Capítulo 32

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Sonreí, una sonrisa auténtica y genuina, di las gracias, lo vi despedirse en su auto, la soledad de la noche era demasiado profunda, entré a mi casa, estaba todo en silencio, fue entonces cuando las lágrimas comenzaron a salir en caudal, lágrimas contenidas que no podía seguir guardando, mi alma estaba rota, mi corazón estaba dentro de un abismo, el peso de la culpa se acomodaba en mi espalda y el golpe de la realidad me sacaba de mi zona, no importaba si Diana estaba en las rejas, el no despertaba, no importa si se hacia justicia, nadie me regresaría a Otabek a mi vida, de pronto un nudo grande comenzó a formarse en mi garganta, un nudo que parecía poner en tensión cada uno de los músculos de mi cuello, haciéndome imposible respirar, entonces comencé a sollozar sin poder detenerme, me dejé caer al piso como un niño sin fuerzas, me hice un ovillo, apreté mis manos en mi boca tratando de ahogar mis sollozos, Otabek no volvería.

De pronto la luz de la sala donde estaba tendido fue prendída, mi tía lo había hecho y al verme en el suelo corrió a mi lado con sus brazos amorosos, me rodeó tratando de hacerme levantar, puse resistencia - no quiero levantarme, no quiero, dejame tirado en el suelo, dejame llorar, mi vida es una mierda.

- No digas eso, tu vida es maravillosa, tu vida es preciada para nosotros, no digas que no es así, nos importas, tu vida es un tesoro, no una mierda, no digas eso por favor.

- Fue mi culpa, el no va a despertar por mi culpa!!, el no tiene solución por mi culpa!!, jamás debió quererme!!, jamás debió defenderme!!, lo llevé al sufrimiento!!, no he hecho nada por el más que darle desventuras!! - sonrió con calidez, me abrazó con fuerza, dandome apoyo con todas sus fuerzas.

- Su madre me lo dijo, se lo que sucedió hoy, pero la esperanza es lo último que muere, para el tu presencia es maravillosa, para el tu vida es preciosa, estoy segura que el menos que nadie se arrepentiría de defenderte, para Otabek, siempre serás su tesoro.

- De nada sirve eso!!, si el no va a despertar jamás!!.

- No hagas menos su sacrificio, no hagas menos su aprecio hacia ti, para el defenderte valió toda la pena... No lo des todo por hecho, nada está escrito aún, solo fue un accidente, nada de esto es tu culpa!!.

- Lo que le sucedió fue por venganza, mi amor fue su calvario, amarme fue un castigo, estar conmigo lo llevó a estar como está, no lo entiendes?.

- No puedo entender algo que no me explicas, no puedo entender tu dolor si no me dejas verlo, déjame ver tu alma rota Yuri, eres mi sobrino, es verdad pero en esta casa siempre has sido un miembro valioso, eres un hijo más para mi, así que por favor, qué es lo que te pasa?, qué te sucede?.

- Otabek me ama, no me refiero al amor de amigos, ni al amor de hermanos, me refiero al amor romántico que solo sientes por alguien con el que quieres pasar el resto de tu vida, en algún momento su cariño fue tan grande que supo que se había enamorado de mi, en algún momento también descubrí que lo amo, que el es la única persona con la que quiero envejecer, se que no soy normal se que debes estar decepcionada de mi, pero en el corazón no se manda, no puedo decirle a quien amar y a quien no, se que soy un mounstro tía, se que soy asqueroso para los demás pero eso no me importa, no importa si la gente me señala, si todos dicen que he cometido el peor pecado del mundo, aun así, volvería a amarlo, pero si el muere, si el me deja solo, nada valió la pena entonces, nada lo valió!, nada!.

Bajé la mirada, no podía parar de llorar, ella me abrazó con fuerza, mientras yo correspondía a su gesto - no eres asqueroso, ni has cometido un pecado mortal, nadie puede juzgarte, porque todos amamos de esa forma algún vez, esto me toma por  sorpresa, no se que decirte, lo único que sé es que eres familia, tu presencia es maravillosa, no importa a quien ames, solo importa que seas más feliz que nadie, te amo Yuri, tu tío y yo no dejaremos de amarte jamás.

- Crees que merezco ese cariño?, crees que de verdad lo merezco cuando Otabek está así por mi culpa?.

- Has sufrido demasiado, en esta vida has sufrido lo suficiente, como para que incluso no merezcas ser amado, no te parece?, todos merecemos amor, sin excepción, Otabek te ama, quizás pienses que lo que sucedió es tu culpa, pero no es así, quien le haya hecho esto es el único culpable de sus actos, el único culpable, el despertara Yuri veras que si, y le dirás que lo amas, y sabes qué?, el será inmensamente feliz por tenerte a su lado.

- Y si el no despierta?, qué pasará entonces?, qué haré con mi amor si el no estará jamás conmigo!? - mis miedos salían sin reserva, estaba triste, estaba lleno de miedo y el peso de mis pecados me sumergían en el fondo del infierno, me abrazó fuerte.

- Si el no despierta... Vivirá en ti para siempre, tu mente jamás dejará que lo olvides y tendrás que seguir con tu vida, eso será la prueba más grande de tu amor por el, porque te aseguro Yuri, que si el se va de este mundo y tu no vives al límite, el sufrirá por ello - comencé a sollozar, tan fuerte que no podía detenerme, no me había dado cuenta de que mi tío y primo estaban parados a nuestro lado, todos me abrazaron dándome su apoyo, si el se iba de este mundo el cielo dejaría de ser azul, el aroma de las flores se esfumaria para siempre, la luz del mundo se apagaria sin remedio, el ruido del mundo feliz quedaría en silencio, mi vida se quedaría en pausa, me sumergeria en el abismo, estaría dentro del infierno aún estando vivo, debía prometer que seguiria mi vida con dignidad, pero aún con ello, su muerte sería mi castigo.

Ojalá Pudiera VerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora