Wei Wuxian vuelve a la vida después de dieciséis años. Su aspecto físico sigue siendo el mismo que tenía antes de caer al abismo en la batalla de Ciudad sin Noche.
Se encuentra en un lugar frío en los Recesos de las Nubes. Confundido y desorientado...
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Wei Wuxian encuentra a Lan Sizhui camino a los comedores después de su conversación con Lan Qiren. La cuál le ha generado más de una pregunta y en el especial a lo que respecta a Lan Zhan.
Hay días en los que cree que todo esto es una maldita pesadilla, que en algún momento la muerte le recordará que aún lo tiene de la mano y que nada de esto fue real.
—¿Maestro Tang? — Se le olvida que ese ahora es su nombre y por eso se metió en problemas en la biblioteca. Lo odia.
—Pequeño Lan.— no sabe que le provoca ser así con el hijo de ZeWu-jun. Le gusta su compañía y eso le hace recordar la conversación pendiente que tienen.— Tú y yo debemos hablar. — no espera una respuesta y se aventura a las colinas un poco más apartadas. Cuándo llegan a un claro que esta ausente de otros Lan's se derrumba en un árbol hasta que escucha el movimiento a su lado para darse cuenta que me siguieron.
—Quiere saber sobre el cultivo demoníaco que estoy usando.
Wei Wuxian acepta la confirmación con un taraeo. Necesita saber como este chico pudo manejar la energía resentida en la villa Mo. Esta seguro que si el clan se entera de que él heredero al liderazgo de los Lan práctica tales artes será condenado a una muerte tal vez incluso peor a la que vivió él. No puede permitirlo.
—¿Puedo contarle una historia antes?
Ante eso Wei Wuxian frunce un poco el ceño, pero le alienta a hablar. Tiene ganas de sacarse la máscara, así que lo hace. Lan Sizhui ya lo ha visto sin ella y el viejo Lan también. Hoy se siente particularmente harto de varias cosas, solo espera que ZeWu-jun no lo encuentre teniendo esta conversación con su hijo.
Lan Sizhui le cuenta que no recuerda mucho el momento en que llegó a los recesos de las nubes pero que la persona con la que estuvo viviendo en su primer año fue con su tío Lan Wangji.
—Él estuvo en reclusión y sanando su heridas. Al principio sólo podía ir a verle una vez a la semana, pero luego recuerdo haber estado con él todos los días hasta que él se fue.
Wei Wuxian recuerda la conversación que tuvo con ZeWu-jun. El látigo de la disciplina que rompió su piel y también como parte del mismo castigo cayó en el líder del clan. siente muy tentado a traer una onda de cadáveres feroces por toda montaña.
—¿Se fue? — por un momento casi deja escapar esas palabras que se oyeron de parte de Lan Sizhui.
—Eso dicen.
Wei Wuxian está casi a dos pasos de quemar por completo el clan de su esposo. Como es posible que todo el mundo con quién a hablado de Lan Zhan no tenga una respuesta clara a que sucedió con él. Pero ve la expresión del chico y cree ver una teoría floreciendo en mente.
—Tú no crees que eso sea verdad. — Wei Wuxian le está confirmando esas palabras, quiero ser claro en que no es una pregunta.
