𝐃𝐲𝐬𝐩𝐡𝐨𝐫𝐢𝐚 - 𝐇𝐲𝐮𝐧𝐢𝐧/𝐉𝐞𝐨𝐧𝐠𝐡𝐲𝐮𝐧 [4]

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Hace unos días… Se cumplieron once años desde que papá falleció. Hoy, la noche se siente tan fría y solitaria que confunde tanto a mi ser, ya no sé que sentir, no sé que pensar, no sé que decir…

A veces deseo tanto tenerlo aquí… Pero suena tan egoísta de mi parte, ¿No es así? Quererlo aquí… Sentirlo consolarme y decirme que todo estará bien, que es un mal sueño y que mañana será un mejor día. Suena tan tonto, ¿Verdad? El frío de la noche recorre mi cuerpo, el cantar de los grillos y el sonido de la ventisca cuando choca con las hojas de los árboles. Y se siente tan agobiante. No puedo desear tener a alguien conmigo sólo para que sufra por mi culpa…

Es sofocante pasar tiempo conmigo mismo, a veces no me soporto, ni siquiera sé por qué aún me lamento y no trato de salir adelante… Como la vez anterior, en la que claramente, fallé. No soporto la idea de que con el pasar del tiempo me hago más inútil y miedoso, pero, ¿Miedo? ¿Por qué? Tenía buenas calificaciones, no perfectas pero bastante decentes, tenía a Sunghoon como amigo, nadie me molestaba en la escuela, era todo normal y relativamente todo iba bien, entonces… ¿Por qué?

¿Qué era lo que estaba mal conmigo? Oh, bueno, sí… Era un cobarde

¿Por qué no podría enfrentarme a mis problemas de manera normal? Simplemente, sin motivo, a veces sólo me sentía inútil… Tan incompetente que era asfixiante. No, no como una crisis, sino como otra noche más, en la que el sentir que me torturaba cada vez que tenía la oportunidad aparecía, simplemente era yo. Yo que me dejé ser abusado por mi propia mente, era yo era mi propio enemigo, y eso me jodía.
De nuevo observaba el techo del hospital sin pensar en mucho pero a la vez en todo, suena tonto, ¿Cierto? Pero a veces, no podía evitarlo. No iba a mentir, extrañaba a Papá, extrañaba jugar fútbol con él, ir al parque a jugar, alimentar a pequeños animales sin hogar y llevarlos al veterinario para que pudiesen adoptarlos, ayudar a personas sin hogar siempre que teníamos la disposición, todo con balance, pero para mi era lo más amable que podía hacer un ser humano. ¿Por qué los Ángeles siempre desaparecen?

De mi vista se fue el más brillante que pude haber conocido, y simplemente me quedé solo, queriendo hacer un sinfín de cosas en vida, arruinadas por mi destino, o tal vez eso sólo fue mi culpa. Claro, pude haberme esforzado más pero… ¿Hubiese válido la pena? ¿Cómo hubiese sido si mi voluntad hubiese sido inquebrantable? Tal vez… Sería mucho más feliz, pero yo mismo me dejé morir, me dejé convencer por el apego emocional y totalmente dañino entre mi madre y yo. A veces me arrepentía, de no hacer algo por mi, de considerarme un caso perdido, de darme por vencido tan fácil. Quería viajar, conocer el mundo… Irme tan lejos y volar libre como un ave. Pero era tan pequeño y miedoso que a veces me frustraba, aun así, no podía cambiar lo que sucedió, y aquí estaba, tratando de conciliar el sueño. De pie, nuevamente fuera de la cama, observando por la ventana lo que podía apreciar del cielo. La luna era hermosa.

¿Cómo era que su brillo siempre parecía tan precioso?

Como el sol, no dejaba de brillar, ambos no perdían su brillo pese a ser un mal día o uno increíble. El sol me recuerda a Hyunjin.
Ahg, ese estúpido, era extraño, ¿Cómo hizo para sobrevivir tanto tiempo sin irse a la mierda? Aunque realmente no podía juzgar a la persona que para mi lamento, me salvó la vida, pero… ¿En serio lo lamentaba? A veces no parecía ser así, antes de Hyunjin, todo era muy… Solitario.
Estaba rodeado de personas que conocía, yo los sentía como extraños. Tenía un amigo… A veces lo desconocía. Las personas me tomaban por alguien inteligente, pero yo me consideraba la persona más idiota del universo.

¿Por qué había tenido que terminar de esa manera?

Suponía que lo único nuevo y extraño para mi era alguien tan lleno de vida como lo era mi estúpido amigo, que pese a cargar con mil infiernos en sus hombros tenía un corazón de oro. A veces me alegraba el corazón el aura amable y brillante de ese gato apestoso. Y yo sólo miraba hacía la ventana sin saber qué hacer…