Elisa
Los siguientes días fueron un infierno, delante de Carlos Melanie se portaba de lo mejor conmigo y con los niños, pero en cuanto él dejaba la casa, me obligaba a hacer labores del hogar, a atender a los gemelos y a sus hijos y luego me apartaba de los niños, encerrándolos en su recámara cuando ella no podía vigilarnos, quería asegurarse de que yo no me comunicara con Carlos a través de ellos, incluso creo que los mantenía sedados porque dormían gran parte del día y su energía no era la acostumbrada, yo no podía hacer nada, solo esperaba que Mateo regresara para poder decirle que ya había tomado mi decisión y que no podía casarme con él. Motivos había muchos, ese no era problema, el problema era que él lo aceptara y no insistiera, porque entonces no sabía que iba a hacer. Al principio pensé que podía contárselo y él me ayudaría, pero luego Melanie me amenazó, no solo con hacerle daño a mis sobrinos, si no a Carlos también, y sé que lo haría, tuvo el descaro de meter a la casa a un hombre, no una, varias veces, era un hombre joven y atractivo, pero la vulgaridad y lo corriente saltaban a la vista, ella me dijo que él se encargaría de Carlos y los niños, si yo la descubría o no cumplía con dejar a Mateo.Por supuesto que obedecí, mi familia estaba en peligro y no podía arriesgarlos.
Mateo
En estos momentos estoy volando de regreso, todo había estado tan bien, la relación entre Elisa y yo avanzaba de maravilla, ella es una mujer dulce y apacible, tan fácil de querer, que me vuelve loco, los días que pasamos juntos fueron maravillosos, al menos para mí, pero me atrevo a decir que también para ella.Me parecía tan fascinante, ver sus expresiones y sus emociones con cada cosa nueva que descubría, por supuesto ella no pertenece a mi mundo, eso lo tengo bien claro, pero me enternece y a la vez me enorgullece su disposición para aprender. No dice nada, solo observa e imita y de vez en cuando pregunta, cuando sabe que no obtendrá respuesta de alguna otra forma.
Cuando la dejé aquella noche, un nudo se formó en mi estómago, no quería separarme, pero mi presencia era necesaria, así que, con dolor de mi corazón, después de un prolongado y apasionado beso me alejé de ahí, no mire atrás, porque no soy bueno para las despedidas, además desde el primer momento en el que me separé de ella, ya estaba contando el tiempo para regresar a su lado, lo que nadie me dijo es lo que sucedería días más adelante. De haberlo sabido o intuido siquiera, no la hubiese dejado, jamás lo hubiera hecho.
Durante esos días estuvimos en contacto, mis tiempos libres no eran muchos, pero los aprovechaba para comunicarme con ella, eso fue durante la primera mitad de la semana, porque los siguientes días su teléfono me empezó a mandar a buzón, pensé en una batería descargada, o que se encontraba ocupada con los niños, pero después de dos días, lo único que se me ocurrió es que estaba tan atareada que no podía contestar, algo ilógico por supuesto porque en algún momento tenía que tener un descanso y quise pensar que no me marcaba porque hubiese perdido su teléfono, aunque de todas formas aunque lo tuviera no me marcaría, siempre era yo quien hacia la llamada, estaba tan desesperado al tercer día, que no me contuve y le llamé a mi nuevo socio, Carlos, el me tranquilizó asegurándome que todo estaba bien y que ella también, aun así no me quedé tranquilo, pero él prometió averiguar con ella que era lo que sucedía.
Carlos
Quién lo diría, que esa llamada que Mateo hizo a mi celular aquella tarde, desencadenaría toda una serie de acontecimientos, que se dejaron venir como una bola de nueve sin control, arrasándolo todo.Esa misma tarde intenté hablar con Elisa, pero me dijo que estaba muy ocupada, que lo haríamos más tarde, sin embargo, cuando quise volver a localizarla, ya se había ido a dormir, a la mañana siguiente no la vi y por la tarde se repitió la misma escena. Lo que encendió mis alarmas.
A pesar de que mi día a día era sumamente atareado por mis nuevas obligaciones y prácticamente no tenía casi ningún momento libre, me di cuenta de que el ambiente en casa era extraño, algo había cambiado, ya casi no veía a mis hijos. Siempre estaban dormidos, ya no me esperaban para darme las buenas noches y Elisa nunca estaba disponible, además Melanie siempre estaba cerca de mí, era como si me estuviera cuidando, en ese momento no lo sabía, pero lo estaba haciendo, a toda costa estaba evitando que yo me quedara a solas con Elisa.
Al tercer día de que recibí la llamada de Mateo, me propuse hacer lo que había estado pospuesto por semanas. A raíz de los comentarios de Mateo, acerca de que Melanie trataba como una sirvienta a mi hermana, decidí instalar cámaras de vigilancia por toda la casa, y a pesar de que podía monitorear en vivo desde mi computadora o mi celular. No me había dado a la tarea de hacerlo.Así que ahí estaba esa mañana, en mi oficina, en lugar de trabajar como habitualmente lo hago, empecé a monitorear, todo estaba tranquilo, pero me extrañó ver varias cosas, primero que Elisa estuviera haciendo labores de limpieza en la casa, en el tiempo que estuve observando, había barrido, trapeado, lavado los baños y en este momento se estaba disponiendo a planchar, después de haber puesto la lavadora, por ningún momento vi a alguien más del personal del que disponíamos, después supe que Melanie después de media mañana les daba el día libre. En segundo lugar ver a mis hijos tan tranquilos sentaditos esperando a que ella terminara sus labores y siguiéndola a dónde iba, y tercero y no menos sorprendente, que no ver a mis hijos corriendo de un lado para otro, entre juegos y risas, fue ver a Melanie siguiendo también a Elisa a dónde quiera que iba. ¿por qué lo hacía? ¿qué sucedía?
Seguí mirando y llegó un momento en el que observé como Elisa traía unas bebidas para mis pequeños, pero Melanie las tomó para dárselas, sin embargo, antes de entregarlas, sacó un frasco de entre sus ropas y vertió unas gotas en sus bebidas. Con sorpresa vi, como momentos después ellos estaban profundamente dormidos y Melanie ordenaba a Elisa llevarlos a su habitación, una vez que ellos estuvieron ahí, ambas salieron y observé a Melanie gritar y acorralar a Elisa, ella solo asentía. Yo podía ver las imágenes, pero no tenían sonido y no sé si lo tendrían y algo pasaba, tendría que llamar a la empresa que me prestaba el servicio.
Cuando los técnicos solucionaron el problema del sonido, había pasado tiempo, Elisa seguía trabajando sin parar, a quien ya no vi por ningún lado fue a Melanie, sin embargo, en varias ocasiones mi hermana se había detenido y lo que hacía era llorar.
Dejé de mirar y les pedí a los técnicos que me mostrarán cómo revisar lo que se había grabado con anterioridad.
Me dejaron el material listo desde donde les indiqué, era el día de la cena en donde Mateo le propuso matrimonio a mi hermana, esa noche sabía lo que había sucedido, pero lo que vi del día siguiente me heló la sangre.
Era Melanie maltratando a mi indefensa hermana. Seguí avanzando, obviamente no podía revisar todo, pero con lo que estaba viendo me bastaba para saber parte de lo que sucedía.
NOTA:
Nos encontramos ya a unos cuantos capítulos del final. Espero que les haya gustado el capítulo
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LA SIRVIENTA/No. 1 De La Serie: HERMANOS
RomanceMi vida no ha sido fácil. Mi madre me tuvo cuando solo contaba con diecisiete años, y mi padre veintiocho, de ahí en adelante se dedicó a tener hijos. En total fuimos diez hermanos, diez bocas que alimentar, que vestir y que educar. Y si digo que no...