Si tengo que iniciar una nueva vida, quisiera encontrarme de nuevo contigo...
El amor es algo eterno, el aspecto puede cambiar, pero no la esencia. Acompáñame durante ésta travesía.
Yo creo en el Amor verdadero, ¿Y tú?
Sean bienvenidos, espero y di...
Kyōjurō mira a Azumi algo temeroso y Tanjiro, por tratar de alivianar el momento, tose un poco apenado y Azumi infla las mejillas.
Tanjiro-kun, si gustas, pasa... En unos momentos llevaré té sonríe al ver al pequeño y, al ver a Kyōjurō lo mira seria y se dirige a la cocina.
Rengoku-san, ¿Lo metí en problemas? Decía Tanjiro preocupado. No, joven Kamado, fui yo por no decirle a Azumi sonríe y entra a la recámara dónde estaban, en medio de ella se encuentra una pequeña mesa de madera y se veía un pergamino en la pared con caligrafía dónde podía leerse Fuego y Vida.
Tanjiro deja la caja de Nezuko a un lado y se sienta, para después apretar sus manos sobre sus piernas Rengoku-san, quizás y no sea de mi incumbencia pero... ¿Ya le dijo a Azumi lo que siente?
El mayor se sonroja y lo mira con sus ojos muy abiertos. ¿A qué te refieres, joven Kamado?
Tanjiiro suspira y lo ve y bajando un poco la voz, le comenta Cuando ve a Azumi, su aroma cambia por completo, Rengoku-san... Y con lo que pasó...
Kyojuro lo mira y ríe levemente cruzando sus brazos
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Joven Kamado, a usted no se le puede pasar nada. Me agrada eso en usted. Pero... Azumi y yo ya tenemos el permiso de mi padre y espero, la aceptación de mi madre dónde quiera que esté.
Tanjiiro abre más los ojos animado y sonríe ¡Muchas felicidades, Rengoku-san! ¡Ya verá que usted y Azumi-san serán muy felices!
Azumi va entrando con el té y mira a ambos chicos con una cara curiosa. ¿De que hablaban?
Ambos negaban enérgicamente y Tanjiro hizo una mueca extraña Na-Nada
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Tanjiro... No sabes mentir Ríe Azumi y antes de que éste intentara decir algo más, fuera de la conversación de antes, Kyōjurō la mira y toma su mano
El joven Kamado ya sabe. Azumi se sonroja y mira a Tanjiro
Por favor, no lo digas aún... ¿Si? Lo decía algo nerviosa y Tanjiro aceptaba con una gran sonrisa.
