Wei Wuxian vuelve a la vida después de dieciséis años. Su aspecto físico sigue siendo el mismo que tenía antes de caer al abismo en la batalla de Ciudad sin Noche.
Se encuentra en un lugar frío en los Recesos de las Nubes. Confundido y desorientado...
¡Lamento la espera! Me pasaron muchas cosas y la más angustiosa de todas es que estuve a punto perder esta cuenta. Robaron mi teléfono justo un día antes de navidad y no recordaba el correo con el que creé y estuve dos semanas tratando de hacer memoria hasta que pude ingresar. Luego viajé fuera del país y volví hace poco, estoy arreglando en estos momentos está historia y otra que tengo en mi primera cuenta. Te agradezco la espera y a los que siguen leyendo.
Nota. Este capítulo es uno de los que eliminé pero lo edité y agregué otras partes.
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Estar en el prado junto a los conejos siempre fue un gran respiro para Wei Wuxian, más aún ahora después de tanto que procesar y extrañar. Los recuerdos de la semana anterior hicieron que la carga que llevaba fuera un bálsamo a sus heridas.
A-Yuan era un Wen, un Wei y un Lan.
Sabía que la historia no estaba completa, había una conversación pendiente con el hombre que tomó a su hijo como propio. Porque Wei Wuxian tenía claridad en que si en su vida anterior hubiera sido distinta hubiera adoptado con su apellido al chico que ahora es heredero del clan Lan.
A-Yuan le explicó que no conocía la situación exacta en la que terminó siendo adoptado por el líder del clan, pero si descubrió con el tiempo que su tío Wangji fue el rico-gege que los visitó en los Túmulos funerarios. Que habían otros rostros y personas que fueron importantes para él, pero que por desgracia esos recuerdos vinieron solo hace unos pocos años atrás.
'Te reconocí cuándo padre te llamó por tu nombre'. Le había dicho A-Yuan, y Wei Wuxian junto a él llegaron a la conclusión de que ZeWu-jun lo hizo con una intención.
Ambos llegaron al acuerdo en común de hablar de esto antes de que las conferencias llegarán. Eso significaba que solo tenían dos días para que eso pasara y no tenía claro como abordar bien el tema. Pero necesitaba saber como A-Yuan fue que llegó a sus manos.
Se preguntó que diría Wen Qing si la tuviera frente suyo. Ella siempre vió a través de él y miró su corazón como una hermana y una amiga en la que siempre pudo confiar, incluso cuándo pensaba que ella solo era mala con él al momento de presentarle sus agujas en esos días sombríos en dónde el resentimiento lo llenaba de oscuridad y las pesadillas no le dejaban descansar. La extrañaba, porque tenía la esperanza de que ella sabría que hacer con todo esto que estaba viviendo.
Suspiró derrotado con la intención de tomar uno de los conejitos para que lo consolaran, pero estos no se sentían a gusto con él así que cada intento por acariciarlos falló rotundamente.
La noche anterior le había pedido a Lan Xichen que se vieran en el prado cuando el sol estuviera en un punto más bajo. La decisión de aquel lugar más que nada se debió a la privacidad y la sensación de quietud, no tenía claro porque este lugar le hacía sentir tan tranquilo, una parte de él creía que todo tenía que ver con su esposo.