—Hola, Doc—
dijo Camila al abrir la puerta.
—Pasa. Lauren está en la cocina—
Retrocedió un par de pasos para dejar entrar a Keana. —Hace un frío del demonio ahí fuera—
—Yo sólo espero que esto no sea el aviso de lo que nos viene encima en invierno— afirmó Keana al tiempo que se quitaba la chaqueta y la colgaba del perchero que había junto a la puerta.
—Deberías cambiar esa chaquetita que tienes por algo más abrigado—
—¿Eres consciente de lo que cuesta una chaqueta nueva?— dijo Camila acercándose a ella. —Hazme un favor, ¿quieres?— susurró a continuación.
—No le digas nada a Lauren—
—¿Y cuánto tiempo supones que va a dejarte salir por la puerta con esa cosa?— le preguntó Keana imitando su tono de voz.
—Con suerte un par de semanas más. Hasta que me den la paga extra.—¡Eh! ¿Qué están cuchicheando las dos?— gritó Lauren desde la cocina.
—Tranquila que no estoy desvelando ningún secreto de Estado— dijo Keana. —Además, estoy segura de que esta chica ya conoce todos tus malos hábitos—
—Casi todos— dijo Lauren asomándose a la puerta que conectaba la cocina y la sala.
—Quién sabe, a lo mejor me convence para romper uno o dos. Los milagros existen—
—¿Quieres decir que algún día podré mirar debajo del sofá y encontrar una bola de pelusa?— preguntó Keana.
—Oye… no me presiones contraatacó Lauren limpiándose las manos en el delantal. —Por ahora he descubierto que no es un crimen dejar la ropa sin doblar después de quitármela—
Keana trasladó su mirada de Lauren a Camila.
—Estas bromeando, ¿no?—
—Nop— contestó Camila con orgullo.
—Me tomó con la guardia baja—añadió Lauren en defensa propia.
—Debió ser antológico— dijo Keana palmeando el hombro de Camila.
—Lo siguiente es que se meta en la cama cuando aún queda un plato en el fregadero——Eso jamás— afirmó Lauren con confianza.
—Ah ah ah— Keana alzó un dedo hacia ella.
—Ya se te ha olvidado, ¿eh?—
Lauren le dirigió una larga mirada de confusión antes de caer en la cuenta de a qué se refería.
—Oh—
—Si la memoria no me falla, te levantaste a media noche y los lavaste, pero aun así cuenta como
victoria— dijo Keana relajándose de tal forma que su cuerpo no mostraba ya el torbellino de emociones que Camila había advertido al final de su última sesión con la psicóloga.A pesar de que había preguntado, Lauren no quiso contarle gran cosa acerca de su conversación con Keana aparte de que todo había ido bien. Si la actitud de Keana podía tomarse como evidencia, su reunión parecía haber sido un éxito a los ojos de Camila. Sin embargo, quedaban algunas cuestiones para las que necesitaba respuesta antes de estar totalmente segura de que los problemas habían acabado entre ellas tres.
—Oye Doc, voy a fumarme un cigarro antes de que lleguen los chicos.¿Vienes a hacerme compañía?— dijo Camila echando a andar hacia las puertas corredizas de cristal sin esperar su respuesta. Tal y como sospechaba, Keana la siguió hasta la terraza y cerró la puerta tras de sí.
—¿Y bien?— preguntó Keana con expectación.
Camila se sacó el paquete de cigarrillos del bolsillo y encendió uno.—Y bien…— comenzó apartándose lo suficiente como para que el humo no llegase hasta donde estaba Keana.
—¿Podremos seguir con nuestras sesiones como hasta ahora?—
—Por supuesto— afirmó Keana.
—Genial— Camila se giró concentrando su atención en las volutas de humo que salían del
extremo del cigarrillo. —Estaba preocupada, ¿sabes?—
—¿De qué?— la interrogó Keana.
—De que no quisieras seguir ayudándome por culpa de mi relación con Lauren— dijo Camila.
meneando la cabeza. —Joder, hasta me cruzó por la cabeza que intentaras recuperarla——Yo jamás haría algo así— dijo Keana reclinándose sobre la barandilla y contemplando la hilera de árboles deshojados y pinos que había al frente. —Lauren y yo teníamos algunos asuntos sin resolver, eso es todo—
—Ahá— contestó Camila. —Y ya están totalmente resueltos, ¿no?—
—En su mayor parte— dijo Keana.
—Tú eres la que siempre anda diciendo que los cambios no ocurren de la noche a la mañana—
dijo Camila dándole otra calada al cigarrillo.
Keana se volvió hacia ella y le sonrió.
—¿Sabes? Odio que utilicen mis propias frases contra mí— En ese momento hizo una pausa.
—Pero es verdad. Lauren y yo tenemos una historia importante en común y me resulta difícil verla con otra persona— Entonces se acercó más a Camila. —Pero también quiero que sea feliz y me ha dejado muy claro que, para ella, eso significa estar contigo—
—¿Crees que nos irá bien?— preguntó Camila arrojando con nerviosismo la ceniza al viento.
—Lo que yo crea no importa— dijo Keana.
—Para mí sí— afirmó con rotundidad Camila al tiempo que se dirigía hacia la mesa y apagaba el cigarrillo en el cenicero.
—¿Que si creo que ustedes dos tienen la oportunidad de hacer funcionar esta relación? Por supuesto— dijo Keana. —¿Que si creo que va a ser fácil? No. Va a requerir un montón de sacrificios y compromisos por parte de ambas, pero si se quieren lo suficiente, todo valdrá la pena. Y ahora, ¿podemos volver adentro? Me estoy congelando—
—Vamos— dijo Camila, pero sólo dio un paso hacia la puerta antes de detenerse.

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Broken Heart
FanfictionEstá es solo una adaptación, la obra original es "El corazón de cristal" escrita por B.L. Miller Sinopsis La historia comienza con Camila Cabello, una stripper de profesión que acaba de incendiar accidentalmente su hogar por la bebida y la marihua...