Capitulo 3

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Lauren estacionó su Jeep en el camino de acceso, sonrió cuando vio la luz
exterior encenderse y Keana abría la puerta principal.

Ellas habían terminado hace ya dos años y habían quedado como buenas amigas que compartían una relación muy especial que con solo una ex-amante se puede compartir.

Keana era terapeuta y acudir a ella era un lugar seguro para Lauren donde poder ir a desahogarse de sus cosas.
-Me alegro que estés en
casa. No creerías lo que me ha pasado.- Decía mientras se acercaba a la puerta.
-¿Qué pudo haber pasado en el transcurso entre el almuerzo y ahora?- Keana preguntó mientras entraban en la casa.
-Voy a matar a Peter.- Se sentó en el sofá, doblando su pierna debajo de
ella mirando a su ex amante, quien se sentó al lado opuesto. -No creerás lo que hizo.-
-Creo que te consiguió a una compañera de apartamento... -
Lauren bufó. -¿Una compañera de apartamento? Una compañera de apartamento del infierno, tal vez. Ella fuma y toma cervezas en su
dormitorio por la noche.-
-¿Una fumadora?- Keana negó con la cabeza. -¿En qué estaba pensando?¿No le dijiste que necesitabas a alguien que no fumara?-
-Por supuesto que se lo dije. Le di una lista muy explícita de las reglas.-
Pasó sus dedos por su pelo oscuro y suspiró. -Ella es una stripper.-
-¿Una stripper? ¿Quieres decir una chica 'me quito todo y colócame el dinero en la entrepierna', ese tipo de stripper?-
-Exactamente - Lauren contestó.
-¿Y esto es lo que te tiene tan molesta?-
-Es que simplemente no va a funcionar.-
-¿Y ya estas tan segura de ello con tan solo un día?-
-No empieces con tus cosas de psicología conmigo- le advirtió la
escritora. -Sólo me tomó algunos minutos en realidad.- Colocó su mano en la rodilla de Keana, un gesto ya común entre las ex-amantes.

-Nunca dice por favor y le sacas con trabajos un simple 'gracias'. -
-Así que no es para nada 'la Señorita Educada'. ¿Sabe que eres gay?-
Lauren negó con la cabeza. -Creo que no, a menos que Peter le dijese.-
-¿Y tiene esta compañera del infierno un nombre?-
-Camila.-
-Bien, ve el lado bueno de las cosas. Si Camila es una stripper, tal vez te
dará una función privada.- bromeó ganándose un golpe repentino en
el muslo.
-No empieces. Esto es serio.-
-Para mí también lo es - la terapeuta estuvo de acuerdo, rozando con la yema de su dedo ligeramente el antebrazo de Lauren.
-Sabes que no hay una ley que diga que las ex amantes no puedan dormir juntas de vez en cuando.-
-Es verdad -
Keana estuvo de acuerdo. -¿Pero piensas en realidad que es
buena idea?-
-Oh, pienso que es una espléndida idea - Lauren dijo con voz ronca,
arrastrándose por el sofá hasta que sus labios estuvieran cerca de la oreja de su ex-amante.
-Considéralo como una manera de recordar viejos tiempos.-
-Debería de considerar mejor que estás excitada - Keana contestó.
-Pues bien, la falta de sexo no fue nunca un problema en nuestra relación, si mal no recuerdo.-

La escritora continúo presionando y mordisqueando el
lóbulo de Keana. Su voz tomó un timbre muy sensual.
-¿Qué te parece
compartir tu cama conmigo esta noche, hmm?-
-Diablos, odio cuando utilizas ese tono de voz -contestó,
contrayendo sus labios.
-Si, que más puedo decir - murmuró, bajando sus dedos desabrochando los botones de la blusa de Keana.
Pronto separó la blusa revelando una suave y blanca piel, sus pechos eran demasiado pequeños para perder el tiempo con un sostén.
Lauren la estiró en el sofá y comenzó a recorrer con sus labios a lo
largo de la clavícula expuesta.
De pronto sintió como los dedos de Keana se enredan en su cabello guiándola hacia abajo.
-¿Estas algo ansiosa no es así Keana?-
-¡Deja de bromear... oh!- Cualquier otra cosa que la terapeuta hubiera
querido decir se esfumó cuando unos labios suaves se cerraron alrededor de su pezón y comenzaron a succionar.
Lauren gimió sobre el seno con el que estaba jugando y presionó su cadera
contra el cuerpo que se retorcía debajo de ella.
-Extrañaba esto -
murmuró, besando el camino a través del pecho de Keana para lamer y besar el otro pezón.

Sintiendo como tiraba fuertemente de su blusa, se levantó y dejó que la terapeuta vagara un poco con sus manos.
-Seguro no vas a dejar que se arrugue ¿verdad?-
Lauren dejó de desabotonarle la blusa y miró hacia abajo a su ex-amante.
-Sabes que no me gustan las arrugas.- Quitándose la blusa, la plegó pulcramente y la colocó en la mesita de café. El sostén fue el siguiente,
doblando las copas una dentro de la otra.
Keana se quitó su ropa superior
completamente y la lanzó a través del cuarto.
-Sabes que odio eso - dijo Lauren, mirando con intención la blusa arrugada.
-Y yo odio la manera en que tú tienes que doblar todo.- Keana peinó con sus dedos el cabello negro de Lauren.
-Soy un poco neurótica con esto, ¿no es así?- Se volvió a recostar dejando
que sus labios se rozaran. -¿Cómo pudiste vivir conmigo?-
-Bueno, pudiste haber tenido otros defectos peores que ser una compulsiva obsesiva.-
-¿Es eso como ser anal retentivo?-

La escritora bromeaba mientras
presionaba su muslo entre las piernas de Keana, complacida por el gemido
resultante.
Plantó besos a lo largo de la mandíbula de la terapeuta hasta que sus labios encontraron una oreja enmarcada por cabello suave castaño.

-Pienso que podemos encontrar algo mejor hacer que buscar los defectos de cada una. ¿No cree usted, mi pequeña analista?- Lauren flexionó sus músculos para ejercer más presión.
-S-si, tienes toda la razón - Keana estaba de acuerdo, su aliento sonaba
con jadeos entrecortados. -No más bromas.-
-Creí que te gustaban las bromas.- Lauren sonrió maliciosamente antes de bajar sus labios hasta el seno de su ex-amante.
-Bromas y más bromas.-

Broken HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora