LA SIRVIENTA/No. 1 De La Serie: HERMANOS

CAPÍTULO 2 EN MIS PENSAMIENTOS

Que ¿porque los dejé, sobre todo a ella que aún es menor de edad?

No fui yo, fueron ellos los que se marcharon, Joel empezó a tener malas amistades y ahora forma parte de un grupo del crimen organizado, ¿y Silvia? ella lo siguió, sin importar que Fabián casi muere por su culpa, por evitar que cayera en malas manos.

Ahora Fabián está solo y no puedo ayudarlo, porque yo estoy sola y a cientos de kilómetros de él.

Cualquiera diría, que soy una malagradecida, por no estar feliz en este lugar de ensueño, lo que no saben es que solo me cambiaron de ser una sirvienta en un lugar, para serlo en otro, si, ahora ya no sirvo a mi familia, si no a la familia de mi hermano, a su mujer, a los hijos de esta, que tiene dos, uno de 10 y una de 13 y a los hijos de mi hermano, que son dos pequeños angelitos de cuatro años.

La esposa de mi hermano murió al dará luz a su último bebé, que también murió, increíblemente a semanas de su muerte Melanie que era su mejor amiga se instaló en la casa y ahora tiene una relación con mi hermano, y no, no soy tonta, no me creo ese cuento, estoy segura de que esos dos ya se entendían desde antes.

Como dije anteriormente, tengo seis meses en este lugar, casi justo lo que hace que murió mi cuñada, seguramente esa arribista fue quien convenció a mi hermano de que me trajera, así se ahorraría el pago de una sirvienta, lo que ella no sabe, es que él me paga como si lo fuera, que también es patético, porque en primer lugar no debería tenerme en esa condición, si no como un miembro más de su familia, prácticamente fui su madre, pero ya no importa, y en segundo lugar porque paga mis servicios, que yo no debería cobrar porque es mi hermano, pero aunque me avergüenzo, los necesito, aquí no tengo de donde obtener recursos y si lo hubiera seria sirviendo en una casa y de hacerlo en otro lado, lo hago mejor aquí, y tercero, al pagar mi hermano mis servicios, tanto él, cómo su mujer tienen derecho a tratarme como lo que soy, una sirvienta, aunque ella no lo sepa.

Estos días mi hermano ha estado insoportable, al igual que ella, al parecer están preparando una fiesta, algo escuché de una bienvenida, pero a mí, el trabajo se me ha multiplicado. Me pregunto, ¿qué sería de mi si esa mujer fuera consciente, de que su esposo me paga? no me deja en paz, siempre tiene algo que haga por ella o por sus hijos que tienen el mismo carácter altivo y prepotente que su madre, que quieren todo ya, en el momento en el que lo piden, y no se diga del cuidado de mis sobrinitos, prácticamente ella no se ocupa de ellos en ningún momento, para eso estoy yo me repite constantemente.

Me gustaría en algún momento poderle decir que no, pero ese no es mi carácter, toda mi vida he estado al servicio de mi familia, pero ahora no es igual, ella no es mi familia y menos sabiendo que desde antes se entendía con el tonto de mi hermano.

Mateo:
Estoy en mi hotel. Llegué esta mañana a la ciudad por cuestiones de negocios, estaré unos dos días nada más, casi lo tengo todo resuelto, pero uno de mis futuros socios está organizando una fiesta de bienvenida, es un fastidio porque no me agradan ese tipo de eventos, pero él parece no darse cuenta, aunque si investigara un poco sobre mí, lo sabría. Según él es para celebrar nuestra sociedad, otro punto en contra porque aún no hay ninguna sociedad, quizás piensa que al hacerlo público yo me veré comprometido, nada más fuera de la realidad, si me conviene y me convence lo haré, si no, se puede olvidar de ello.

Escucho que llaman a mi puerta. La abro y es Rita mi asistente, es una mujer muy hermosa y muy eficiente, pero no pierde oportunidad para intentar meterse en mi cama y ya estoy pensando seriamente en asignarla a otro puesto y de ser posible en otro lugar que no sea donde yo esté.

_ Mateo, pensé que quizás quisieras bajar a tomar una copa o a caminar por la ciudad.

_ Será otro día. - le respondo con paciencia. _ me siento cansado y lo único que deseo es dormir.

_ Pero... ¿Te vas a la cama sin cenar? Si quieres pido servicio a la habitación y te acompaño.

_ ¡No! - me apresuro a detenerla. _ de verdad solo quiero dormir. - la empujo con suavidad hacia la salida. _ Sal tú, ve a divertirte.

_ Sin ti será muy aburrido. - hace un puchero.

_ Lo siento. - digo casi cerrando la puerta en su cara. Pero ella no se da por ofendida.

_Entonces nos vemos mañana. - dice con una sonrisa, pero sin apartarse de la puerta. Yo la cierro con lentitud haciendo que retroceda hasta quedar fuera. Me recargo sobre ella y escucho sus pasos alejándose. Por fin suspiro aliviado.

La verdad, en este momento no tengo mi quiero tener ninguna relación, he tenido algunas y no han terminado bien para mí, porque, aunque no dudo que sientan atracción hacia mí, siempre su principal objetivo es mi dinero y la posición que el estar conmigo les da. Y ya estoy fastidiado de eso, y aunque aún no he encontrado a la mujer ideal, sé que en algún lugar del mundo está y la encontraré.

Con ese pensamiento me voy a la cama, intento dormir y una imagen se cuela en mi mente, ahí está otra vez, ese pensamiento, la vi una única vez, y fue de pasada, ni siquiera tuve la oportunidad de enfocar su rostro, pero lo poco que vi de ella se quedó grabado en mi mente. Fue la primera vez que estuve en la casa de Carlos, mi futuro socio, de esto hace unos cuatro meses, él se empeñó en recogerme en el aeropuerto, accedí porque no tenía nada que perder, pero antes de dejarme en el hotel pasó por su casa, lo sé, solo era una estrategia, quería mostrarme cuan bien vivía para que yo me decidiera. El caso es que en esa ocasión alcé mi mirada y tras una de las ventanas se dibujaba ese hermoso rostro, no es que fuera bonita, es lo que vi a través de él, de esa mirada triste, que se apartó de inmediato y no me permitió contemplarla a cabalidad, porque sus ojos me hechizaron y me fue imposible mirar algo más, desde entonces la traigo metida en el alma y si soy sincero, ella es el motivo por el que no me opuse a esa tonta celebración. Tengo la esperanza de encontrarme ahí con ella.