El día amaneció, con el sol filtrándose a través de las ventanas y llenando la habitación con un brillo matutino. Abrí los ojos lenta y perezosamente, sintiendo el calor de los rayos del sol en mi piel y la sensación de relajación aún en mi cuerpo. Me incorporé cuidadosamente, estirándome y dejando escapar un pequeño bostezo
Al incorporarme, noté que mi cuerpo aún estaba ligeramente adolorido, un recordatorio del encuentro de la noche anterior. Me levanté lentamente de la cama, sintiendo un leve resquicio de cansancio en mis piernas. Me acerqué a la ventana y la abrí ligeramente, dejando que el aire fresco llenara la habitación.
Mientras la brisa fresca me acariciaba, me acerqué al pequeño tocador y miré hacia mi reflejo en el espejo. Pude notara y ver ligeros moretones que se habían formado en mi cuello y hombros.
Lo maldeci internamente.
Sabiendo que las clases estaban a punto de comenzar, me apresuré a prepararme. Después de un rápido baño, reuní mis cosas y me arreglé ligeramente en el tocador, tratando de esconder los moretones que había en mi cuello y hombros con la ropa adecuada.
Una vez que me sentí presentable, salí al pasillo y comencé a caminar hacia el salón de clases. A medida que caminaba, intentaba reunir mi atención hacia las clases y actividades del día.
Sentí cómo un pequeño escalofrío recorre mi cuerpo al recordar el encuentro íntimo con Remus, especialmente al saber que la primera clase del día se llevaría a cabo en esa misma habitación. Tenía la sensación de que aunque había intentado esconder los moretones, aún podían verse ligeramente, y la posibilidad de ser descubierta por alguien era inquietante.
Intentando disipar mis nervios y asegurarme de que nadie notara los moretones, respiré hondo y luego entré al salón de clases. Me senté en mi lugar habitual, tratando de parecer lo más normal posible y enfocarme en la clase que estaba a punto de comenzar.
Regulus tomó el asiento junto a mi.
─Creí haberte dicho que no te quería cerca de mi otra vez─Le dije.
Regulus me miró con una sonrisa ligeramente desafiante y dijo:
─Y yo decidí ignorar tu petición.
Él cruzó sus brazos sobre su pecho mientras seguía hablando con una sonrisa relajada
─Además, tú no dictas mis movimientos.
Fruncí el ceño ligeramente irritada por su respuesta.
─No, no lo hago, pero tampoco tengo que aguantarte si no quiero─ dije, con un tono ligeramente cortante.
Pero justo cuando iba a levantarme para buscar otro asiento, Remus entró en el salón de clases. Su presencia hizo que mi corazón diera un salto y sentí cómo mi estómago se apretaba un poco. Él se sentó en su lugar acostumbrado, sus ojos empezaron a buscarme unos momentos antes de moverse hacia Regulus quien estaba a mi lado.
Regulus se rio ligeramente ante mi expresión irritada y me observó mientras cruzaba el salón hacia donde estaba mi novio. Al llegar a su lado, me senté y él me rodeó con un brazo alrededor de mis hombros.
Su brazo alrededor de mis hombros se sentía reconfortante y protector mientras mi novio me atraía ligeramente más cerca de él. Agradecí su presencia, especialmente con el incómodo encuentro con Regulus recién sucedido. Él me miró ligeramente y luego se inclinó hacia mí susurrando en mi oído.
─¿Todo está bien?.
Asentí ligeramente en respuesta a su pregunta.
─Estoy bien─ dije suavemente, con una sonrisa forzada.
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Divine violence
Fanfiction𝘌𝘹𝘱𝘦𝘳𝘪𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢 𝘦𝘯 𝘮𝘪 𝘳𝘦𝘢𝘭𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘥𝘦𝘴𝘦𝘢𝘥𝘢: the marauders was *Nota: La siguiente historia está inspirada en el mundo mágico de Harry Potter ( Marauders) Así como también la mayoría de los personajes. Cabe aclarar que las fecha...