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-SiCheng, es peligroso que vayas solo con los niños, déjame ir contigo - Yuta rogó cuando su omega preparaba un bolso con algunas prendas de sus hijos.

-Amor - SiCheng volteo para calmar sus ansias - No te preocupes por mí, Johnny ira conmigo. Estaré bien, necesito hacerlo para saber qué hay detrás de todo esto.

-Pero... - un suspiro salió de los labios del alfa - tengo miedo, no quiero perderlos, si no puedo estar allí para protegerlos, nada para mi tiene sentido ¿Lo sabes, no?

SiCheng comprendió la preocupación de Yuta, él era el alfa de esa pequeña manada ahora y su instinto le gritaba que debía mantenerlos con bien, pero esto era algo que estaba fuera de sus dominios, debía confiar en SiCheng, tenía que hacer esto por su cuenta. El omega empatizó con Yuta, quiso ayudarlo a sentirse mejor, no le gustaba que su pareja estuviera inquieto porque hacía que su lobo también lo estuviera.

-¿Cómo puedo ayudarte a sentirte mejor, papi? - Se acercó hasta él, acariciando su pecho con sus dedos lentamente en círculos mirando como la blanca piel brillaba bajo la luz de la lámpara, tan tersa y sensual como nada, se sentía tan caliente cada vez que tenía a su alfa cerca y su esencia inundando sus pulmones de delicioso café.

-¿Quieres hacer sentir mejor a tu papi, bebé? - Yuta nunca estaba preparado para ese tipo de reacciones de su omega pero sabía que siempre se podía esperar cualquier cosa de SiCheng, aferró sus manos a la pequeña cintura de su hombre y la juntó guiándolo hacia su pelvis.

-Tenemos unos diez minutos mientras termina la película que están viendo los niños, podría hacerte sentir bien si me lo permites... - hablaba con cierto tono de inocencia, como si en su cabeza no estuvieran las mil y un formas de ser follado por su alfa, eso lo ponía extremadamente duro.

-¿Cómo me harás sentir bien, bebé?

Y como sí esas hubieran sido las palabras mágicas, SiCheng lo miró mordiéndose el labio guardando una sensual sonrisa. Yuta casi gimió con esa imagen pervertida y sensual y se dejó hacer. Lo vio descender lentamente y lo siguió con la mirada, solo podía apreciar la mata de cabellos negros a la altura de su pantalón.

SiCheng estaba allí, mirando atentamente el bulto en los vaqueros de su amante, mordiéndose los labios para aguantar la visión del enorme pene que vibraba por sentirlo solo a él, bajó despacio el cierre y deprendió el botón, la majestuosa imagen del bóxer negro apretando y marcando la virilidad de su hombre hacían que su piel se erizara. Su lengua ansiosa por provocarlo se arrastró sobre la tela sólo con la intención de perpetuar la excitación del mayor.

Oh ~

Yuta dejó libre un ronco jadeo, SiCheng estaba siendo endemoniadamente cruel al provocarlo y dejarlo esperando y es que él se moría por insertarse en la húmeda y caliente cavidad bucal y sentirse absorbido por los gruesos labios del otro.

-Oh ~ Vamos bebé, no me hagas esto... - suplicó mientras entrelazaba sus dedos con las hebras del cabello negro.

SiCheng sonrió, mirándolo hacia arriba movió el trasero claramente sabiendo lo que la espera provocaba, tiró del bóxer hacia abajo y engulló el miembro latente de su alfa que lo recibió gustoso con un gruñido de placer. Ahí estaba su pequeño martirio engullendo y tirando de su pene con su boca, ahuecando sus mejillas para llevarlo al delirio, gimiendo en cada chupada, empujándose a él mismo hasta sus límites, sus ojos cristalizados por algunas lágrimas mirando hacia arriba, regalándole la más erótica imagen de su vida. SiCheng era porno.

Solo abandonó su miembro para chupar sus testículos, metiéndolos a ambos a su boca y chupándolos a medida que los soltaba causando los sonidos más lascivos jamás escuchados, todo en la habitación era SiCheng gimiendo agudamente, Yuta intentando permanecer de pie con todas sus fuerzas y los sonidos sordos de humedad y succiones reiteradas.

No puedo ser tu omega || YuWin MPREGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora