Capítulo 23

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—¿Oh, qué es ese horrible ruido?—
Camila gritó entrando al apartamento. La música venía del dormitorio de Lauren y como la stripper ya la había escuchado en otros bares, la reconoció como una de las canciones de los Carpenters.
Encontrando la puerta de Lauren abierta, Camila dio ligeramente un golpe en la puerta y dio un paso adentro.

—¿Por qué estas escuchando esa música tan deprimente?—
—No es deprimente, me sirve de inspiración— la escritora defendió
mientras cerraba la grabadora.
—Seguro, si estás pensando en matarte— Camila caminó hacia el pequeño escritorio y se sentó encima de él. —¿Cómo vas?—

—Hola también a ti, y voy bien— Lauren señaló el monitor. —Creo que llevo hechas como quince páginas. Ha sido un día muy productivo—
—Bien por ti—
—¿Qué es eso? ¿Estás surtiendo tu suministro?—
—Sí bueno ...— Camila colocó la botella de whisky en el piso, fuera de la vista de Lauren.
—Sí— Lauren dejó el tema de lado.

—¿Y cómo estuvo tu día? Luces como si hubieras estado jugando en un montón de suciedad. Asegúrate de poner a remojar en detergente tus calcetas para remover esas manchas antes de meterlas en mi lavadora—
—Eres la única persona que conozco que se preocupa por mantener su
lavadora limpia— Mirando a su compañera, Camila notó los ojos hinchados de Lauren.
—¿No has tomado ninguna siesta?—
—No tuve tiempo. Esas ideas que me diste ayer eran justo lo que necesitaba para juntar a Bobbi y Julie— Lauren se estiró en su asiento, comenzando
a rodar su cabeza de un lado para otro hasta que escuchó un satisfactorio crujido.

—Estoy casi lista para hacer que ellas tengan su primer beso—
—Oh sí, metámoslas en la cama lo más pronto posible— Camila dijo en
broma. —Creo que necesitas un descanso. Te diré que, haré la cena esta noche—
—¿Sabes cómo cocinar?—
—Púdrete— Camila contestó, saltando fuera del escritorio y tomando su
botella de su escondite. —Vamos, necesitas alejarte de esta música
deprimente—

Mientras bajaban las escaleras, Lauren continuó defendiendo sus gustos musicales.
—Los Carpenters no son deprimentes. Y la música melancólica es perfecta para la escena en la que estoy trabajando—
—Espero que no sea una escena de amor— Camila dijo sarcásticamente
mientras entraba a la cocina. —¿Qué te apetece? No conozco nada que se
parezca a una comida verdadera— Abrió el refrigerador y recorrió con la mirada el contenido de cada estante. Oh, no sabía que tenías escondidas
aceitunas verdes aquí dentro, Camila pensó para sus adentros, haciendo una nota mental en bajar más tarde y tomar unas cuantas.

—¿Qué es esta cosa que se parece a una hamburguesa?—
—Es una especie de hamburguesa vegetariana—
—¿Cómo las cocinas? ¿Igual que las normales?—
—Así es. Le agrego algo de queso y cebollas fritas para condimentar—
—Suena bien. Tengo un pedazo de bistec por aquí en alguna parte…— Camila movió de un lado para otro jarras de brebajes no identificables pero su carne no se encontraba por ninguna parte.
—¿Dónde esta?—
—Lo aparté de mis sobrantes de rigatoni. Mira en el estante más bajo en la parte trasera—
—¿Por supuesto, por qué no lo vi antes?—Camila dijo sarcásticamente,  moviendo las canastas de moras fuera de su camino y alcanzando el bistec.
—¿Tienes cebollas y queso?—
—El queso está en el compartimiento de los lácteos en la puerta y las cebollas están en la gaveta más baja—

Camila encontró los ingredientes y los colocó en el mueble mostrador.
Abriendo varias gavetas hasta encontrar los cuchillos de corte. Lauren se había enfrascado en el periódico, dejando a la morena con sus propios pensamientos. Como había hecho muchas veces durante el día, la mente de Camila se remontó al pasado. No debería doler tanto.
Tomando el cuchillo, comenzó a cortar en rodajas la cebolla. Sé lo que quiere Keana. Quiere que rompa a llorar y le diga lo que él hizo como si eso hiciera alguna diferencia.

Broken HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora