01

874 42 0
                                    


17 de octubre de 1978

Duele...

Los parpados me pesan, me palpita la
parte trasera de la cabeza y siento una
punzada en la costilla derecha. Cuando conseguí abrir los ojos vi un foco de luz enfrente mio, y a cinco personas detrás de él.

-Despertó -dijo uno de los chicos que
estaba ahí; apagó el foco, se acercó a mi y me puso su mano en mi frente-. Lily dale aviso a madame pomfrey, lizzie ya despertó.

Enfoqué mi vista en el chico arrodillado
frente a mi, una chica pelirroja del fondo se movió y salió de la habitación sin decir nada..

Estaba en una habitación rodeada de personas que me parecían conocidas y ellas parecían conocerme lo suficiente como para tener la confianza de discutir ante mi, apenas y pude abrir bien los ojos era tanto el dolor que me limitaba hacer algunas cosas como el mantenerme por mi misma.

─ Lizzie cariño, ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes?.─ dirigió hacía mi la mujer que se encontraba a mi lado.

No pude responder.

Todos me miraron en silencio esperando una respuesta la cual nunca di.

─ Tranquila lizzie, trata de respirar con calma todo está bien ¿Si?.─ El mismo chico de antes hablo siendo el único personaje masculino en decir una palabra más desde mi despertar.

─ ¿Dónde estoy?.─ Pregunté con algo de dificultad.

─ Estás en la enfermería, lo que pasa es que tuviste un pequeño accidente.─ Respondió minimizando el "pequeño".

─ ¡¿Accidente?!.

─ Por "pequeño" querrás decir "grande" no James?.─ La chica junto a mi hablo casi fusilando al chico con la mirada.

Si sabía quiénes eran, pero no recordaba ni como ni cuando llegue aquí. Solo lo intente por diversión y ahora estaba en ese entonces, estaba muy sorprendida planee esto por meses y al fin lo había logrado no sabía ni como reaccionar ni sobrellevar mi emoción.

─ Madame pomfrey ya está aquí.─ Entro diciendo Lily, la peliroja que había salido antes.

─ Denme un poco de espacio por favor.- Dijo la anciana tomando su lugar junto a mi.─ Dime querida ¿Cómo te sientes?.

─ Me duele la cabeza.─ Respondí.

─ Oh claro, es normal tuviste una leve contusión cerebral, nada que unos días de cuidado y descanso no arreglen.- Menciono dirigiendome una agradable sonrisa.─ ¿Algo más que quieras agregar?.

─ Es "normal" que no recuerde nada aparte de hoy.

Pude notar como su expresión y la de todos cambio al escuchar lo que dije.

─ No es normal una perdida de memoria en estos casos, ¿estás completamente segura que no recuerdas nada?.

─ Completamente segura.

─ Mmn que raro, necesitaré que te quedes aquí unos días y así estar al pendiente de todas tus actitudes y comportamientos ¿Ok?.─Termino diciendo a lo que asentí con la cabeza.

Divine violenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora