No puedo ser tu omega || YuWin MPREG

45.

-Hola, muñequito - lo llamó - vamos, niño, abre los ojos de una vez... No quiero perder el tiempo.

SiCheng parpadeó con dificultad, un fuerte dolor instaurándose en la nuca, se frotó lentamente la zona, el cuerpo respondiendole con pesadez

-¿Q-qué? ¿Qué me pasó? - su visión estaba borrosa y sus energías fueron expulsadas de su cuerpo, el sabor metálico llegó a su boca y supo que había estado sangrando, apenas un ápice de consciencia le llegó llevó las manos a su vientre con aflicción, palpó su pequeño bulto y suspiró al sentir todo normal. No estaba atado, hacía frio y apestaba todo a azufre y eucalipto, sintió la necesidad de vomitar, se encontraba tan mareado que le era difícil enfocar la vista.

Una imagen borrosa llegó a sus ojos, los cerró con fuerzas y los volvió a abrir para poder visualizar al hombre con él, unos grandes ojos lo sorprendieron y la sonrisa más tenebrosa que jamás había visto le crisparon la piel, quiso retroceder pero su espalda chocó contra la fría pared, sus extremidades no podían ser movidas fácilmente, se sentía débil. Respiró agitado, el aire en el lugar estaba viciado, podía ver un hilo de humo proviniendo de algún lugar.

-Vamos, bonito... Esperé mucho por este día ¿sabes?

-¿Eh? ¿Q- quién eres? - su voz salía débil, la cabeza le daba vueltas y los ojos imploraban por volver a cerrarse.

-¿Qué quién soy? - rio con burla - Alguien completamente loco por ti.

Yuta corrió a través del departamento, su cabeza carburando cientos de cosas sobre lo que podría haberle pasado a SiCheng, marcó una decena de veces su celular esperando oír la tranquilizadora voz del omega del otro lado pero la fría e insípida voz de la contestadora programada llegaban a sus oídos.

-Usted se ha comunicado con Dong SiCheng, en estos momento - La voz femenina respondiendo

-Mierda - susurró antes de cortar

Kun cerró el local e informó a Johnny sobre la desaparición del menor, Yuta le avisó a su hermana y se disculpó por molestarla pero necesitaba que cuidará de los cachorros hasta que resolvieran el misterio del paradero de su pareja, la beta aceptó gustosa, preocupada por su amigo.

-¿Qué pasó con papi? - YangYang seguía al alfa con la mirada mientras se movía de un lado al otro preparando una provicion de comida para ellos y abrigos, ignorando su pregunta - ¡Papá!

El alfa saltó, saliendo de su preocupación lo miró y le regaló una sonrisa desgastada en un intento de apaciguarlo pero la luz emanando de su cuerpo, entre azul y verde le anunciaba todo lo contrario. Guardó silencio, pero su cabecita trataba de anticipar los movimientos de su padre, miro a YuQi y a Xiaojun, aún adormilados y abrazados entre sí recostados en la cama con las caricaturas en la pantalla y volvió a buscar a Yuta con la mirada.

En los próximos veinte minutos todo se movió de manera vertiginosa, SooYoung llegó junto a Wendy al departamento ante la mirada anonadada de su hermano menor se abrieron paso al interior.

-¿Todo va bien? - preguntó extrañado cuando estuvieron a solas.

-Tranquilo, luego habrá tiempo de hablar de eso. Solo preocupate por SiCheng.

-Bien, hablaremos luego, los niños están en sus cuartos, todo está listo en la cocina para cualquier necesidad. Hasta luego- estaba a punto de despedirse cuando fue detenido por las manos de la mujer.

-Yuta, ten cuidado por favor

El alfa asintió, las lágrimas inundando sus ojos, se obligó a sí mismo a tragarlas y corrió escaleras abajo hasta su auto, entonó una plegaria sorda a quien estuviera escuchándolo, necesitaba tener la esperanza de que su omega y su cachorro estaban con bien en algún lugar. Condujo con toda la prudencia que su mente atormentada le permitía, buscó a Kun del centro, pues el otro no tenía su auto con él, ya se había encargado de llamar a todos los hospitales de la zona para asegurarse de que no estuviera en alguno de ellos.