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El cuerpo de Minho fue removido por los forenses, había suficiente pruebas en el lugar como para siquiera dudar de que él era realmente un enfermo y que acosaba a SiCheng desde hacía tiempo, además de las fotos ellos encontraron videos, objetos y cuadernillos completos donde detallaba sus enfermizas fantasías tan minuciosamente que podría transformarse en un macabro libro de terror. El domingo terminó en una larga búsqueda de SiCheng por toda la ciudad, un baño de lágrimas y sangre para por fin poder respirar en la tranquilidad de sentirse a salvo.

La policía había querido saber todo lo que ellos vivieron, en ningún momento nadie implicó a Yukhei ni siquiera indirectamente pues él tenía responsabilidad en parte por haber contratado al hombre desde el primer momento para vigilar al omega, pero un pacto silencioso se instauró entre ellos y lo exoneraron de la responsabilidad. SiCheng recibió los chequeos correspondientes para descartar algún tipo de violación, el abuso solo había sido físico, emocional y psicológico sin llegar a consumar el acto pues los alfas llegaron a tiempo antes de que aquello pasara. SiCheng y su cachorro en gestación estaban sanos y salvos.

La bala había alcanzado el hombro izquierdo de Kun sin llegar a afectar algún nervio o rozar un hueso solo ocasiono un poco de daño en el tejido muscular y salio por el otro lado perforando la piel, ahora debía controlar y mantener la zona inmovilizada y limpia para evitar infecciones y permitir a la herida cicatrizar.

SiCheng se encontraba observando a YangYang totalmente adherido a la camilla de su tío sin querer moverse de allí.

-Voy a cuidar de él hasta que se recupere - aseguró a sus padres con determinación y ni siquiera el buen médico que atendió al alfa pudo hacerlo cambiar de opinión.

Sicheng se angustió por esa manera de encapricharse de su niño, los demás, que ya habían apreciado la estrecha unión entre el alfa y el pequeño, no dijeron nada, solo intercambiaron algunas miradas y guardaron sus sospechas en lo más profundo de su corazón como si fuera un secreto imposible de revelar. Yuta asumió el papel que le correspondía, hablaría con Kun cuando estuviera mejor, mientras tanto, estaba feliz de poder tener a su omega con él.

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Había intentado en vano apartar al cachorro de la habitación para llevarlo a dormir un poco pero no lograron su cometido, ya cansados y frustrados, Yuta y SiCheng decidieron que bajarían a tomar un café, tal vez luego podrían convencerlo de ir a casa como lo habían hecho todos los demás.

Ambos ocuparon una pequeña mesa en una esquina, el omega notó que su pareja estaba demasiado concentrado en el café que giraba en torno a la cuchara que batía desde hacía un rato, más dudaba que quedara azúcar sin disolverse allí.

-Sé que ha sido un día largo y no muy normal que digamos pero siento que hay algo preocupándose.

-¿Cómo lo sabes?

-No lo sé ¿quizás porque soy tu omega?

-Buen punto.

-¿Y bien? ¿Me dirás qué es?

El alfa suspiro y término por rendirse - Es Kun...

-¿Qué hay con él? - sorbió su café - Esta herido pero no es mortal, él sobrevivirá - sonrió.

-No, no es la herida... Eso está bien, supongo. Es que... -lo pensó, no había manera políticamente correcta de decir aquello que lo atormentaba - ¿No crees que la relación entre él y YangYang es algo... Estrecha?

-¿es- estrecha?

-Ajam, algo así como muy... Intima - las palabras quedaron flotando en el aire por un tiempo hasta que llegó a procesarlas.

No puedo ser tu omega || YuWin MPREGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora