Alaska
Ya estaba por cumplir veinticinco y yo seguía hundiéndome en la miseria, teniendo que soportar el ver mi rostro en carteles promocionando salsa y mis pies en el comercial que aun daba vueltas por televisión.
Debido a que solo había conseguido participar en un comercial más como un simple extra (lo que me había dado una mísera cantidad de dinero), estaba decidida a usar mi tiempo en algo más productivo que pasarme en la casa.
A diferencia de mi madre, yo no servía para ser una ama de casa, menos de una casa de tres pisos con habitaciones tan grandes. Por eso, prefería que Misty y la otra chica siguieran haciéndose cargo de la limpieza.
Ya estaba harta de sentirme tan inútil, por lo que ese día, luego de que los chicos salieran a la universidad, decidí ir a correr por el parque más cercano y así intentar despejar mi mente.
Cuando me sentí cansada, me senté en una banca y tomé del agua de mi botella, mirando a lo lejos un cartel que promocionaba una obra de teatro.
Al ver eso solté una risa. Aún recordaba la obra de teatro que había escrito en la universidad cuando estaba aprendiendo dramaturgia.
En eso, una idea llegó a mi cabeza.
Quizás, la actuación no era lo único en lo que podía invertir mi tiempo. Escribir un guion me había encantado años atrás y, aunque quizás nunca fuera a ser representado, escribir uno impediría que terminara perdiendo la cordura por tener tanto tiempo libre.
—¡Sí! —exclamé, levantándome de la banca con emoción.
Una persona que paseaba a su perro me quedó mirando con algo de temor, incluso se alejó al otro extremo del camino.
Yo me sonrojé un poco por la vergüenza, pero luego decidí volver a casa para comenzar con mi cometido.
[...]
Cuando desperté en la mañana me di cuenta de que Ashton no estaba a mi lado. Estaba sola en la cama, ni siquiera Gohan o Twinkle parecían estar por ahí.
Me senté en la cama y pegué un bostezo.
Era un sábado en la mañana, por lo que me sorprendía que Ashton estuviera despierto.
Yo solía ser quien se levantaba primero todos los días, incluso los que ellos iban a la universidad temprano, pues me gustaba mantener un buen horario de sueño para mi buena salud mental y física. Si no estaba sana en todo ámbito, no podría desempeñar bien mi trabajo.
Decidí levantarme para ir al baño y luego bajé al segundo piso para ver si Gohan estaba en su cuarto.
Toqué la puerta, pero no se abrió, por lo que decidí abrirla yo asomar mi cabeza por entremedio, dándome cuenta de que estaba vacía.
Al cerrar la puerta nuevamente, oí voces que provenían del primer piso, entre ellas, una femenina.
Al principio, pensé que había otra chica en nuestra casa, una que yo no conocía, pero entonces se rio.
—Ana —susurré con emoción.
Bajé las escaleras al primer piso corriendo y cuando entré a la cocina, me lancé a abrazar a Ana con fuerza.
—¡Feliz cumpleaños, amiga! —me dijo Ana.
Ella ya me había felicitado por mensaje a las doce y cinco minutos de la madrugada, pero suponía que era para despistar.
—¿Por qué no me dijiste que venias? —pregunté al separarme de ella.
—Era sorpresa —respondió con una sonrisa—. Me conseguí el número de Ashton con Laura y nos pusimos de acuerdo.
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Nosotros contra Los Ángeles [LA #2]
De TodoLuego de que Alaska pase por una desafortunada situación con el poderoso productor de cine Mike Williams, se verá enfrentada a distintos problemas laborales y teme que su carrera de actuación se hunda para siempre. Nuevamente, Gohan y Ashton están d...