Capítulo 31: Cuenta atrás...

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Todos los cazadores restantes dentro de la fortaleza, salieron volando del suelo.

Azumi se levanta, deja el talismán en la mesa y corre a la puerta. ¿¡QUÉ HACES, AZUMI!? Gritaba Kyōjurō, Azumi aprieta sus manos y deja caer su haori dejando ver su uniforme.

¡Voy a proteger a los que quiero, debo ayudar a mi familia! Azumi abre la puerta asustando a Shinjirō y a Uzui, da un salto quedando un instante en cuclillas y comienza a correr donde habían llegado. Conocía ese lugar... Allí, cada cumpleaños, iban a celebrarlo bajo los cerezos... No iba a permitir que eso desapareciera también.

¡AZUMI! ¡AZUMI VUELVE! Los ojos de la chica dejaban salir unas lágrimas mientras seguía su camino.

Los pilares y Tanjiro veían todo a su al rededor destruido. ¡Falta una hora y media para el amanecer! Todos se miraron y Mitsuri, Obanai y Giyuu comenzaron a atacar a Muzan.

Para su sorpresa, parte que cortaban, parte que se regeneraba sin más. Cuando Muzan comenzó a atacar, los cazadores de menos rango usaron sus cuerpos como escudos para los pilares incluyendo a Tanjiro. ¡Defendamos a los pilares! ¡Sin ellos desde cuándo estaríamos muertos!

Mitsuri gritaba desesperada que se detuvieran y justo cuando Tanjiro iba a atacar, cae al suelo. Agarrándose la garganta. Murata aparece detrás de unos escombros y Giyuu le ordena llevárselo de allí para tratar de salvarlo.

Azumi sentía que el aire que pasaba por sus pulmones, la quemaban por dentro, ya había corrido bastante tiempo, pero no le importaba. Tenía que ayudar a los suyos.

Al llegar, ve a Tanjiro en el suelo y corre dejándose caer sobre sus rodillas provocándose unas leves heridas.

¿Tanjiro? ¿Tanjiro? Acercaba su oído a su pecho y éste no respondía, intentaba reanimarlo cuando Yoshirou llegó.

Se acercó a él y comenzó a examinarlo. Cuando Murata iba a preguntar si estaba bien, Mitsuri gritó y Azumi se levantó Cuiden de Tanjiro, debo ayudar corre a dónde estaba la batalla, cuando vió que Iguro se llevaba a Mitsuri a otro lugar.

Azumi se impresionó de la apariencia de Muzan, su cuerpo tenía grandes bocas con dientes y tentáculos que salían de su espalda. Su carne reflejaba lo que en su interior ocultaba: era un monstruo.

Giyuu iba a ser atacado cuando Sanemi lo salvó, un gato brincó sobre ellos y les inyectó un líquido.

Maldita mujer, después de muerta, me sigue dando problemas... Decía Muzan molesto.

Me temo que te molestarás aún más... Azumi desenvainaba su katana y corría a dónde estaba Segunda postura, Superficial cortaba dos de los tentáculos que estaban a punto de atacar a Sanemi.

De repente, sus brazos eran cortados, sus tentáculos también... Era como si alguien lo atacara desde lejos. Pero Muzan, al mover sus brazos, cortaba unos talismanes que Kanao, Zenistu e Inosuke tenían en la frente.

¡ODIO ÉSTO! gritaba Zenistu

¡Maldito gusano! Gritaba Inosuke.

Deja de quejarte y ataca Azumi corría a dónde estaba Muzan para cortar unos cuantos tentáculos de su espalda y esquiva los restantes.

Al llegar al suelo, Sanemi y Giyuu chocan sus katanas y las dos se iluminan de un color rojizo ¡A POR ÉL!

Entre todos atacaron, pero Muzan, al verse en peligro, lanzó a todos contra los edificios: Himejima había perdido una pierna, Tomioka perdió su brazo, Iguro y Sanemi estaban estampados en la pared. Azumi estaba abrazando a Kanao con heridas en su cara y cuerpo, ambas estaban atónitas viendo cómo Muzan se acercaba a ellas... Cuando Muzan iba a atacar, una ráfaga de fuego se interpuso y ambas estaban al otro lado de la calle.

Amor Eterno (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora