18 |

1K 128 14
                                    

1.189 Palabras.

Lan Wangji |

Amar fue como un verano en pleno invierno

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Amar fue como un verano en pleno invierno. Un disfraz que se burlaba de su temporada y eso lo hizo sentir tan desdichado a medida que pasaba el tiempo.

Había transcurrido casi un año desde que Lan Wangji había sido castigado por su secta. Y hace sólo unas semanas pudo ponerse de pie sin la ayuda de terceros. Estuvo agradecido por ese avance, ya que depender de otros para necesidades tan básicas era algo tan vergonzoso que con el único que era capaz de sentirse un poco más cómodo era con su hermano.

La tarde traería una tormenta que bañaría las ríos en su sequía y eso hizo que se refugiara en su propio desierto como parte de otro castigo. 

Odiaba la idea de seguir sintiéndose vivo.

A-Yuan dormía en su cama compartida, abrigó un poco más al niño y rozó su mejilla con una de sus manos para luego quedarse mirando su muñeca izquierda en dónde la cinta roja de su Zhiji descansaba sin el peso real que le identificaría.

No supo de dónde provino, no pudo obtener una respuesta a eso y quería por cualquier medio posible el poder encontrarla.

Respirar se hacia cada vez más difícil, su alma lloraba la muerte del hombre que amaba.

Lloraba a su Wei Ying.

Lloraba a una sonrisa borrada por el mundo que lo odiaba.

Lloraba por perder lo que nunca pudo obtener.

Lloraba por no quedarse con él cuándo pudo hacerlo.

Lloraba por no cumplir su promesa.

Lloraba por su marido, por no decirle la verdad.

Se sintió culpable por no ser honesto con sus palabras, por no confesarle algo tan importante como el matrimonio que habían tenido. Creyó que por eso no pudo hablar con honestidad con su esposo. Por atarlo a un compromiso sin voluntad de elección y porque temía por su reacción. 

Se preguntó si Wei Ying le perdonaría, quería que fuera así o terminaría en la locura de no solo haberlo perdido para siempre, sino en un perdón que se afirmaba tanto a su espíritu que no lo dejaba ir en paz.

Fue con cuidado hasta su Guqin y dejó que Inquiry siguiera las coordenadas de su corazón en una pregunta al más allá. Intentó llamarlo otra vez, como ese día en su castigo. Sabía que no era un sueño, su Wei Ying fue real, su alma estuvo ahí.

Lo sintió, lo creyó y lo buscó.

Su espalda, sus dedos y su todo estaban agotados por el esfuerzo que puso por horas en su ruego. Pero no obtuvo nada.

Por un momento creyó ver a A-Yuan acercarse a él en un silencio compartido. Pero algo en el niño se veía diferente, su mirada era sabia en la edad en una cúspide de diez centenarios, como si un alma vieja tomara sus manos en lo que lo conecto a la fuerza a Empathy.

Lan Family Book |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora