Capítulo 43: Liberar Estrés

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Odiaba ver que Williams pareciera tan seguro en el estrado cuando solo estaba mintiendo.

—La policía tomó estos videos en una misión encubierto organizada con la señorita Sánchez a causa de sospechas de una actitud criminal de parte del acusado —dijo Marco luego de presentar los videos al jurado y la jueza.

Williams estaba en el estrado y en ese momento Marco comenzaría con las preguntas.

—Señor Williams, ¿lo que hizo con la señorita Sánchez fue lo mismo que hizo con la señorita White?

—No.

—¿Niega haber chantajeado a la señorita White?

—Sí.

—¿Y por qué la señorita White ha sido ignorada por toda la industria cinematográfica después de reunirse con usted?

—Porque no es tan buena actriz como piensa.

—¿O por qué usted ha amenazado a todos sus contactos para bloquear sus oportunidades?

—Objeción.

—A lugar —dijo la jueza—. Por favor, abogado, tenga cuidado.

Marco asintió y siguió:

—¿Ha chantajeado antes a alguna actriz además de la señorita Sánchez?

—Ella sabía a lo que había ido a mi departamento —argumentó Williams—. Yo le dije que pasaría después de la audición y ella aceptó.

—No parecía saberlo en las grabaciones —dijo Marco—. Usted citó a la señorita Sánchez a una audición de trabajo y nada más.

—Ahí no hay una pregunta, señoría —se quejó el abogado defensor.

—Abogado Johnson, por favor, vaya al punto.

—¿Dice que la señorita Sánchez tenía conocimiento de sus intenciones con ella?

—Así es.

—¿También la señorita White?

—No hice nada con ella. Ella fue la que se insinuó.

—Y a las otras actrices jóvenes con las que ha trabajado, ¿las ha chantajeado para que tengan una cita o relaciones sexuales con usted?

—Jamás.

Marco se quedó un momento sosteniéndole la mirada.

—No más preguntas.

No importaba lo que Marco preguntara, el tipo tenia una respuesta para todo.

La jueza decidió dar un receso y una vez afuera de la corte, los chicos y yo nos encontramos con Marco.

—Si el jurado es coherente, no le creerán. Es obvio que Sofía no sabía de sus intenciones y tal como se propasó con ella, es muy probable que se haya propasado con otras —supuso.

—Espero que así sea...

Ninguno de los tres se sintió muy convencido con las palabras de Marco, probablemente porque sabíamos que Williams era capaz de torcer toda la situación.

[...]

Había terminado de grabar la primera escena de la película de André, en la que había debido quitarme una camiseta, dejando mis pechos al aire y luego cambiarme de ropa frente a la cámara, mientras hablaba con la actriz principal de sus experiencias sexuales con el protagonista.

Mis escenas no eran complicadas, eran diálogos simples de una película simple sin un argumento complejo que requeriría de una reflexión de parte de la audiencia.

Nosotros contra Los Ángeles [LA #2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora