CAPÍTULO 23 CENA

11.7K 1K 46
                                    

Melanie
Estoy feliz, esta noche tenemos una cena muy especial. Por fin Carlos y Mateo firmaron la sociedad que mi esposo tanto había estado buscando.

Todos estos días han sido un desastre, la verdad es que he estado muy enojada con Carlos, y aunque no quiso explicarme nada, sé que tuvo problemas con Mateo, pero lo bueno es que ya todo quedó atrás, lo que sea que los haya hecho enemistarse, ya se solucionó.

Falta poco para que esté aquí, yo estoy lista, me he esmerado en mi arreglo personal, quiero causarle una buena impresión. No me juzguen, aunque mi esposo es incomparable, es atractivo, es complaciente, íntimamente nos entendemos muy bien, además de tener dinero y una muy buena posición, no pierdo las esperanzas de que Mateo se fije en mí, por supuesto que lo cambiaría por Carlos sin dudarlo, por mucho es mejor partido que él, sin contar lo guapo e irresistible que es. Sé que solo es cuestión de tiempo para que él ponga sus ojos en mí, de lo demás me encargo yo, hasta ahorita nadie se ha resistido a mis encantos, ni siquiera Carlos, que no me lo van a creer, pero cómo me lo puso difícil. Él de verdad estaba enamorado de la tonta de su esposa, de la que me hice amiga solo para llegar a su esposo, pensé que sería fácil pero él solo tenía ojos para ella, sé que de no haber muerto, no hubiera tenido oportunidad con él, y aún después de eso tuve que recurrir a ciertos trucos para que cayera, por supuesto tuve que aguantar a sus mocosos, por un tiempo y fingir que los quería de verdad y tuve que hacerme cargo de ellos, pero valió la pena, porque eso me acercó a él, no del modo que yo quería, pero eso me ayudó a llevar a cabo mi plan. De nuevo les pido que no me juzguen, pero en la guerra todo se vale. Uno de tantos días en los que llegó del trabajo y se encerró en su estudio, triste y desanimado, me quedé a su lado, lo consolé, lo emborraché y le hice creer que habíamos estado juntos, después hice que se sintiera culpable y luego todo fluyó, ni cuenta se dio, cuando ya estábamos en una verdadera relación y yo tomaba el puesto de su esposa. Ahora soy la señora de la casa, y muy pronto seré la señora de la casa, pero de la de Mateo, eso lo puedo jurar.

Carlos
Esta noche tenemos como invitado a Mateo, Melanie quería hacer una celebración en grande, pero empiezo a conocer a Mateo y le disgusta la ostentosidad, además, es una ocasión especial, Elisa nos Acompañará.

Por primera vez nos acompañará a una cena de este tipo y no es porque no la haya incluido en otras ocasiones, es que siempre se negó a hacerlo, pero hoy no podía permitir que lo hiciera. Esta cena, aunque el pretexto es que celebramos la sociedad entre Mateo y yo, más bien es en honor a ella, es por ella, para agradecer todo lo que hizo por mí, es porque de aquí en adelante va a tomar el lugar que le corresponde en esta casa y va a dejar de esconderse y perderse entre la servidumbre, es para dejarle claro que no es una niñera, mucho menos una sirvienta, y sobre todo, quiero verla junto a Mateo, quiero comprobar por mí mismo si ella siente algo por él y si hay futuro a su lado o es solo Mateo quien está interesado en ella. Eso lo veremos esta noche.

Elisa
Estoy muy nerviosa. Hoy viene a cenar Mateo, es la primera vez que lo veo desde que estuvimos en su casa de vacaciones, y no sé qué es lo que me pone más nerviosa, si el hecho de verlo de nuevo o el tener que estar presente en esa cena tan elegante, y con Melanie ahí, sé que me detesta y que si por ella fuera ya no estaría viviendo en esta casa, pero mi hermano se ha empeñado en tenerme aquí y como no tengo a donde más ir, tengo que quedarme, lo bueno es que tengo esperanzas de que cuando Fabián este bien y pueda trabajar, me lleve con él, los dos trabajaremos, pagaremos sus deudas y conseguiremos un lugar donde vivir, un lugar en donde podamos estar tranquilos y vivir nuestra vida. Sé que es mucho pedir debido a nuestra condición actual, pero nada es imposible, sé que entre los dos lo lograremos.

Se escucha el timbre, seguramente es Mateo, me miró una vez más al espejo, hoy he elegido un atuendo sencillo pero elegante, la verdad es que me veo bien y se lo agradezco a Rosa, en realidad casi no uso la ropa que compré en esa ocasión, es ropa costosa y elegante y no encaja con mi día a día, cuidando niños y haciendo labores del hogar, así que la dejo para ocasiones como esta, aunque curiosamente es la primera y no bajaría, pero Carlos ha insistido tanto, que no he podido negarme. La verdad, está en un plan que no lo reconozco, no es el hombre frío y distante que siempre fue para mí, por el contrario no pasa un día sin que venga a buscarme, a veces es una visita rápida, pregunta cómo fue mi día, charlamos un momento y se va, pero a veces nos tomamos nuestro tiempo, y hablamos de tantas cosas, ahora entiendo que no ha sido fácil para él llegar hasta donde está, ni tener lo que tiene, la muerte de su esposa y su bebé, luego el formar está otra familia, entiendo por qué no estuvo en contacto conmigo, es fácil enredarse en los asuntos y problemas diarios, lo sé porque lo veo como lucha por salir adelante y cuando menos piensa ya se le fue el día, lo mismo me pasa a mí con Fabián, aunque ahora que tengo mi nuevo celular, busco el tiempo para marcarle, aunque sea solo para saludarlo y decirle apresuradamente que lo amo y que le eche ganas a su recuperación.

Melanie
Mateo ha llegado, me apresuró para recibirlo, no puedo perder la oportunidad, lo bueno es que Carlos ha desaparecido, pensé que estaba en su despacho pero no es así, solo espero que no esté con la tonta de su hermana, no sé por qué de su insistencia de que nos acompañe, nos va hacer quedar mal, ¿qué sabe esa muerta de hambre de cenas elegantes? ¿de comportarse en sociedad? solo espero que no abra la boca para que no nos avergüence delante de Mateo, además que vergüenza, él cree que es una empleada y ahora resulta que estará sentada a nuestra mesa, no sé qué explicación le irá a dar Carlos, últimamente le ha entrado el amor de hermano con esa, antes no le prestaba la menor atención, ella salía de la habitación, cuando él llegaba con sus hijos, pero ahora le pide que se quede, no sé qué le habrá dicho esa tonta, pero no le va a durar mucho el gusto, ya me ocuparé yo de hacerla quedar mal delante de su hermanito, no sabe de lo que soy capaz.

LA SIRVIENTA/No. 1 De La Serie: HERMANOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora