Ashton
Por fin era viernes y aunque ya había terminado con la universidad, me había ofrecido para ir a buscar a Alaska al set donde grabaría el nuevo comercial para el que la habían contratado.
Por más que había preguntado, Alaska no me había querido decir que producto sería el que promocionaría y no imaginaba la razón, ¿qué podía ser peor que promocionar una salsa de tomate vestida de una salsa de tomate?
Estacioné mi motocicleta frente al edificio correspondiente y en menos de tres minutos, me encontré con Alaska.
Mi novia no tenía cara de estar contenta, tampoco triste... más bien parecía avergonzada de algo.
Cuando llegó junto a mí, me incliné para darle un pequeño beso y le entregué un casco.
—¿Cómo te fue, amor?
Alie vaciló.
—Bien, sí —terminó por decir, mientras se ponía el casco.
Rápidamente se subió detrás de mí y se afirmó de mi cintura con fuerza.
Yo me acomodé el casco nuevamente y bajé la pantalla para ponerme en marcha.
El viaje no fue muy largo y, cuando llegamos a casa, noté algo diferente.
Estacioné la moto afuera de la cochera y me saqué el casco, igual que Alaska.
—¿Qué demonios pasa aquí? —preguntó Alaska.
Yo reconocí de inmediato las clásicas fiestas que Gohan era capaz de sacar de la nada y miré a Alaska con una sonrisa nerviosa.
—¿Es producto de tu imaginación?
Alaska frunció el ceño.
—Reconozco una fiesta cuando la veo —dijo—. Es solo que Gohan no avisó nada.
Yo estaba acostumbrado a encontrarme de la nada con una fiesta en mi hogar, pero desde que Alaska vivía con nosotros, era la primera vez que Gohan hacia algo así sin avisar o preguntar antes.
Antes de que yo pudiera decir algo, Alaska comenzó a caminar hacia la casa para entrar por la puerta abierta.
Una vez adentro, los invitados comenzaron a saludarme. La mayoría me conocían, pues éramos compañeros de carrera o de la universidad.
Debido a los saludos, perdí la pista de Alie por un momento, hasta que la volví a encontrar mirando una escena particular.
Gohan estaba haciendo la invertida sobre la isla de la cocina, afirmado por dos tipos de cada pierda, a la vez que alguien le sostenía una pipa pegada a la boca para que él fumara.
—¿Está fumando de cabeza? —pregunté.
—Si crees que esto es loco es porque no lo has visto fumando en patines mientras está amarrado con una cuerda a una motocicleta en movimiento —dije.
Alaska me miró con una ceja enarcada.
—Déjame adivinar, ¿la moto era tuya y tú la conducías?
—En mi defensa, estaba sobrio. Te dije que no volví a conducir ebrio después de destruir el patio de la vecina.
—Me lo imagino, ustedes no tienen que estar drogados o borrachos para hacer estupideces —hubo un silencio de unos segundos—. Bueno, ya que es viernes y no tengo trabajo, fumar o beber algo no sería tan malo.
Yo le di una sonrisa complacida.
—Te apoyo.
[...]
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Nosotros contra Los Ángeles [LA #2]
AcakLuego de que Alaska pase por una desafortunada situación con el poderoso productor de cine Mike Williams, se verá enfrentada a distintos problemas laborales y teme que su carrera de actuación se hunda para siempre. Nuevamente, Gohan y Ashton están d...