☆ BUCKY BARNES ☆ ONE SHOTS ☆

[One shot] Por siempre y para siempre (DARK FIC +18)⚠️

PROMEDIO DE PALABRAS: 1600+

⚠️ADVERTENCIAS⚠️: Violencia (mínima), infidelidad, traiciones por doquier, uso de drogas, alcohol, secuestro, comportamiento obsesivo. ¡Leanlo hasta el final!

ESCRITO POR: PomeloVillano

N/A: Quise darle un toque diferente al ya gastado especial de cumpleaños. Que lo disfruten :D

~*~

El aire olía diferente. Quizá debió notarlo. Era un instinto básico que prefirió olvidar por un segundo.

En un intento por probar algo diferente, decidió que hacer caso a sus amigas y amigos era lo mejor. Una pequeña fiesta de cumpleaños, algunos tragos y pastel sonaban como uno de los mejores planes. Pasadas la 1 de la madrugada, cuando la fiesta terminó, volvió a su departamento; Cerró la puerta, se quitó las botas y las dejó en algún lugar, colocó las bolsas de regalos en el sofá, arrojó su chaqueta en el respaldo de una de las sillas de su cocina y buscó en el refrigerador agua para olvidar lo dulce de ese pastel. Bebió dos vasos llenos, caminó con calma hasta su habitación y encontró en su cama a alguien que creyó jamás volvería a ver.

-¿Q-qué haces aquí? ¿Cómo entraste?- Cuestionó.

-Vine a celebrar contigo, cariño.- Le respondieron.

-Pero creí que tu... que nosotros...- Balbuceo.

La habitación comenzó a dar vueltas y su visión se volvió borrosa. La voz se volvió distante poco a poco.

-Yo también lo creí... Pero aún podemos intentarlo...- Fue lo último que escuchó.

Ahora con sus manos atadas, sus piernas inmovilizadas, su boca pegada con cinta, una horrible jaqueca y sin saber dónde estaba, comenzaba a dudar de si había sido buena idea salir de casa. Después de todo, sus amigos mas cercanos siquiera se molestaron en ir y fue algo decepcionante esperarlos.

Quizá no era el mejor momento para pensar en sus malas decisiones. Pero era lo único que tenía en mente.

La puerta de la habitación se abrió interrumpiendo su torbellino de pensamientos. Una bandeja entre sus manos, una amplia sonrisa en su rostro. Pero no era la sonrisa de la cual se había enamorado hace tanto tiempo. No. Esta portaba malicia y, al parecer, dolor.

-Buenos días, solecito.- Le dijeron en tono amable. -Por un momento creí que había exagerado con la dosis y que seguirías durmiendo por un par de horas mas, es bueno ver que aún sé calcular.- Agregó.

Tras posar la bandeja sobre la pequeña mesa en el rincón, se acercó con cautela. Tomaron su mentón con delicadeza y lo elevaron su rostro hacia la luz.

-Te va a doler un poco la cabeza, al menos hasta que el efecto del sedante pase. Tu metabolismo hará el resto.- Le aseguraron. -Necesitas hidratarte.- Agregó antes de volver hasta la bandeja y traer una botella de agua. -Voy a quitar la cinta pero solo si prometes no gritar, ¿De acuerdo?- Dijo en tono amable antes de tomar un extremo de la cinta. -¿Prometes no gritar?- Cuestionó.

Tras asentir con la cabeza, de un jalón le quitaron la cinta. El ardor en su piel hizo que apretara los dientes.

-Lo siento.- Le dijeron antes de acercar la botella destapada hasta sus labios.

Sin dudarlo, abrió la boca antes de rodear el pico con los labios al momento en que la inclinaban. Tras beber un largo trago, alejó su rostro y suspiró.