Divine violence

05

Capitulo 05
all this couldn't be weirder

La clase de transformaciónes era aburrida y la noche anterior no había dormido tanto como debería.

Mi mejilla estaba recargada sobre
mi puño, y yo contaba las ovejas que
aparecían en mis sueños y apostaba que babeaba pero aunque estuviese dormida pude sentir una enorme presencia justo al lado de mi.

─ Elizabeth.─ Escuche como por
milésima vez.

─ ¿Mmhm?─ Respondí algo adormilada.

─ La señorita mcgonagall me pidió que te despertara y te dijera que te espera en su oficina.─ Dijo.

No había más nadie en el aula, dando a
entender que había acabado la clase así
que me desperté un poco y comencé a guardar mis cosas ignorando por completo a la persona frente a mi.

─ ¿Como puedes quedarte dormida en clases? Acaso no dormiste bien anoche?.─ Insistió.

─ No es de tu incumbencia regulus, no tienes a quien más molestar o solo a mi?.─ Pregunté con algo de arrogancia.

─ uh pensé que el arrogante aquí era yo y no tu.─ Rio.

Ignore su comentario y salí totalmente apurada hacía la oficina de la señorita mcgonagall.

..

Entre a su oficina con los nervios al tope, que abría hecho yo de malo como para que ella tuviera que "citarme".

─ Elizabeth..tenemos que hablar.─ Dijo apenas vio que pase la puerta de madera.

─ Si diga profesora, ¿ocurrió algo malo?─ Pregunté a lo que ella hizo una seña para que tomara asiento.

─ No querida nada de eso, Dumbledore te mando a decir que estará fuera unos días del castillo y pidió que por favor no provocaras ningún problema...─Empezo diciendo.─ Y para estar seguros ahora estaré yo a cargo de ti mientras que el vuelve.

─ ¿Cua? ¿Cuando he causado problemas yo aquí?.─ Dije a lo que ella alzo una ceja.

─ Es solo para la seguridad de todos y tuya también.

─ Ni que fuera asesina serial o q.─ Susurré.

─ Aún no estamos seguros de eso, puede que si puede que no, es solo cuestión de seguridad ya te dije no cuestiones las medidas preventivas de tu abuelo.─ Exclamó mientras se paseo de un lado a otro en toda la habitación.

─ También me pidió que te diera esto.─ Dejo en el escritorio una especie de cofre viejo y polvoso.

─ ¿Para mi? Y yo para que querría eso.

─ Tal vez quiere que lo tengas ya que en el pasado eso le pertenecia a tu madre.

Lo tome de inmediato, le di las gracias y salí de la habitación.

¿Mi madre? Tal vez podría sacarle provecho a cualquier información que encuentre a acerca de ella y descubrir la razon de su misteriosa desaparición, estos son eventos que no suceden todos los días.

...

─ ¿Entonces que es eso feo y viejo que aún no te dignas a abrir?.─ Pregunto Marlene para luego llevar un trozo de su galleta a la boca.

Estaba sentada en el gran comedor (específicamente la mesa de Griffindor)  tratando de tomar el valor suficiente para al fin abrir el cofre no digno de un verdadero Griffindor (ya se sabe porque quedé en Ravenclaw y no en Griffindor).

─ No seas ignorante Marlene, esa cosa "vieja y fea" como le dices era de su madre.─ La regaña Lily.

Un ohhh sale de su boca.

─ Ok ya, seré valiente y lo abriré.─ Me harté de mis pensamientos y decidí abrirla mientras las chicas me animaban, lo cual termino no siendo muy sencillo el cofre tenía un hechizo que al parecer solo los Dumbledore sabían de memoria.

─ Carajo.─ Dije en voz alta, justo cuando a todo el mundo le dió por hacer silencio.

─ Ese lenguaje pequeña dumbledore.─ Se escucho una voz a lo lejos, el único que me llamaba de esa manera era regulus.

Lo mire con recelo y volví al tema del cofre.

─ ¿Como diablos abriré esto si no me acuerdo ni lo que comí ayer?, Mami porque tenías que hacer esto tan complicado.─ Hice un puchero y caí rendida a la mesa.

─ ¿Tu mamá era una de las más grandes brujas del mundo mágico y piensas que iba a hacer fácil?.─ Reitero Lily.

La verdad si, para ser hija de la más grande bruja Ailyn Dumbledore era muy poco racional.

─ ¿Y ahora?.─ Pregunto Marlene a lo que me encogi de hombros aún con la cabeza recostada en la mesa.

─ Creo que en la biblioteca hay un libro acerca de ese hechizo, si tal vez mañana me acompañas podríamos buscarlo.─ Menciono Lily mientras me tocaba delicadamente la cabeza organizando mi cabello.

─ ¡SIII GRACIAS LILY!.─ Me levanté lo más rápido que pude.

─ De nada, pero baja un poco la voz todos los miran raro..─ Era cierto todos nos miraban como; wtf a estas locas que les pasa. Y al fondo pude ver cómo regulus se reía descaradamente de mi.

─ Que onda desde cuándo acá tanta locura, adivinen quién ganó la apuesta más grande de la historia de hogwarts.─ Llegó alardeando Sirius.

─ Déjame adivinar, tu.─ Dijo Marlene.

─ Así es mi quería marci.

─ Ya te dije que no me digas así.

─ cierto, que tal mi Lizzie lizzie.

─ Sirius, ¿como te va?.─ Pregunté.

─ Bien y a ti?... ¿Te pico algo? ¿Estás bien? ¿Tienes fiebre?.─ Tocó mi frente reiteradamente.

Me saque sus manos de encima.

─ A pue ahora no puedo ser amable.

─ Si, eso pensé pero tú nunca eres amable conmigo algo haz de querer.─ Entre cerro los ojos.

─ Solo quiero una pequeña cosa.─ Dije tratando de minimizar el "pequeña".─ No te vas a tardar mucho.

─ ¿Y cuando dije que si iba a hacerlo? Tan convencida.

─ Ambos seremos beneficiados.─ Alce ambas cejas varias veces.

─ Ok, ¿que quieres? No presto, no vendo y no regalo.

─ Dile a lupin que necesito hablar con el.

─ ¿Y porque no lo haces tú?.

─ Porque quiero hacer drama.

─ ¿Y en qué se supone que me beneficiare?.

─ bueno tú ya no te aguantaras a un remus de mal humor y lo haré yo.

─ Por favor elizabeth hazlo, ya no aguanto a ese hombre siempre está enojado y estresado.─ Dijo James soltando un suspiro.

─ ¿Pero que se supone que harás tú para cambiar eso?.─ Pregunto Sirius.

─ Le pediré una cita y ahí veremos qué pasa.

─ ¿De forma romántica o como amigos?.─ James Pregunto.

─ Tal vez la primera opción.

─ ¿Que estás sugiriendo?.─ entre cerro los ojos nuevamente pero con una gran sonrisa en su rostro.

─ Ay ya Sirius di si lo harás o no.─ Se harto Lily.

─ Ok lo hare, pero más vale que si cambie algo.─ Me señaló.

Definitivamente algo cambiará, quería saber de el y estar con el. No fue fácil llegar a esa conclusión y aunque ya habíamos discutido acerca de eso tanto a él como a mí se nos era imposible no acatar dicha "regla" que el mismo había propuesto.

─ Esperemos.─ Suspiré.