Capítulo 27

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Aceptar su decisión, aceptar que aun sabiendo que no fue mi culpa, merezco su silencio, es uno de los golpes más significativos para mi.

Su contacto aparece sin foto de perfil ni última conexión, me siento más solo que nunca cuando más enamorado estoy, quiero correr a buscarlo y decirle que lo siento, quiero decirle que no fue mi intención fallarle, quiero que sepa que lo extraño.

La denuncia fue puesta, las averiguaciones son lentas, he ido incluso a la zona rosa frecuentando aquel bar gay, para darme cuenta que incluso él dejó de ir a ese lugar, es como si hubiera desaparecido del mundo, cuando más lo amaba.

Quiero comprender sus miedos, quiero entender el porque de su silencio, pero cuanto más lo pienso, más siento que ha sido injusto, me ha mandado al olvido cuando estaba más feliz que nunca de pertenecerle, aún mi piel arde recordando sus caricias, ahora quiero decirle que siga hasta el final si eso aliviará el vacío de mi existencia, pero simplemente no está.

Las celebraciones previas del gran evento de competencia amistosa, aparecen en los periódicos locales, es uno de los favoritos para coronarse campeón, y su fotografía en blanco y negro es lo único que me ha regalado en estas semanas de silencio.

Me pierdo en el centro de la ciudad topandome con Sara y Georgi, que parecen ser amigos entrañables, la gente se enamora aún cuando saben cuanto duele el amor.

Ellos ríen mientras toman una malteada en el centro comercial, mientras yo me siento un perdedor, con una chaqueta con gorro negra, trato de pasar desapercibido, pero aquel chico pálido se percata de mi presencia me sonríe para ir a mi encuentro, me jala con Sara y ellos me reciben con una invitación para tomar aquella bebida de chocolate, me siento cansado de mi mismo - jamás pude agradecerte personalmente por ayudarme a abrirme los ojos sobre Diana, me ayudaste a dejar aquellas malas amistades, creo que ahora soy mejor persona, creo que ahora veo que tengo personas a mi alrededor que me aman, mi madre me ha pedido que invite a casa al chico que me ayudó a recapacitar, quizá para ti no fue mucho, pero para mi significó todo, creo que estaba muy perdido por ella y era capaz de hacer muchas cosas por un poco de amor - me dijo, Sara lo veía orgullosa.

- Siento mucho lo densas que se pusieron las cosas con Diana, últimamente parece fuera de sí misma las chicas pensamos que necesita algo de ayuda para controlar sus impulsos, creo que se ha tomado demasiado personal eso de molestarte... Es un alivio que Otabek esté de tu lado y siempre se preocupe por ti, siempre te defiende y cuida de ti - Sara estaba algo alejada de las últimas noticias, aún no me sentía con valor de sincerarme, en mi soledad me di cuenta que no tenía amigos de verdad más allá de Otabek.

- Se que quizá esto suene demasiado personal, pero creo que Otabek ha dejado de ser mi aliado, fue un gran amigo para mi pero han surgido malos entendidos entre los dos y estamos en un periodo donde para el es mejor hacer de cuenta que no existo - comencé a reír con melancolía di un sorbo a la bebida chocolatada tratando de aflojar aquel nudo en mi garganta.

- No se si decírtelo pero Diana anda levantando rumores entre los amigos en común, ha dicho que Otabek fue el causante de su rompimiento, no es muy especifica pero se ha referido a comentarios malintencionados que hizo sobre ella contigo, incluso ha levantado algo de alboroto con los chicos malos con los que se lleva - la garganta se me secó de golpe - ha hablado de ti también diciendo que le has sido infiel, pero no tiene mucho que Otabek fue a encontrarse con ella fue un gran alboroto, los chicos se pusieron algo agresivos, no se que sucedió pero Otabek pidió que se alejara de ti, está todo bien?, te hizo algo?.

- Otabek me ha defendido?.

- Creo que si, más que defenderte fue un ultimatum, ambos comenzaron a gritarse, los chicos pesados se metieron, terminaron sacando a empujones a Otabek del lugar.

- Cuando pasó eso?.

- Ayer en el bar que siempre frecuentan, los chicos dijeron que si no se calmaba le darían una lección - un escalofrío recorrió mi espalda, no podía ser verdad, el miedo se acomodó en la boca del estómago.

- Qué clase de lección?.

- No lo sé, pero ella se ha encargado de decir que le faltó al respeto y que intentó golpearla, ya sabes como es Diana, es una mujer difícil y pesada no hay mejor persona manipulando a los tontos.

- Pensé que Otabek ya no quería ser alguien cercano a mi, jamás me imaginé que el aun después de todo fuera a defenderme.

- La gente que nos importa y es valiosa para nosotros, nunca deja de estar presente quizá fue un malentendido, búscalo y arreglen las cosas, no pierdes nada con eso - asentí me levanté dejando un billete por la bebida, no aceptaron eso.

- Georgi gracias por tu invitación, espero algún día tener el honor de conocer a tu madre, se un buen hijo y quierela demasiado, no hay amor más puro y leal, que el de una madre siente por su hijo.

- Dalo por hecho, podrías pasarme tu número y hablar de eso más tarde? -  acepté, pronto el cielo comenzó a nublarse, anunciando una lluvia próxima, caminé a casa de Otabek con todo el valor de decir lo siento, pero su madre me negó que estuviera en casa.

Con el orgullo entre las piernas caminé a casa, prendí la televisión mientras Viktor comenzaba a guardar sus cosas en una maleta, volvería a irse a otra ciudad para trabajar.

El me veía cabizbajo y triste, me invitó una pizza y algo de comida tailandesa, ayudaba a cerrar su pesada maleta cuando me dio un abrazo - dale tiempo, solo es un chico con miedo a ser lastimado, creo que comprendo a cierto punto su miedo, dale tiempo de meditar y después aferrate a el como una ventosa, si el aún así te suelta sabrás que lo intentaste con todo tu corazón, quizá la próxima competencia sea adecuada para que tu te aparezcas a apoyarlo, ha estado entrenando demasiado, hace una hora mamá lo vio con su bicicleta y su uniforme deportivo, debe estar muy metido en ganar.

Los truenos y relámpagos comenzaron, por el inicio de una tormenta eléctrica, el sonido de mi celular por recibir un mensaje nos sacó de nuestra conversación, me senté en el sillón para abrir la aplicación de mensajería, el nombre de Georgi apareció en una nueva conversación.

"Yuri arreglaste las cosas con Otabek?, hace un momento lo vi cerca del campo deportivo, estaba discutiendo con los amigos de Diana, y parecía ser serio, el se fue con su bicicleta dejándolos hablando solos, se subieron al auto muy cabreados, Diana está de copiloto, tengo un mal presentimiento de esto"

Un trueno que retumbó en la casa no fue lo único que me hizo saltar, me levante con miedo sintiendo un hueco en mi estómago justo en el momento en el que comenzó a llover, recordé algo muy importante, en aquel sueño el murió con su uniforme deportivo en aquel lago, aquel campo deportivo estaba a 10 minutos de aquel lugar - Viktor... Prende el auto, vamos por Otabek, creo que algo malo va a pasarle.

Ojalá Pudiera VerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora