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2.275 Palabras.

Lan Xichen se levantó de la cama al comprender el peso de un matrimonio del que nadie estaba informado

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Lan Xichen se levantó de la cama al comprender el peso de un matrimonio del que nadie estaba informado. Se sintió incorrecto estar recostado con el esposo de su hermano.

—Odio esto—. Lo escuchó justo antes de dar vuelta la pantalla de privacidad para poder cambiar su ropa.

Se preguntó que era lo que odiaba específicamente Wei Wuxian.

—No sé que pensar—. Confesó cuando Lan Xichen se dirigió a la mesa de centro para preparar un poco de té. —Estuvimos casados, sin siquiera saberlo. Después Lan Zhan quedó viudo, vuelvo a la vida mágicamente y ahora el viudo parece que soy yo—. Había un tono sarcástico y doloroso en la manera de explicarlo, pero Lan Xichen no pasó por alto el rastro de sus lágrimas.

—Si es hasta que la muerte nos separe no sé en qué condición nos deja esta situación—. Siguió hablando entre una risa forzada y se dio cuenta de que era mejor intervenir.

—No sé porque mi hermano no te dijo la verdad, una parte de mi quiere creer que solo se sintió avergonzado por hacerte esto—. Dejó la taza vacía en sus manos y miró en su dirección para entender mejor la situación en la que se encontraban.—Wangji te amaba, pero al principio debió ser muy confuso para él, no saber lo que significaba sentirse así por ti.

—Eso no lo justifica—. Respondió con molestia y le dio la espalda al darse vuelta en las sábanas.

Consideró eso de su hermano, realmente no justificaba la acción pero si la vida de Wei Wuxian estuviera en peligro por el ataque a los acordes tal vez fue una decisión correcta.

—¿Qué es lo que realmente te molesta de esto?—. Trató de ponerse en su lugar; ¿Que haría si se enterara muchos años después de que siempre estuvo casado? Llegó a la conclusión de que eso dependiendo mucho de la situación y de la persona.

—No lo sé—. respondió luego de unos minutos sin mirarle aún. —No quiero seguir pensando en eso, seguiré durmiendo.

Lan Xichen tenía mucho que pensar y creyó que era una mejor idea no seguir hablando del tema así que no insistió.

—Te dejaré descansar—. Al no recibir respuesta se puso de pie y terminó de arreglarse para empezar su día.

Antes de salir se quedó mirando el pedestal en dónde descansaban Shouye y Bichen. Se preguntó por Suibian y su paradero en Lanling, para luego mirar a su dueño en cuestión. Wei Wuxian se había vuelto a dormir pero las mantas no le cubrían lo suficiente, dio un suspiró afligido y se acercó para acomodar mejor su ropa de cama. El clima era frío y creyó pertinente arreglar esa falta de lo que sea siga siendo justificable.

La mañana lo esperaba con la primera reunión con los ancianos para discutir diversos asuntos que requerían su presencia. Encontró a su hijo en los pasillos y le pidió que le llevara el desayuno al maestro Tang. Se preguntó si realmente comería, ya que aprendió en ese corto período de tiempo que su invitado no tocaba los alimentos cuándo las emociones lo abrumadan.

Lan Family Book |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora