No puedo ser tu omega || YuWin MPREG

28.

-¡¿Qué?! ¿Usted? ¿Po- por qué haría eso? Es decir, Yukhei es su hijo... Usted fue parte todo esto.

-SiCheng - lo llamó Johnny, entendiendo un poco más, había estado analizando al alfa con cuidado, sus gestos, las constantes miradas y sonrisas hacia sus nietos. SiCheng lo miró totalmente confundido por aquella confesión - Lo hace por ellos - con un movimiento de cabeza señaló a los niños que devoraban todo a su paso.

-Así es, es por ellos. He desperdiciado mis años de vida persiguiendo mis ambiciones y lamentablemente le he transmitido eso a mi único hijo. Yo obligué a Yukhei a asumir este ritmo de vida y ahora no puedo hacer que asiente cabeza, estuve rodeado de las personas más importantes de la sociedad sin embargo siempre estuve solo... Pero nunca recibí tanto cariño desinteresado como lo recibí de mis nietos, lamento no haberme dado cuenta de ello antes, por eso estoy decidido a pasar mis ultimo días haciéndolos felices mientras pueda.

El omega podía empatizar con su moribundo ex suegro, él no era alguien que guardara rencor, pero las heridas estaban allí, muy profundo en su pecho y no podían sanar de la noche a la mañana, pero podían intentarlo, si Wong Han Geng decía que estaba arrepentido y quería ayudar a remendar los daños, le daría la oportunidad.

-Si podemos contar con usted como dice, entonces me estaré comunicando para convenir el testimonio.

-Recuerda que también soy un abogado, chico. Sé cómo manejarme en estos casos.

-Lo sé, pero no conoce MI manera de manejarme en estos casos y yo soy el abogado de SiCheng.

-Bien, admiro tu tenacidad. Cuenta conmigo y hazme llegar por fax las novedades.

-Está anocheciendo, creo que será mejor irnos, tenemos un largo viaje - SiCheng se apresuró a levantarse. Los gemelos estaban recostados en la alfombra, los hocicos cubiertos de chocolates y sus estómagos hinchados. YuQi por su lado seguía devorando sin piedad los bastones de malvavisco - Niños, tendrán que rodar hasta el auto, es hora de irnos.

-Oouh ~ - se quejaron ambos, sin poder hablar y jadeando por respirar.

-Creo que comieron demasiado ¿verdad? Vengan a saludar a su abuelo, prometo verlo pronto nuevamente.

-¿Volveremos aquí, papi? - preguntó Xiaojun.

-Creo que sería mejor que su abuelo nos visite en casa.

-¿En serio? ¿Me permitirías hacer eso?

-Por supuesto que sí, mientras su condición se lo permita.

-Gracias, Dong SiCheng. De verdad, gracias - el alfa tomó las manos del omega y las estrechó con cariño, estaba realmente agradecido porque si bien tenía pensado ayudarlo no esperaba ser perdonado por sus acciones del pasado.

El omega limpiaba las bocas de sus hijos y quitaba las migas de sus ropas preparándolos para el regreso a casa. Johnny mientras tanto se encontraba de pie junto al anciano.

-Es un buen omega - murmuro Han Geng.

-Es un buen hombre, en realidad - asintió, ambos observándolo cuidar de sus pequeños cachorros que se quejaban cuando pasaba la servilleta por las comisuras de sus bocas - Aunque, Wong Han Geng... Tengo una duda... Yukhei consiguió todo lo que usted quería para él, dinero, prestigio, posición y una hermosa mujer ¿Por qué es que sigue rechazándolo?

-Porque esa mujer con la que está nunca podrá darle lo que él tenía con SiCheng.

-¿Amor?

-Hijos.

El alfa entendió, no necesito escuchar nada más. SiCheng tenía tres hijos con la sangre Wong, tal vez Wendy era infértil y ese era el principal motivo por el cual era rechazada por el viejo Han Geng, él solo quería nietos quizás por una cuestión de orgullo y descendencia que por amor verdadero, y es que esa familia estaba muy lejos aún de conocer lo que era el verdadero amor. Johnny sintió pena al pensarlo, pero luego recordó que él tenía a alguien esperándolo en Pekín y las ansias poseyeron su cuerpo, pensó en Taeil y en su celo, no quería dejarlo solo, él quería estar ahí para protegerlo, quería ganarse su corazón y poder sostenerlo en sus momentos de vulnerabilidad, aunque el omega lo rechazara mil veces, él intentaría mil y una para conquistarlo.