Capitulo 29: El entrenamiento de los pilares.

87 8 6
                                    

Cuando Azumi y Kyōjurō regresaron, los demás ya habían iniciado el entrenamiento.

Era obligación de todos el participar, pero Giyuu, tenía problemas al participar. Decían que era arrogante, engreído y egoísta... Cómo si fuera lo peor de lo peor.

Al estarlo buscando en todas las zonas de entrenamiento, Azumi lo encuentra, pero Tanjiro estaba con él.

Éste no le decía nada, se acercaba a dónde estaban y Tanjiro y Giyuu la vieron impresionados.

A-Azumi-san... Ya regresó... Dijo Tanjiro algo nervioso y Azumi asiente con una sonrisa y acaricia su cabeza.

Giyuu-san...¿Sucede algo por lo que no participas en los entrenamientos de los demás? Tanjiro la miraba aún impresionado. No podía creer que la joven le preguntara directamente. Giyuu se giraba para verla y negaba.

Azumi suspira y lo abraza Sé lo que es perder a alguien, Giyuu... Todos los perdimos... Pero, ¿No deberías pelear por la memoria de aquellos que dieron su vida por nosotros? Tanjiro estaba atónito... También era como si se lo dijeran a él después de perder a su familia y por poco, perder a Rengoku.

Giyuu se quedaba quieto durante el abrazo y Azumi se aleja. Giyuu, déjalo salir... No fue tu culpa lo que haya pasado... Si alguien dió la vida por ti o por otra razón, sigue por ellos. El tiempo no se va a detener para llorar o lamentarse contigo, él seguirá avanzando...

Ambos jóvenes se quedaron callados y Giyuu comenzó a llorar mientras abrazaba a Azumi.

Azumi sonríe y lo abraza fuerte. Si necesitas un amigo en quien confiar, estoy para ti.

Azumi ve por el rabillo del ojo a Tanjiro, extiende su brazo y el chico la abraza sin dudarlo.

Ahora, deja el abrazo ¿Ambos ya van a entrenar? Ambos asentían y se encaminaban a los entrenamientos, mientras Kyōjurō veía la escena con una gran sonrisa y se acercaba a dónde estaba Azumi.

Creo que a la señora Rengoku ya se le pegó la filosofía de la familia.

Es que dicen que lo mejor, debemos practicarlo, Azumi toma la mano de Kyōjurō y le sonríe ¿No lo cree señor Rengoku?

Kyōjurō ríe levemente y deposita un tierno beso en la frente de su contraria y caminan detrás de Giyuu y Tanjiro.

El primero, para Azumi, era la resistencia física con Uzui. Éste no dejaba de preguntarle qué tal su noche de bodas y Makio lo reprende ¡ESO ES ALGO PERSONAL, DEGENRADO! Suma y Hinatsuru reían mientras los dos discutían y Azumi tapaba su cara muy avergonzada. Kyōjurō solo miraba a otros lados sonrojado y trataba de no pensar en ello.

Al pasar a la siguiente ronda, le tocó entrenar con Tokito. Éste consistía en sus reflejos y velocidad. Allí alcanzó a Tanjiro, ya que ambos tenían buenos reflejos y podían con los ataques del pilar de la niebla.

¡Bien! ¡Ya pueden avanzar al siguiente punto!

¿Estás seguro? Preguntaba Tanjiro y Tokito asentía.

¿Nosotros también? Tokito ve a los demás y su aura se oscurecía ustedes ni siquiera se acercan a lo que les pido, sabandijas.

Los otros se deprimían se nota el preferitismo...

Al llegar a casa de Mitsuri, Tanjiro detectaba el olor a la miel y Azumi y Kyōjurō sonríen al ver a su amiga. ¡AAAAZUUUUMIIII-CHAAAN! ¡MAESTRO! se abrazaban las dos y Tanjiro y Kyōjurō veían con una sonrisa. Platicaban sobre panqueques, té negro y mantequilla. Los dos pilares, al vivir con ella, ya sabían que era, pero Tanjiro tenía cara de incertidumbre: ¿barakku tee, batta, pankeki? Al comer con Misturi, descubrió lo que eran.

Amor Eterno (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora