Era más de media noche, la última película había terminado, sus ojos se cerraban por si solos, se recostó en su cama quedando profundamente dormido, lo entendí de inmediato, era mi oportunidad, lo empujé suavemente acomodandome a su lado, no cabe duda que tengo una extraña fascinación por verlo dormir.
Su tórax subía y bajaba mostrando que estaba totalmente relajado, mis dedos se movieron solos, recorrí el marco de su cara, las pestañas de sus ojos, deteniendome en sus labios, hasta jugar con su manzana de adan, era la primera vez que era más que consciente de mis sentimientos, encontré una fascinación en ello, sentí la boca de mi estómago aún más vacía y el deseo inmenso de acercarme a él para darle un beso.
Sus labios se sentían suaves, cuando sintió el toque de mis dedos se removió un poco, pero no me detuve, lo juré al despertar aquel día, no sería de nuevo el chico que mide sus pasos, acaricié su rostro hasta que era aun más tarde, de pronto sus ojos se abrieron intercambiamos miradas, mi mano sujetaba su mejilla, un ligero rubor apareció en ellas causandome ternura - estoy babeando?, tan profundo me dormi? - asentí, no era momento de decirle aún, que moría por besarlo, se levantó al baño, me causaba gracia la manera en la que masajeaba su abdomen para después volverse a dormir como si nada hubiera pasado, aquel chico que dormía profundamente era lo más valioso de mi vida.
La mañana llegó, caminé a casa, en cuanto dio el medio día, el me acompañaba hablaba de varias de sus series favoritas, mientras estaba atento a cada una de ellas, vi que su celular vibraba con insistencia, el miró el mensaje para contestar rápidamente, se excuso diciendo que tenía algo que hacer.
Diana me llamaba insistente, mientras buscaba una manera de acercarme a Georgi, averigüe lo que pude, era un ser sombrío que al parecer había buscado insistentemente la atención de mi aun novia, dándole regalos caros y gastando más de lo que podía, todo por llamar su atención, suspiré cuando lo vi trabajando a marchas forzadas en una botarga en el campo de diversiones.
El y yo a penas habíamos cruzado palabra alguna vez, pero verlo frente a mi, era lo que me confirmaba, que el sería una de las personas que más me haría daño, al quitarme a Otabek de mi vida.
Una parte de mi quería desaparecerlo, si el dejaba de existir, Otabek no se iría de mi lado, pero si aquello que recuerdo fue real, una señora de avanzada edad tendría el mismo destino, ser abandonada quizá antes de tiempo a su suerte, su destino sería incierto, y si podía ayudar lo haría.
Lo observaba a lo lejos, siempre atento a Diana, siempre atento a sus deseos, y sin pensarlo, lo vi terminar en un hotel de la ciudad con ella, oírla gemir bajo otro chico, no provocó nada más que aquel sentimiento de liberación posible, descubrí que era su manera de mantener interesados a los chicos que gustaban de ella.
Pero aquel encanto no duró demasiado, ella salió diciendo miles de palabras antisonantes, para cerrar la puerta de la habitación con enojo.
La seguí, terminó en un bar en la zona rosa, las letras estaban en tonos neon, chicos del mismo sexo besandose en la entrada, ella llegando saludando a todo el mundo, para sentarse en la barra del bar, acaparó miradas, mientras sacaba su celular para mandarme un mensaje, diciendo que me amaba, me reí al respecto, debía ser un juego.
Georgi llegó a escena de nuevo, tuvieron una acalorada discusión, donde el terminaba con sus ojos irritados quizá a punto de estallar, con sus ojos vidriosos fue al baño del lugar, no tarde demasiado en alcanzarlo - Hola... - le dije, no se había percatado de mi presencia, mojaba su cara con angustia, debía ser un chico que no quería que lo vieran llorar, pero en cuanto nuestras miradas se cruzaron, el palidecio de repente.
- A que has venido?, vienes a reclamarme por meterme con tu novia?, no la obligué a nada, solo hago lo que tu no haces... - el estaba lleno de odio hacia mi, quizá podía adivinar porque.
- Hacer lo que yo no hago?, a que te refieres?, no me digas... Te ha dicho que es una pobre mujer incomprendida?, te ha dicho que la descuido o la engaño?, qué cuento te ha metido para que creas tanto en ella?.
- No es de hombres hablar de una mujer a sus espaldas.
- Tampoco es de un hombre meterse con la novia de alguien más, escucha... Te he visto dejando tu dinero en ella, compras regalos caros, trabajas solo para sus caprichos, pero que has ganado?, estar mordiendote los labios, en el baño de un bar de mala muerte para no llorar?, es mi novia pero... Al igual que tu, tenía una venda en los ojos sobre ella, si piensas que es tan buena, si piensas que es tan inocente, por qué no eres el único en su vida?, se que lo sabes bien, ella cambia de pareja a cada rato, viene a este bar en busca de más atención, estas seguro que confías ciegamente en lo que te dice?.
- Si creo o no, créeme que no debería importarte.
- Claro que me importa, te haces daño, te endeudas por alguien que tiene novio y que claramente no tiene la más mínima intención de quedarse solo contigo, se que debes ser inteligente, no dejes que el amor te haga ciego, estoy seguro de que sabes que juega contigo, el problema es que te dejas.
- Ella me ha dado cariño, incluso cuando nadie ha querido hacerlo.
- Un cariño que te hace más daño...
- Ella es la única que me ama.
- Estas seguro de que no tienes nadie en casa que te ame?, el amor no debe ser solo de pareja, el amor de familia, el amor de amigos, incluso el amor de una madre, todo es amor, por qué deberías sufrir por ella?, cuando estoy seguro que debe haber alguien que te quiera de verdad.
- Hablas como todo un estafador, te sobran las palabras.
- Si algún día quieres averiguar, si ella te miente búscame.
- Averiguarlo... Cómo puedo hacerlo?.
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Ojalá Pudiera Verte
FanfictionYuri Plisetsky busca desesperado a su gran amigo, lo último que recuerda, es ver su espalda alejarse de él, a veces la vida te cambia en un solo instante, a veces te das cuenta de lo más importante, cuando es demasiado tarde, podrá tener otra oportu...