especial es que nadie sabe quien es quien, antes de que los invitados entraran mis sirvientes les cambiaron sus máscaras así que nadie se reconoce, y eso lo vuelve más divertido, si, ya soy más bueno que antes, pero vamos, esto siempre será divertido, ver como los que vienen con su pareja tienen miedo de que pueden no estar habalando con su verdadera pareja, se siente el nervio por parte de las personas, y si, imagínate haber venido con tu esposa y que sea de esas locas tóxicas deseperadas y cuando digo locas me refiero a locas locas, en serio esas mujeres estan LOCAS otro nivel ... no miento, hasta yo sentiría temor.
Después de horas de estar hablando y haciendo negocios era hora de la subasta, lo que hicimos es que pedimos que las personas pusieran por escrito la vestimenta de cualquier persona en la fiesta que se les hiciera atractivo o atractiva, claro que sin ver el rostro de aquella persona, y ya dependiendo de los que tengan mayor votación, serán subastados, por una cita, donde claro que ya todo viene pagado, ellos solo pagarán por salir con él o ella, y en este punto las personas seleccionadas se quitarán las máscaras, el fin de todo esto es que el dinero vaya a fundaciones más pobres, yo tengo una donde la gente de escasos recursos pueden vivir ahí sin necesidad de hacer ningún tipo de pagos, pero a cambio ellos tienen que trabajar y estudiar para que comiencen a salir adelante cuando ellos se sientan independientes.
—Buenas noches a todos mis invitados, ya saben la dinámica de esto, pero antes de comenzar quiero agradecerles por estar aquí presentes, ya que sabemos que todos tienen cosas de mucha importancia y relevancia que hacer, sin más tiempo de espera comencemos... —le di el micrófono al presentador de la noche.
—Hola, buenas noches soy Adam... y comenzaremos... la mujer que abrirá esta subasta es Alison... —ella subió, se quitó la máscara y los desesperados comenzarón.
—Doy 15 mil —dijo un joven de probablemente 22.
—Yo 30... —dijo un señor mucho mayor de edad que el primero.
—50 por aquí –dijo otra vez el mismo joven del principio.
—200... —agregó una chica.
—200 a la una, doscientos mil a las dos, doscientos mil a las... señorita usted irá de cita con la hermosa Alison —Alison, esta bonita pero no le llega ni a los talones a mi princesa, Alison sonrió, se bajó y seguimos.
—La siguiente es Karla... —ella pasó, se quitó la máscara y sonrió.
—50 mil —gritó un señor al fondo que no logré ver.
—100 mil —interrumpió otro.
—¡180 mil! —gritó un señor de estatura baja.
—180 a la una... 180 mil a las dos... joven usted tiene una cita... —el señor pasó y ayudó a Karla a bajar...
—Ahora comenzaremos con algunos hombres... el primero es el joven Cash —ahora es cuando se ponen más altas las apuesta, lo sé por que las mujeres son mas competitivas, y después de ver las cantidades de las mujeres los hombres no se van a querer ver mal y subiran el dinero, es todo cuestion de estrategia y eso lo manejo mejor que nadie y sin necesidad de mis poderes.
—200 mil —dijo una mujer bastante grande de edad.
—Esto se va a poner bueno —me dije mentalmente mientras contenía la risa.
—400 mil —dijo una mujer mucho más joven mientras veía a la señora de mayor edad con una sonrisa victoriosa.
—400 a la una.. 400 mil a las dos...
—500 mil —agregó la mujer de mayor edad.
—500 mil a la una...
—900 mil —respondió la mujer de menor edad, al parecer es madre e hija o simplemente les gusta pelear, no me quejo me gusta disfrutar de un buen show.
—Señorita, me complace decir que usted ha ganado una cita con Cash —aquí es cuando las aportaciones económicas suben, y eso me alegra porque realmente si me gusta ayudar a los que lo necesitan...
—El siguente es el señor Esteban...
—780 mil —interrumpió una chava.
—Wow esto esta rápido, al pareces tendré que usar la misma fragancia que usted señor Esteban, hablaremos de esto después, ¿alguien mas? —los invitados se rieron con ese comentario.
—800 mil —Agregó una mujer como de mediana edad.
—¿Nadie ofrece más? Señorita, acaba de ganar una maravillosa cita con Esteban —Esteban bajó y subió otra mujer... y así se fueron turnando durante unos minutos.
—Bueno el último, pero no menos importante... el joven Lucier... ¿Quién ganará una cita con el joven más billonario y apuesto del mundo?...
—1 millón —dijo una señora en el fondo.
—2 millones —dijo otra señora mucho más grande que la primera.
—3 millones... —dijo una un poco mas joven que las otras, seré honesto que las mujeres peleen por mi probablemente hubiera sido exitante antes, pero ahora que conozco a mi alma gemela (Ashley), no me provocan ni el mínimo interés, solo ella logra tener mi atención.
—3 millones a la una... 3 millones a las do...
—6 millones —interrumpió una voz familiar, no logré persivir de donde venía, o quien era la que era dueña de esa voz tan familiar.
—Señorita usted acaba de ganar una cita con el mismisimo Lucier... —al voltear a verla no lo podía creer...Ximena.
Tomé el micrófono precipitadamente, agradecí y los invité a quedarse un poco más, yo me retiré. Me fui directo al hospital para quedarme con Ash.
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Lucier
Science FictionDrogas, sexo, una mujer distinta todas las mañanas, suena a la vida perfecta para cualquier hombre... bueno pues para el príncipe del infierno lo es. Pero eso termina cuando su padre le pide un último trabajo, atormentar a una chica ordinaria... o a...