Capitulo 33

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―Así que dime otra vez, ¿por qué estamos haciendo esto?― preguntó
Camila mientras levantaba otro montón de ramas secas y las dejaba en la carretilla.
―La hoguera necesita leña― dijo Lauren dejando caer su montón de ramas. ―Además es una forma estupenda para que Carmen traiga a todos sus amigos y limpien esto―

―Eso es lo que pensaba― dijo la morena con una sonrisa. ― Al menos tienen un montón de cerveza―
―Es cierto. ¿Sabes que hay dos barriles más a parte del que hay en el porche?―
―Ah, una recompensa por todo nuestro duro trabajo― añadió Camila. ―Al menos contigo ayudándome no tendré que pelear con las indirectas de la Don Juan Cubana―
―Es cierto, solo quédate pegada a mí― dijo la escritora. ― Protegeré tu virtud―
Hubo un escandaloso bufido y se volvieron para ver a Alex caminando por la maleza.

―Eso es un paso, si no he escuchado mal, Jauregui― se burló dejando caer las ramas que sostenía sobre la carretilla.
― No te preocupes, Camila― dijo
palmeando el hombro de la joven.
―Soy policía, puedes confiar en mí para guardar el secreto―
Camila sonrió.
―No se si puedo confiar en una mujer que lleva las esposas con ella todo el
tiempo― dijo.
―Ah, ningún sentido de la aventura― dijo Alex, haciendo como si le
atravesara una flecha el corazón.
―Vale, vale, las dejaré solas pajarillos enamorados. Mejor si de dan prisa. La comida está casi lista y Carmen ya ha abierto el segundo barril―
La policía desapareció por entre la maleza, dejándolas a solas una vez más.

Lauren sacudió su cabeza.
―Le he dicho antes que no éramos novias―
―Yo ya me he dado por vencida intentándolo― dijo Camila.
―Además, si creen que estoy contigo no se meterán demasiado conmigo―
―Con algunas de mis amigas siendo tan cariñosas, eres una tentación. A
Wendy le encanta ir detrás de alguien que tenga una relación. Creo que es el desafío lo que la atrae―

―Pues no debo ser su tipo― dijo la morena parándose para liberar una rama de entre las hojas y cubierta por tierra. ― Es una de las pocas que pasa de mí―
―Las prefiere pelirrojas y rubias, creo que estás a salvo. ¿Necesitas ayuda con eso?―
Camila intentó liberar el tozudo tronco, exhalando fuertemente cuando no lo consiguió.
―Si no te importa―
Juntas liberaron el tronco, decepcionadas cuando encontraron la parte baja cubierta de insectos.

―Tanto esfuerzo para esto― dijo dejando su parte en el suelo.
―Bueno, tampoco es como si no hubieran ramas o troncos por aquí,― dijo Lauren quitándose su jersey y sacudiéndose las manos.
―De hecho― dijo mirando la carretilla llena. ―creo que tenemos más que suficiente―
―Voto por volver antes de que se acabe la cerveza― dijo Camila usando sus vaqueros como si fueran una toalla para sus mugrientas manos antes de tomar las asideras de la carretilla.
―Yo puedo hacerlo― se ofreció Lauren.
―descuida, es bastante ligero― dijo. Cuando unos meses atrás el carro lleno hubiera sido demasiado pesado para ella de llevar, dos meses recogiendo escombros de paredes y maderas, habían esculpido sus músculos lo suficiente para que Camila pudiera sostener el peso.
―Te diré algo, ¿por qué no vas y traes unas cervezas mientras yo llevo esto al montón de leña?―
―Eso parece un plan― dijo Lauren. ―Te espero allí― Se giró y se dirigió hacia la casa mientras Camila seguía las marcas dejadas en la hierba por las otras carretillas hasta que llegó a donde harían la hoguera. “Se podrá ver la hoguera desde el espacio” pensó mirando la montaña de madera.

―Estábamos a punto de enviar una expedición en vuestra búsqueda― dijo Keana mientras se aproximaba con una botella de cerveza en la mano.
―¿Dónde está Lauren?―
―Fue a la casa a traerme una cerveza y quién sabe qué para ella― dijo
Camila. ―Ayúdame a descargar esto, ¿quieres?―
Dejando su cerveza en el suelo, la castaña mujer comenzó a ayudar a Camila moviendo las ramas desde la carretilla hasta la pila de madera.
―Así que, ¿te vas a quedar esta noche o te llevará Lauren a casa?―
―Planea volver a casa más tarde, pero puso la tienda de campaña en el jeep por si acaso― dijo Camila.
―Supongo que veremos cómo van las cosas―
―Te ofrecería llevarte, pero planeo no estar en condiciones de conducir
para cuando anochezca― dijo la terapeuta. ―Rara vez vuelvo a casa antes de la mañana siguiente de cuando vengo a recoger leña a casa de Carmen―

Broken HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora