No puedo ser tu omega || YuWin MPREG

10.

Esa tarde SiCheng volvió a su casa con los ánimos por el suelo, le dolía muy profundo en el alma. Esperaba nunca volver a ver a Lucas, pero ahora que el mayor se encontraba ahí, otra vez reabriendo viejas heridas, comprendió completamente que habia tomado una muy mala decisión al escoger a su pareja cuando era tan joven e inexperto y lo único que ambicionaba era un poco de amor de verdad, él realmente habia amado a ese alfa y quizás por eso no habia visto su verdadera personalidad ahora se preguntaba si alguna vez ese lobo lo habia amado a él, aunque fuera un poco. Recordó al padre de Yukhei, viejo, gordo y calvo con su típico porte empresarial fundado en sus costosos trajes negros y mirada fría, pero sorprendentemente cuando de sus nietos se trataba era un amoroso abuelo como cualquier otro en la intimidad de su hogar pero fuera de las cuatro paredes de su casa era el gran magnate de los negocios de mirada imperturbable y al cual no le tembló el pulso para apoyar la decisión de la manada cuando desterró a SiCheng junto con los pequeños. Pero a pesar de eso era una completa sorpresa que hubiera puesto su tan codiciada empresa a nombre de los niños, pero el omega no lo quería, si eso le costaba la alegría de su familia renunciaría a todo aquello por el bien de sus hijos.

-Amor, estas muy distraído hoy ¿Todo va bien?- Yuta chasqueo los dedos frente a la mirada perdida de SiCheng que reaccionó al escuchar el sonido.

-Si, lo siento ¿Los niños?- sonrió el omega terminando de secar el último plato usado para la cena.

-Ya están acostados, YuQi se durmió en mis brazos mientras veíamos Rapunzel asi que la arropé antes que a los niños.

-Bien.

-¿En serio estas bien? Estuviste distraído toda la cena, creo que ni escuchaste lo que te conté de los gemelos.

-Lo siento cariño - SiCheng suspiró dejando salir la frustración de su cuerpo, su familia no merecía que le prestara tan poca atención y Yukhei no lograría que eso pase. Se abrazó de la cintura de su pareja recibiendo suaves caricias en la espalda. Yuta enterró su nariz entre la mata de cabello del menor para aspirar su esencia- solo estoy algo cansado.

-Lo entiendo ¿sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, verdad?

-Lo sé- se aferró más a su cintura- de hecho... Mmh ¿Te... Te quedarías a dormir esta noche conmigo?

Yuta debía admitir que la propuesta lo sorprendió pero no dudó ni un segundo en aceptarla. Era la primera noche que pasaría con SiCheng, después de todo, aunque estuvieran todo el tiempo libre juntos, por las noches, el alfa volvía a su departamento. Anhelaba interiormente que llegara el día de poder dormir entre el calor de los brazos de su pequeño. Anteriormente habían estado regalándose algunos mimos recostados en la cama pero con la presencia constante de los niños revoloteando alrededor no era posible pensar en otras posibilidades, él estaba bien con eso. Pero había otras veces, como cuando SiCheng usaba esos pantalones que apretaban y resaltaban sus muslos o las camisas blancas que dejaban a la vista su pálido cuello y deliciosas clavículas, más de una vez logró ponerlo celoso cuando retiraba a los niños de la escuela y era presa viva de las miradas lujuriosas de los padres y madres de sus demás alumnos, incluso sus colegas osaban suspirar al verlo y su lobo le rasguñaba las entrañas por tomarlo entre sus brazos y restregarse contra él hasta impregnarle su aroma y dejarle en claro a cualquiera que osara acercarse que ese omega ya tenía a su alfa.

El alfa no respondió, tomó sus manos, entrelazó sus dedos con los de su pareja y lo guió hasta la habitación. El completo silencio de la noche los acompañaba, cerró la puerta del cuarto y abrazó el firme cuerpo de SiCheng rodeándolo desde atrás, le susurró al oído cuanto lo amaba y que todo era mejor desde que él estaba en su vida. SiCheng giró sobre si mismo para encontrarse con la oscura mirada de Yuta para luego perderse en el basto universo de sus ojos, brazos aferrándose a su cintura y alientos fusionándose en la tibieza de sus pieles.