Eramos unos niños, recuerdo que el colegio fue la etapa de transición más difícil de nuestras vidas, aquella creencia de que las niñas tenían una enfermedad muy fea, comenzaba a ser pasada por alto por los demás.
Siempre creímos, que las niñas tenían una enfermedad contagiosa que podía ocasionar la muerte, sus adornos en el cabello, su manera de caminar, la forma delicada que tenían para hacer las cosas, nos parecía aburrido, estábamos acostumbrados a los juegos rudos y complicados, queríamos ser unos hombres fuertes.
Hasta que una niña nueva llegó al salón, su cabello rizado y negro, sus ojos aceitunados, junto con esa manera tan tímida de ser, comenzó a parecerme lo más normal del mundo, sus rizos bailaban cada que ella jugaba en el receso, jugaba el avión y brincaba con un risa maravillosa, las mariposas en mi estómago aparecieron y entendí, que estaba atontado, o como dice aquella película que veíamos en tu televisión, estába trasroscado, la miraba jugar, incluso recibiendo un balonazo por ello.
Tu te reías de mi, era divertido verme con tapones nasales por la hemorragia causada por el golpe, como siempre estabas a mi lado, sentados en la banca, mientras veíamos a los demás jugar - deberías poner más atención, se supone que serias el mejor jugador del mundo, solo eres un hablador con mucha de confianza - me dijiste.
- No es porque quiera, creo que estoy hechizado, no puedo concentrarme y creo que ahora entiendo que somos como todos los demás.
- A que te refieres?.
- Creo que empiezo a creer que las niñas no tienen una enfermedad mortal, y que no moriremos por juntarnos con ellas.
- Por qué lo dices?, te gusta alguien?.
- La niña nueva, es hermosa, es bonita, es un ángel no te parece?.
- Si me preguntaran, si alguien es un ángel, se que tu lo serias - mentiría si dijera que en mi inocencia, la inocencia típica de un niño, no crei que tus palabras eran poderosas, porque si lo eran, decían que tenía cara de niña, era blanco de bromas pesadas, decirme hermoso o bonito para mi era un verdadero insulto, pero aún con ello, aún a pesar de todos mis traumas, que tu lo dijeras no tuvo un significado negativo.
Debí saberlo, estaba perdido, tus palabras denotaban amor, desde entonces me querías?, yo fui tu primer amor?, ninguna de esas preguntas pasó por mi cabeza, hasta que el estaba frente a mí, diciéndome que me quería.
Sus padres estaban en proceso de divorcio por segunda ocasión, no era que fueramos unos niños para traumarnos por ello, ni que tampoco se nos acabara el mundo, pero el siempre estaba en medio de ellos, te iras con papá o con mamá?, no importa que contestara, siempre era el chico malo, que no quería al que no fuera elegido, si elegía a su madre, su padre se sentía ofendido, lo mismo pasaba con ella, siempre en medio de una relación tormentosa, donde estaba perdido, se divorciaron dos veces, pero también habían terminado unas cuantas más, ahora entiendo porque el significado del amor, para el era diferente.
Supongo que estaba en un momento de su vida, donde estaba arto de ir a un lado y a otro, por culpa de una relación tormentosa que mantenían sus progenitores, o quizá fue que el también quería sentirse amado, y que estaba cansado de un amor unilateral, solo se que estaba frente a mi, declarandose abiertamente gay y como si eso no fuera poco, me estaba diciendo que me amaba.
Reí ante su declaración, bufé incluso - deja de decir tonterías, la gente te puede escuchar y pensar que lo que dices es verdad, tu no puedes querer a un hombre.
- Para ti está mal eso?, merezco ser señalado por ello?, yo también puedo enamorarme, también puedo merecer mi final feliz, soy igual que tu, pero a mi me atraen los hombres.
- Ok, ok, ya entendí, quieres callarte?, hablemos de otra cosa quieres?, creo que hay un lugar a unas calles, que vende ropa bonita, seguro a Diana le gustará.
- Crees que soy raro?.
- Siempre he pensado que estas más cuerdo que yo, pero deja eso, ya es tarde, vayamos por el regalo.
- Lo que dije de estar enamorado de ti, lo decía encerio.
- Por qué me dices esto?, si sabes que aunque lo digas, nuestros gustos no van por el mismo lugar?, me gustan las chicas con senos bonitos, con caderas curvilineas, no me gustan los torsos marcados, o tipos más fuertes que yo, entiendes?, dejemos esto por la paz, eres mi amigo, no me hagas pensar que nuestra amistad no puede ser.
- Te lo dije, y si me ganaré con eso tu odio, creo que vale la pena, dejar de ser tan tonto, odio que me cuentes como te va con ella, odie saber cada una de tus conquistas, odio ser el amigo que tiene que tragarse sus sentimientos con tal de que no lo vean raro, me cae mal tu novia, es una interesada, se acuesta con varios en la universidad y si vas a casarte ella no será la indicada.
- Estas celoso?, es eso?, Diana no tiene que ver con que tu seas un desviado!!, quieres ensuciarla, porque quieres que alguien más esté tan podrido como tu!!.
- No miento!!.
- Ni tus Intrigas, ni tus mentiras harán que te vea de otra manera, eres gay, que pena que lo seas, pero no soy desviado como tu, yo soy un tipo normal!! - el se dio la media vuelta - ni aunque vuelvas a nacer voy a aceptar tus sentimientos - lo vi partir, no me dijo nada, solo se dio la vuelta, su espalda se veía ancha, ya no eramos esos niños que jugaban juntos, éramos hombres y el decía estar enamorado de mi.
Corro a prisa, me detengo sintiendo que el aire no se puede quedar en mis pulmones, siento que voy a desmayarme, hice un esfuerzo sobre humano para llegar, estoy a una calle de su hogar, veo luces azules y rojas, afuera de su casa, camino apresurado, varias patrullas están afuera de su casa, un escalofrío recorre mi espalda, no es momento de malos presentimientos, el regresó!!.
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Ojalá Pudiera Verte
FanfictionYuri Plisetsky busca desesperado a su gran amigo, lo último que recuerda, es ver su espalda alejarse de él, a veces la vida te cambia en un solo instante, a veces te das cuenta de lo más importante, cuando es demasiado tarde, podrá tener otra oportu...