Nosotros contra Los Ángeles [LA #2]

Capítulo 47: Alaska, Ashton y Gohan; juntos en Los Ángeles (Final)

Alaska

Se sentía bien volver a hacer audiciones después de más de un año solo actuando en comerciales y participando en las decisiones de la película para la que había sido guionista.

Aunque amaba todo del cine: la fotografía, el vestuario, el maquillaje, absolutamente todo; actuar era lo mío.

Ser actriz me hacía sentir como si pudiera tener la vida que yo quisiera. Podía ser tantas versiones de mí con otras profesiones, otro estilo y otras aventuras... era maravilloso.

Había empezado a audicionar unas semanas atrás a todos los papeles de películas que me interesaban, fueran secundarios o principales y con el solo saber que esa vez me considerarían en serio, sentía un hormigueo en el estómago.

Cuando llegué a casa, esta estaba vacía. Los chicos debían estar trabajando, por lo que subí al tercer piso y cuando entré al dormitorio, me encontré con que Twinkle estaba metiendo una pata a la pecera de Ashton para sacar un pez.

—¡Hey! —lo reprendí.

Gohan le había regalado cinco peces nuevos después de que uno llamado Oliver (ni siquiera sabía que tenían nombre) falleciera.

El pobre pez dorado ya tenía más de nueve años, había superado su expectativa de vida y había estado con Ashton todo ese tiempo, aunque dudaba que él siquiera supiera donde estaba. Era un pez, su vida se reducía a comer, nadar y hacer sus necesidades.

Estaba segura de que Ashton había llorado más con la muerte de Oliver que con lo que alguna vez lloraría en el funeral de uno de sus hermanos o padres; pero lo entendía. El día que Twinkle se fuera de mi lado, sería uno de los días más tristes de mi vida.

Claramente, yo no veía donde estaba el punto de darle cinco peces si solo había perdido uno y tenía cuatro más, pero Gohan había insistido en que los peces se sentirían más felices si tenían una familia numerosa.

Yo no captaba cuando los peces se veían felices o tristes, pero decidí no decir nada.

Por su puesto, a Twinkle le había llamado mucho la atención que hubiera tantos peces de colores y había agarrado esa manía de jugar a perseguirlos.

—Si tu papá Ash te ve en eso, no te va a permitir entrar más.

Dejé a Twinkle en la cama y en el momento que me senté a su lado para descansar mis pies, mi celular comenzó a sonar.

Era un número desconocido, por lo que contesté y pregunté:

—¿Aló?

—¿Hablo con Alaska White?

—Sí, con ella.

—Hola, soy la directora de casting de la película "Amor a primer accidente". Te llamo para informarte que has quedado seleccionada para el papel de Christal.

Intenté aguantar mi emoción.

—Muchas gracias...

—Te enviaremos a tu correo el horario para la firma de contrato.

—Perfecto. Muchas gracias.

—Que tengas un buen día.

—Igualmente.

Cuando corté la llamada, pegué un grito que hizo saltar a Twinkle.

—¡Un papel principal! ¡Seré la actriz principal!

Tomé a Twinkle para darle un abrazo, aunque él no parecía muy a gusto con la muestra de afecto después de que lo asustara.

—¡Mi primer papel principal!

De pronto, la puerta se abrió y los chicos entraron con clara curiosidad.

—Hola... ¿qué pasa? —preguntó Ashton.

—¡Seré la protagonista en la nueva película de Universal Pictures!

Ambos me miraron atónitos unos segundos y entonces corrieron a abrazarme.

—¡Nuevamente serás actriz de Hollywood! —gritaron ambos.

—¡Seré actriz de Hollywood!

Que bien se sentía poder volver a pronunciar esas palabras después de tanto tiempo.

[...]

Gohan y Ashton estaban corriendo por el cine cubriendo sus rostros con los embaces de palomitas, como si realmente alguien fuera a reconocerlos.

Yo iba corriendo detrás de ellos, riendo.

—¡Espérenme! ¡La risa me debilita!

—¡Entonces no te rías!

¿Cómo podía no hacerlo? Ambos se veían como desquiciados con los lentes de sol y las palomitas en la cara mientras corrían para alcanzar a llegar a la función, llamando la atención más de lo que lo hubiera hecho sin los lentes y el cubrirse el rostro.

Logré alcanzarlos en el segundo piso del cine y entonces Ashton mostró su celular con las entradas para que pudiéramos entrar a la sala que nos tocaba.

Nosotros ya habíamos visto la película, por supuesto, pero los chicos habían dicho que era necesario verla en la preventa nuevamente para hacer la experiencia más emocionante.

Los tres nos sentamos en los tres puestos de al medio de la última fila, yo quedando en medio.

Los tres teníamos la respiración acelerada por lo que habíamos corrido y también por la euforia del momento.

Cuando los comerciales terminaron y la película comenzó, sentí unas lágrimas acumularse en mis ojos.

Alguna vez hubiera dado todo lo que tenía para ganar un Oscar, pero en ese momento, todo lo que quería en mi vida era estar ahí, con mis chicos.

Tomé las manos de ambos y las apreté. Ellos y su amor valían más que mil Oscars.

—Esa sería mi aventura llamada "Alaska va a Los Ángeles". No el estado, yo, una chica llamada Alaska —dijo la voz en off de la actriz que me interpretaba.

No me importaba todo lo que me deparara el destino en el futuro, ese momento sería uno de los más perfectos de mi vida.

Con eso terminaba mi aventura llamada "Alaska va a Los Ángeles" y comenzaba una nueva aventura a la que, sin duda, titularía: "Alaska, Ashton y Gohan; juntos en Los Ángeles".

Fin.

¡Holis!

No saben lo mucho que me duele el corazón al terminar esta historia, en especial porque es la última en la que Alaska será protagonista. Recuerden que estoy trabajando en una precuela de Ashton y Gohan, por lo que aún nos queda para disfrutarlos.

Debo admitir que se siente raro seguir sin Alie, principalmente porque ella fue el primer personaje que cree de la saga, obviamente.

Espero que hayan disfrutado está secuela y que el final los haya dejado satisfechos, aunque si Alie logrará convertirse en una estrella de Hollywood... eso es algo que preferí dejar a la imaginación de cada uno.

Espero que un tiempo no tan extenso esté publicando la precuela.

Tengan un lindo día. ¡Besitos!