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SiCheng viajaba en el auto con Johnny, todo el camino había soltado lágrimas y el alfa le brindaba palabras de aliento, asegurándole que eso podría pasar y quizás podrían encontrar a alguien más dispuesto a testificar por ellos, pero el omega sabía que eso era casi imposible, nadie en esa estúpida manada se atrevería a alzarse contra Yukhei y mucho menos por él. Al llegar se sorprendió al ver la ausencia completa de personas, solo se encontraban los empleados vistiendo el luto y algunas personas más que inspeccionaban el lugar, policía y la ambulancia. Inmediatamente un sujeto de traje se acercó a Johnny para informar sobre el deceso y SiCheng fue interceptado por los médicos forenses que le preguntaron si era un familiar para reconocer el cuerpo pues nadie más se había presentado.

SiCheng explicó su situación pero de igual forma le solicitaron que lo hiciera.

Ver a su ex suegro en ese estado en el que murió le había provocado escalofríos y lloró, se lamentó por la manera en que sucedió todo y por la falta de afectos a su alrededor, después de todo se trató de una figura importante en su vida en algún momento, además de llevar la misma sangre que sus hijos.

Ayudó a vestirlo.

Lo vistió con cariño, fue suave y cuidadoso, le deseo que descansara en paz, que por fin pudiera conocer la luz y que su alma fuera libre de todas las cadenas que lo mantenían aferrado al dinero y a las banalidades de este mundo. SiCheng lo perdonó, por primera vez lo miró con piedad y le susurró que no le guardaba ningún rencor, ni él ni sus hijos.

Cuando Yukhei supo de la noticia fue entre los brazos dulces de Jungwoo, algo dentro del alfa se quebró, no lloró pero eso no detuvo que su semblante se entristeciera, solo el omega lo notó, era casi imperceptible pero la unión que ahora poseían era clara como agua de manantial. Wong Yukhei estaba herido y ahora mucho mas, ese era el primer paso para empezar a sanar las heridas del pasado. Perdonar.

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YangYang mantenía en sus brazos a Xiaojun aferrado fuertemente a su pecho, el cachorro más pequeño ocultaba su rostro entristecido en el cuello del otro, los brazos alrededor de su hermano mayor y este lo estrujaba con fuerzas por el torso. Lágrimas saladas salían de los ojitos del más grande, sus dos pares de ojos miel brillosos y bañados del liquido salado. Los gemelos habían llegado con Yuta unas horas después, vestían pantalones jeans y abrigos negros combinados. Quizás no tenían tantas memorias con su abuelo, tal vez no hubieran vivido tanto como para recordar grandes cosas, pero allí, en ambos corazones habían sensaciones que volvían a resurgir a través del tiempo, la brisa traía consigo las risas del viejo Wong cuando se comportaba como un abuelito dulce y tierno, cuando les regalaba dulces a escondidas de sus padres o las veces que les ayudaba a robar mermelada de frambuesas antes del almuerzo, el dinero regalado en las navidades, el terrible gusto para elegir caricaturas y los sopleteos en las barriguitas cuando los atrapaba luego de corretear un rato por la enorme casa y ellos perdían. Si, Wong Han Geng no era un hombre flexible, tampoco demostrativo ni cariñoso, pero lo había sido con ellos, lo fue especialmente cuando vivieron allí, incluso con YuQi.

SiCheng era sostenido por los brazos de Yuta un poco más cerca del cajón donde estaban velando al viejo alfa, la piel fría y rígida, el cuerpo depositado en la caja de madera rodeado de seda blanca, sostenía un ramo de calas entre sus dedos, el semblante tranquilo y pacifico cubría su rostro. Velas blancas iluminaban la sepulcral imagen que atenua sombríamente el lugar. No había nadie allí. No habían vecinos, conocidos, viejos socios, familiares, solo ellos y Johnny que estaba encargado de los tramites funerarios.

Cuando Yukhei bajo del automóvil se sorprendió de ver que ya alguien había organizado el velorio, Jungwoo también bajó y se encontraron del mismo lado de la acera, el omega buscó tomar su mano y el mayor agradeció poder contar con su presencia en esos momentos, las rodillas le temblaban y sus extremidades húmedas de sudor, tragó el nudo en su garganta con dificultad, sintiendo el ardor deslizarse hasta su pecho. Subió las escaleras hasta el umbral de la puerta y la primera imagen que encontró en frente fue a SiCheng derramando silenciosas lágrimas junto al cuerpo y a su alfa sujetándolo de la cintura, en otra ocasión, quizás, eso le hubiera provocado alguna especie de molestia, pero verlo ahí, empático, triste a pesar de que ese hombre, su propio padre, era uno de los tantos responsables de su desdicha, le llenó el interior de una especie de calidez, también divisó a sus cachorros acurrucados entre si un poco más lejos.

No puedo ser tu omega || YuWin MPREGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora