6.

394 42 5
                                    

Vaya sorpresa, SiCheng tenía la boca entreabierta, lentamente el rubor subió a sus pómulos, sabía que si hablaba en ese instante tartamudearía ¿en realidad estaba pasando aquello? Ese prodigioso alfa lo estaba invitando a cenar a él?

-¿A ce-cenar?

Yuta supo distinguir el aura de inseguridad en el omega por lo que rápidamente aclaró- seria una buena oportunidad para discutir sobre las clases avanzadas que impartiré para los cachorros, además podríamos buscar maneras de ayudar a Xiaojun, porque aunque no lo creas, me parte el corazón verlo asi.

El alfa sabía que SiCheng no aceptaría una cita con intenciones románticas, él no era ese tipo de personas, en cambio si se trataba de un tema profesional seria más fácil ganar su confianza.

El lobo de SiCheng estaba herido, por lo que le costaría mucho a Yuta poder entrar en su corazón e incluso que éste se abriera un poco, sabía que los únicos que estaban allí eran sus niños, de alguna manera (aunque no le simpatizara la idea) también Kun estaba ahí y pensar en que otro alfa habia ganado el cariño de ese precioso omega que era suyo le revolvía los intestinos pero por otro lado, su parte humana había comprobado que solo era algo fraternal. Pero ahora SiCheng lo tenía a él aunque no lo aceptara aún, él lo protegería contra todo incluso a costa de su propia vida de ser necesario.

-Uhm, sí, eso estaría bien- respondió el menor ante la propuesta aunque un poco inseguro sobre lo que esto significaba, porque bien podrían hablar de ello en la escuela y no necesariamente en una cena pero era por sus niños y él realmente necesitaba que alguien más experimentado en temas de infancia pudiera guiarlo y lo que más le preocupaba en estos momentos era Xiaojun.

Yuta no ocultó su felicidad, sonrió abiertamente y prometió buscarlo esa misma noche por su casa, no esperaría hasta que fuera sábado siquiera, no quería perder más tiempo.

🍃

-Así que una cita ¿Eh? ¿Debería esperar a ese alfa y hacerle saber que no estás solo?- molesto Kun a SiCheng mientras este se vestia.

-Basta Kun - sonrió el omega- no es una cita romántica, es más bien algo así como una... uhm ¿consulta? Si, eso.

-¿Consulta? ¿Sexual?- se carcajeo- quizás para ti no sea una cita romántica ¿pero para él?

-¡Yah! Deja de decir cosas como esas. Todo es sobre los niños- respondió pero eso no evitó que se sonrojara.

-Oh- se rascó la barbilla- los maestros de mi época no invitaban a salir a nuestras madres, eso debe ser algo nuevo.

Ambos rieron, Kun cuidaría a sus bebés mientras él salía con Yuta. A pesar de saber que la idea no era romántica no evitaba sentir el cosquilleo en su vientre al saber que compartiría una cena a solas con el maestro de sus hijos.

-Si él paga, oficialmente es una cita- agregó Kun, tirando una bomba antes de dejarlo a solas. Por las dudas agregó algo de neutralizante extra sobre su cuello, sólo por las dudas.

Se dio una última mirada al espejo, se veía bien, informal pero bien. Un pantalón jean negro ajustado en las piernas, una camisa color azul francia y un montgomery para protegerse del clima. Se colocó un poco de perfume. Cuando deslizó su cuello a un lado vio los rastros de su antigua marca, levemente una aureola blanquecina se hacía notar, no era fuerte pues había desaparecido una vez que YukHei había marcado a su actual pareja pero no por completo, aún seguía allí, una marca casi invisible de dientes alrededor de su piel le recordaría por siempre que había sido un omega marcado, un hombre de familia pero que había sido cruelmente engañado y abandonado por su pareja, que era un padre soltero con tres hijos por proteger pero sobretodo, le recordaba a SiCheng que todos sus sueños y esperanzas de encontrar el amor verdadero se habían esfumado, ya no existían, su única oportunidad para formar una familia armoniosa donde se sintiera seguro, amado y protegido desaparecieron como la nieve en un día de sol. Ahora solo se tenía a sí mismo y por ello había jurado entregarle la vida a sus cachorros, después de todo no sería una vida desperdiciada, vivía por sus pequeños y eso era más que reconfortante.

No puedo ser tu omega || YuWin MPREGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora