Broken Heart

Capitulo 7

Lauren permaneció en el portal mientras veía las luces del coche de su hermano encenderse y salía de su estacionamiento.
—Todo salió bien— dijo
mientras cerraba la puerta.
—Ahora recuerdo por qué prefería quedarme a estudiar todas esas noches cuando tu querías ir a visitar a tu madre—. Keana dijo mientras recogía una taza vacía y la llevaba a la cocina.—Es definitivamente una ventaja el tenerla viviendo a dos pueblos de distancia—
—Te juro que si hubiera escuchado por más tiempo como el Capitán hizo esto y lo otro y que tuvo sus amoríos cuando tenía 20 años o como a la
Señora Goldstein le gusta el té de zarzamora con brandy, consideraría
realmente la idea de cometer matricidio.—.
Keana se rió y abrió el lavaplatos.
—Bien, veamos si podemos lograr una salida más conveniente para que no cometas un delito capital. Pásame los platos, por favor—.
—Seguro. Oh, aquí hay una taza y una cuchara—.
Lauren entregó los platos,
luego se apoyó contra el mueble mostrador.
—¿Y como va ese libro?— Keana programo el tiempo del lavaplatos y siguió a su ex-amante a la sala de estar.
—Creo que he escrito cerca de 4 oraciones desde la última vez que me preguntaste— Lauren suspiró mientras se sentaba sobre el sofá.
—No sé que me pasa. Nunca había tenido un bloqueo así antes—.
Keana puso su mano sobre el muslo de Lauren.
—Tal vez te estas presionando
mucho. Tomate un descanso, date algunos días, luego regresa e inténtalo—.
—Ya probé eso, Keana. No trabaje en él—. Pasó sus dedos por su cabello
oscuro. —Algunas veces pienso que no me queda una sola onza de energía creativa en mí—.
—¿Quieres que le eche un vistazo?—
—No— Lauren contestó. —Te lo agradezco. Pero ya se me ocurrirá algo para resolverlo —.

Lauren escuchó un sonido y empezó a ver a Camila bajando las
escaleras.
—Hola—.
Un codazo sutil hizo que Keana quitara su mano.
—Hola—. La morena miró a Lauren y luego a Keana.
—Pensé que todo el mundo se había ido ya. No me percaté que todavía tenías compañía—.
Se volvió hacia las escaleras.
—El general Patton y Chris se fueron hace unos minutos— dijo Keana,
poniéndose de pie yendo hacia donde Camila estaba parada.
—Solamente
charlamos. ¿Por qué no te unes a nosotras?—
—Bueno, Yo...—
Lauren gesticuló hacia la silla vacía.
—Toma asiento. Debes de estar cansada de estar encerrada en ese cuarto todo el día—.
Camila dudo, luego asintió la cabeza y se dirigió al asiento indicado.—¿Qué
tan malo puede ser? Puedo ser sociable por algunos minutos—. pensó Camila.
—¿Disfrutó tu hermano la fiesta?—
—Sí, mucho—.
—¿Tienes hermanos o hermanas, Camila?— Keana preguntó sentándose en el sofá.
—Tengo una hermana mayor—.
—Yo soy hija única— la mujer de cabello castaño contestó.—siempre pensé que tener una hermana hubiera sido genial—.
—Yo también— Lauren estuvo de acuerdo.—Amo a Chris muchísimo pero cuándo tenía dieciséis, tenía que cargar con mi hermano de seis años
conmigo por la calle y era un verdadero obstáculo—.
—¿Cuánto se llevan de edad tu hermana y tú?—
—Tres años y medio—.
—Oh, eso es genial— dijo Keana.—Entonces ustededes dos se criaron juntas.—
—Si— Camila dijo quedamente, pensando en su querida hermana.
—¿Y tú eres la mayor o ella?—
—Sofia es la mayor—.
Keana notó la expresión triste en la cara de la morena.—¿vive ella cerca de aquí?—
Camila negó con la cabeza.
—No. Ella se fue hace mucho tiempo. Perdimos contacto—.

Metió la mano en su bolsillo de la blusa para sacar sus cigarrillos, luego recordó la regla de Lauren y se conformo tomando una zanahoria de la bandeja.

—No puedo imaginar perder el contacto con Chris— dijo Lauren.—¿tuvieron una pelea o algo?—
—Ella se escapó cuando yo tenía catorce años de edad. No la he visto y tampoco he sabido nada de ella desde entonces—.
Las emociones se estaban formando dentro de Camila y sintió que se le formaba un nudo en la
garganta.—¿por dónde dijiste que estaba la licorera?— Ella le preguntó a Lauren.
—Ve a la avenida principal y dobla a la derecha.—
—De hecho— dijo Keana mientras se ponía de pie —tengo que irme ya y
justo voy en esa dirección. ¿Quieres que te lleve?—
—Pensé que te quedarías esta noche— Lauren dijo con una pregunta en su voz.
—Lo siento, cariño. Tengo que encontrarme con una cliente a primera hora por la mañana.
Su violador fue liberado bajo libertad condicional y ella necesita apoyo moral antes de hablar ante el comité examinador—.
Se puso de pie y tomo su bolso. Lauren se levantó también.
—Bien. Te llamaré la próxima semana—.
—Ok—.