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Lamento la espera! He aumentado los turnos en el hospital y ha sido mucho el trabajo estas semanas. Además en mi primera cuenta estoy tratando de termina mi historia principal.

Muchas gracias por la espera y la paciencia, en especial con aquellos que aún siguen esta historia. 🩷

2.295 Palabras.

Hace mil años

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Hace mil años

Lan Yuan. Su nombre era fue un golpe ante el carácter conocido.

Lan Lian no tenía idea que expresión puso porque el niño dejó de hablar y le preguntó si todo estaba bien. Preocupado por si la herida en su pierna le estuviera molestando o cualquier otra inquietud. Bajó del asiento para ir otra vez por un vaso con agua.

—Toma, Gege. Te sentirás mejor, mi Baba siempre me dice lo mismo cuándo me raspo las rodillas al jugar...

Y así se fue en la descripción de otra historia con uno de sus amigos. El entusiasmo en su hablar era poco característico de un Lan, pero no había dudas de su origen. Sus ojos lo delataban, la forma de su nariz y el cabello lacio que le llegaba a los hombros.

Era el siguiente en la línea de sucesión después de él en caso de no tener un heredero como propio.

Ese niño debería estar muerto según las pruebas que su clan reunió.

Tenía tantas preguntas que quería hacer, pero no se sintió correcto. Tendría que hablar con el hombre que lo salvó y exigir porque este niño lo llamaba Baba cuándo claramente no lo era.

El hombre en cuestión entró solo unos minutos después y por su expresión supo que algo se tenía que discutir. El hombre cambió su semblante a uno más amable al momento de mirar a Lan Yuan y pedirle que fuera a la casa de su Guma hasta que pudiera revisar las heridas de Gege. Una persuasión que funcionó después de prometer que le enseñaría un poco más de cultivo si iba con ella.

Cuando la puerta se cerró solo quedaron ellos dos. Lan Lian reconocía su desventaja en caso de que una lucha se llevara a cabo, su espada estaba apoyada al otro lado y aunque pudiera llamarla no sería tan rápido con su núcleo trabajando a la velocidad actual para curar su pierna.

—Joven maestro, —Lan Lian optó por un camino más diplomático, si quería una respuesta tendría que ganarla de algún modo. Era momento para poner en práctica las enseñanzas que tan fiel se adherian a su apellido. — Le agradezco por la ayuda recibida ayer, seguí el rastro después de que unas personas en el pueblo me explicaron los sucesos. Fue imprudente de mi parte ir por mi cuenta al bosque...

Lan Family Book |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora