CAPÍTULO 9 INCLUIDA

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Elisa
Es increíble como todo puede cambiar de un momento a otro, anoche me encontraba frustrada y atareado con todas las exigencias de Melanie, sentía que me exigía más de lo que yo podía darle, pero no se puede discutir con esa mujer, así que me resigne a seguir escuchando sus ofensas y sus gritos, después de todo no podía hacer más de lo que ya hacía. Luego como por arte de magia todo cambio, llegó mi hermano y ella se transformó, lo que vino después fue increíble, con decirles que ahora me estoy bajando de un espectacular avión, jamás en mi vida soñé conocer uno, menos tener la oportunidad de subirme, lo mejor de todo es que solo estamos nosotros y la tripulación, según mi hermano porque se trata de un avión privado, pertenece a Mateo el futuro socio de Carlos, es gracias a él que yo estoy aquí. Cuando Carlos llegó la noche anterior, se sorprendió de que Melanie le informara que había decidido que los gemelos se quedarían en casa, ella ya llevaba a sus hijos y le iba a ser imposible cuidar de los pequeños, por supuesto que mi hermano se opuso rotundamente y le dijo que, si los hijos de ella iban, también los de él irían y que ella como su mujer tenía, que hacerse cargo de ellos, en ese trato habían quedado cuando ella llegó a esa casa y por lo visto lo había olvidado. Discutieron y él amenazó con cancelar el viaje, solo él iría, de pronto ella recapacitó y fue entonces que decidió incluirme en el viaje, aunque luego Carlos me confesó que desde el principio yo estaba incluida en él, solo que ella no me lo dijo en ningún momento, quizás con la idea de que me quedara en casa con los pequeños, pensó que él lo aceptaría, como aceptaba la mayoría de sus ideas.

Mateo.
Es increíble que me sienta ansioso, estoy esperando a Carlos y su familia, obviamente no lo espero a él, sino a ella, yo tomé un vuelo la noche anterior, deseaba viajar junto con ellos, pero no podía ser tan obvio, además de que tenía que resolver algunos asuntos antes de que ellos llegaran, sin embargo me aseguré de que ella estuviera incluida, recalqué que quería a toda la familia y sé que si sus pequeños venían, su niñera también lo haría, pero por si acaso, le dije que dentro de los gastos estaba incluida la persona que cuidaba de sus hijos. Por supuesto que él aceptó con gusto y me lo agradeció.

Miro hacia el frente, están llegando en dos autos distintos, fui específico con mi personal, no me importaba como se acomodarán los demás, pero la quería a ella sola en uno de los autos, junto con los gemelos, por ningún motivo dejaría que los hijos de esa zorra la importunaran sé, y entiendo que son niños y que no tienen la culpa de lo que haga la madre, pero por desgracia son iguales que ella y pude darme cuenta de cómo abusan de la gentileza de Elisa y eso hace que mi sangre hierva de coraje e impotencia, también me di cuenta, de que todo lo que hacen, tanto la madre como los hijos lo hacen a espaldas de Carlos y obviamente de mí, pero no saben que yo puedo estar conversando animadamente con él y ni siquiera voltear a verlos para saber que están haciendo y que están diciendo, mi agudeza mental es muy elevada y no estoy siendo vanidoso, es algo que no busqué y se me dio y me ha ayudado a estar en donde estoy y claro que sabiendo que tengo ciertas capacidades las uso a mi favor, como ahora que estoy conociéndola a ella y todo su entorno.

La veo descender del auto, tiene un aura angelical, su mirada dulce y apacible me enloquecen, sus maneras suaves y delicadas son mi perdición, veo como ayuda a los pequeños a descender y no necesita gritarles para hacer que obedezcan y se queden a su lado, ellos lo hacen de buena manera, tomando cada uno de ellos una de sus manos, yo diría delicadas manos, pero no tienen nada de delicadas, por el contrario, las tiene un poco resecas y ásperas, las, sentí la primera vez que estuve con ella y le preste mi celular. Al entregármelo, nuestras manos de rozaron, sin embargo, en lugar de sentir desagrado por ellas, me provoca admiración, es una mujer trabajadora, luchadora, aunque su apariencia sea delicada, y por supuesto eso cambiará cuando sea mi esposa.

Yo me adelanto y los saludo recibiéndolos con una sonrisa, veo como ella se retrae al nada más verme, sé que se siente intimidada por mí, pero ya me encargaré de que eso cambie.

Los guío al interior, mientras los empleados llevan sus maletas. Veo el asombro en los rostros de todos, los he traído a una de mis casas, a orillas del mar, es un lugar espectacular, a mí me encanta y deseo mostrárselo a ella, no pierdo las esperanzas que en un futuro no muy lejano ella venga a ser la dueña de todo esto. Nada me produciría más felicidad que eso.

La miro y a diferencia de los demás, que expresan su entusiasmo, ella permanece callada, solo observando, su mirada brilla, sé que le agrada lo que ve, quisiera poder correr a su lado y tomarla de la mano y llevarla por todas partes mostrándole, pero me conformo solo con ver su hermoso rostro cargado de asombro, no de envidia como el de Melanie y sus hijos, si no de genuino asombro, de interés por ver cosas que nunca imaginó, es como una niña que acaba de descubrir una tienda de dulces y no sabe por cual decidirse. En cambio, yo me conformo con seguir en mi papel de anfitrión y los guío, pasamos por la casa principal y salimos a la parte posterior, en donde se encuentran varios chalets para los huéspedes, del otro lado se encuentran varias viviendas que son las que habitan algunos de los miembros de nuestro personal de más confianza.

 En cambio, yo me conformo con seguir en mi papel de anfitrión y los guío, pasamos por la casa principal y salimos a la parte posterior, en donde se encuentran varios chalets para los huéspedes, del otro lado se encuentran varias viviendas que son...

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Les indico cuál es el lugar que habitarán durante el tiempo que permanezcan aquí, Carlos se distrae con sus pequeños y Melanie aprovecha para acercarse a mí.

_ Supongo que tendrá algún cuarto de servicio para Elisa. - dijo casi en voz baja, temerosa de que su esposo la escuche, no entiendo porque, al fin y al cabo, trabaja para ellos. _ no sería adecuado que estuviera con nosotros. - continuó.

_ Por supuesto, no se preocupe por ella. - me obligué a decirle con amabilidad. _ ella tendrá su lugar especial lejos de ustedes.

_ Disculpe que le pida esto. - se acercó más a mí, como si se tratara de un gran secreto.
_ pero supongo que la habitación contará con una cama extra, digo, por si los gemelos desean pasar la noche con ella, sería estupendo que mi esposo descansara bien, por aquello de que son vacaciones y merece despejarse un poco de cuidar de ellos, y nosotros tendríamos más tiempo de pasarlo en familia, usted comprende. - sonrió tratando de engatusarme.

_ Lo entiendo. - mentí, la verdad es que no entendía que hacía Carlos con esa bruja, que no tenía reparos en apartar a sus hijos para que pasara más tiempo con los de ella. _ me encargaré personal mente de que la habitación de su niñera sea apta para que los niños puedan estar con ella cuántas veces sea necesario.

_ Se lo agradezco tanto. - dijo con voz melosa y mirada coqueta.

Yo la ignore y me dirigí hacia mis empleados para darles órdenes e indicarles algunas directrices.

LA SIRVIENTA/No. 1 De La Serie: HERMANOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora