☆ BUCKY BARNES ☆ ONE SHOTS ☆

[One Shot] El límite

PROMEDIO DE PALABRAS: 1800+
ADVERTENCIAS: Mamá es tan mala que la odiamos, algunas maldiciones, gordofobia. ¡Leanlo hasta el final!
ESCRITO POR: PomeloVillano
N/A: *Al final*

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-Estás haciéndolo de nuevo.- Murmuró Bucky.
T/n cerró los ojos. Relajó su mandíbula y suspiró lentamente.
-Lo siento, no puedo evitarlo.- Dijo ella en tono calmado.
-Sabes que si no te sientes cómoda, podemos ir a casa.- Aseguró él. -Esto debería ser divertido, no la razón por la cual bruxeas los dientes desde hace meses.- Agregó.
T/n asintió levemente.
-Faltan cinco meses para nuestra boda, ésta es mi última chance de encontrar el vestido ideal.- Aseguró ella. -Deseame suerte.- Dijo antes de sonreír.
El castaño posó un corto beso en los labios de su prometida y sonrió.
-Suerte en tu búsqueda.- Dijo en tono animado.
T/n abrió la puerta del auto y bajó con calma. Tras cerrar la puerta caminó a paso seguro hasta la elegante tienda. Antes de entrar volteo y observó a su prometido buscando en él aquel ápice de valor para enfrentar el día que tenía por delante.

Pero al entrar todo su valor se esfumó por completo al ver quien la esperaba junto a sus hermanas mayores y mejores amigas; La razón por la cual aún no encontraba el vestido ideal. En uno de sus impecables vestidos, luciendo siempre elegante y joven... su madre.
-Al fin llegas, hija.- Dijo Karina en su siempre tono distante.
La elegante mujer asintió en dirección a su hija a modo de saludo antes de dar media vuelta y regresar al área de probadores.
T/n se acercó hasta sus hermanas y las alejó unos pasos del grupo.
-¿Por qué no me dijeron que ella estaría aquí?- Cuestionó en tono bajo.
Su hermana mayor suspiró lentamente.
-Llegó hace diez minutos. Dijo que debe supervisar en persona ésta tarea porque estamos haciendo todo mal.- Aseguró Katherine antes de rodar los ojos.
T/n sintió su pecho agitarse.
-¡No es justo! Ella no va a aprobar nada de lo que elija y...- Sus palabras fueron interrumpidas por su hermana Kayla.
-Cariño, no tenemos más opciones; Recorrimos cincuenta tiendas, faltan cinco meses para la boda y no puedes caminar al altar sin vestido.- Dijo ella.
-Ahora inhala con calma, despeja tu mente y finge que todo está bien.- Dijo su hermana mayor. -Tu puedes con esto.- Aseguró.
T/n asintió levemente.
-Yo puedo con esto.- Dijo en tono calmado.

T/n y sus hermanas regresaron hasta el área de prueba. Una sonriente Karina las esperaba junto a la dueña de la tienda.
-Bienvenidas, mi nombre es Elisabeth y seré quien asista a la novia. ¿Quién es la novia?- Dijo la mujer amablemente.
T/n elevó una de sus manos. Karina sacudió la cabeza.
-Ya no estás en primaria, habla niña.- Dijo en tono firme.
-Karina, calmate.- Dijo Katherine.
T/n dio un paso al frente y sonrió nerviosa.
-Yo soy la novia.- Aseguró en tono calmado.
Elisabeth abrió la boca para hablar pero Karina la interrumpió.
-Pasemos a lo importante. ¿Tienen vestidos de tallas grandes en esta tienda?- Cuestionó Karina en tono seguro.
Elisabeth asintió levemente.
-Por supuesto, pero cualquier modelo puede ser adaptado a la talla de la novia.- Aseguró en tono cordial.
-Suena bien, pero no contamos con el tiempo suficiente para "adaptar" un vestido de talla normal para que ella lo pueda usar.- Dijo Karina. -Necesitamos uno GRANDE que no requiera de modificaciones.- Agregó.
T/n apretó con fuerza los dientes antes de resoplar.
Elisabeth asintió enérgicamente.
-Tenemos una gran selección de vestidos de talla grande. ¿Qué estilo va a preferir la novia?- Cuestionó.

Sin poder responder, Karina interrumpió a su hija.
-Elegante, con escote recto, corsé bien ajustado, con pedrería, falda amplia y cola larga.- Dijo en tono seguro.
Elisabeth observó a t/n y luego a Karina. T/n sólo asintió.
-Los vestidos que encajan con esas preferencias están por aquí. Siganme.- Dijo antes de caminar hacia una sección de la tienda.

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T/n observó el vestido y no pudo evitar sonreír; A pesar de no ser exactamente lo que buscaba, se acercaba mucho al ideal.
Tras probar cada vestido que su madre había elegido, finalmente se sentía cómoda en uno.
-Linda, te ves encantadora.- Aseguró Elisabeth. -¿Lista para mostrarles a todas lo hermosa que te ves?- Cuestionó en tono amable.
T/n inhaló lentamente antes de asentir. Elisabeth abrió la puerta del probador dejando que t/n saliera mientras ella llevaba con delicadeza la cola del vestido. Al entrar en el área donde sus amigas, hermanas y madre la esperaban, sonrió nerviosa.
La reacción de sus hermana mayores y sus damas le dieron un respiro de alivio. Ver el rostro lleno de emoción en ellas casi la hacen llorar... Pero entonces, Karina negó con la cabeza.
-No.- Dijo en tono firme. -No es el indicado.- Aseguró.
T/n se paró en una tarima frente a varios espejos de cuerpo completo que mostraban en detalle como lucía con el vestido.
-Quizá con el velo y los accesorios...- Karina interrumpió a su hija mayor.
-No creo que los accesorios y el velo lo hagan lucir mejor. T/n, prueba con otra opción.- Espetó ella.