Divine violence

07

Capitulo 07
the owner of my fantasies

Su sonrisa, su voz, sus ojos, su aroma, todo de el hacían que cayera rendida a sus pies.

Estaba tan cerca de mi que podía escuchar como su corazón latía apresuradamente y su respiración agitada robaba cada suspiro que de mi salía.

Ninguno de los dos se atrevió a decir algo más, solo estábamos en silencio uno junto al otro, no un silencio del tipo incómodo si no uno más bien acogedor.

Deje caer mi cabeza en su hombro y mi mano derecha en su muslo, el no reaccionó.

Al contrario de mi, estaba nerviosa.

─ Trate de convencerme a mí mismo, de que no te necesitaba, de que estarías mejor sin mi. Pero creeme cuando te digo que es difícil ser feliz sin ver tu sonrisa o pasar tiempo contigo, te extrañe todo el tiempo ─ Dijo ─ Siento la forma en la que terminaron las cosas entre tú y yo, fue tan inmaduro y te merecías una explicación, fui un cobarde elizabeth. Al tratar de huir de un problema en el que yo también estaba involucrado, al tratar de huir de ti.

No emití ninguna palabra, me quedé quieta en silencio tratando de escuchar todo lo que el tenía por decir.

─ Olvidarte nunca fue fácil.

─ ¿Y lo lograste? ─ Le pregunte.

─ Tu qué crees ─ Respondió ─ Eres inolvidable mi amor.

Sonreí.

─ A veces pensaba en ti a altas horas de la noche, asimilando el hecho de que nunca habia amado a nadie más de la forma en la que te amo a ti, y realmente no creo que alguna otra vez lo haga.

─ Nunca digas "nunca" ─ Sonrió levemente.

─ Lo único que me mantenía en marcha era ese sentimiento de volverte a ver nuevamente al siguiente día, pero tú nunca me veias y eso me decepcionaba.

─ Nunca estabas ahí.

─ Si lo estaba.

─ No claro que no, te buscaba y deberás lo hacía, lucía como una loca buscándote en todo el jodido salón.

Nuevamente guardo silencio.

Su rostro estaba a tan solo centímetros del mío, tan cerca que podría acercarme un poco y besarlo.. solo hasta que el lo hizo primero.

Envolví mis brazos alrededor de sus hombros y presione aún más sus labios contra los míos.

Con ese beso queria borrar todas las dudas que tenía, mostrarle a él lo que realmente sentía mi corazón. Inmediatamente me quedo claro que el quería esto tanto como yo.

Luego de unos segundos, se alejo, sonrió y tomo una de mis manos apretandola suavemente.

Esa noche me dormí con una enorme sonrisa en el rostro recordando la calidez de sus labios en los míos.

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Al día siguiente, me levanté del mejor humor posible, no hasta que alguien me interrumpió en plena meditación diaria.