O 7

122 12 29
                                    


— Tendrá que esperar aquí. Yo misma saldré a buscarle cuando tengamos alguna noticia, le mantendremos informado, ¿Joven...?

— Hwang Hyunjin.

— ¿Dice que no conoce al chico?

— Así es.

Observó como como la enfermera de la recepción terminaba de anotar algunas cosas mientras que el castaño no quitaba su vista del lugar por donde habían llevado al chico que había encontrado en aquel baño.

— Está bien, no se preocupe, ¿Esperará aquí?

Por más que Hyunjin no quisiera aceptarlo, estaba preocupado por aquel desconocido, sin saber realmente lo que lo había llevado a aquello, sin embargo sentía su cuerpo cansado.

— Al menos hasta que sepa que está bien. — Respondió Hyunjin soltando un suspiro mientras observaba a la mujer entrecerrar sus ojos y mirarle fijamente.

— ¿Te han dicho que las drogas son malas, muchacho?

Ahí fue cuando sintió su cuerpo congelarse  haciendo una mueca, sólo se dignó a voltear a ver a la enfermera que rodaba los ojos y le miraba con desconfianza.

— ¿Te parece algo conveniente venir a un hospital en estado de ebriedad y bajo los efectos de las drogas?

— ¿Me ve cara de haber tenido otra opción?

Un suspiro irritado por parte de la mujer se escapó de sus labios  mientras terminaban de cuestionarle, Hyunjin sólo quería irse de ahí lo más pronto posible, no tuvo por mucha cuenta que aquello sucedería pero si algo parecido.

— ¿Recuerdas al menos quiénes te la dieron?

— No realmente, estaba ebrio el día que sucedió, no recuerdo nada.  

Y así fue como lo dejó ir, por su parte, el castaño sólo se dignó a caminar hacia aquellos asientos del frío hospital. Por más extraño que sonara, Hyunjin amaba ese aroma, más no los motivos por el cual estaba en él. Aun se preguntaba si el chico tenía familia, pero decidió no cuestionarse aquello.

Se sentó en aquella silla pegada a la pared, hacían ya unos cinco minutos desde que llegó. Su mirada bajó hacia su pecho, y manos, con rastros de la sangre del chico y algo de agua, la ropa que llevaba no era la más adecuada para haber venido a un hospital, pero no se culpaba demás. Sólo se dignó a esperar, sintiendo sus ojos arder y su cuerpo permanecer tenso pese a ya haber llegado y haber dejado la vida del peliblanco en manos de profesionales.

Si Hyunjin era sincero, el ambiente de ese tipo de lugares no le agradaba. Aun podía ver a algunas pocas personas pasar por los fríos y nada agradables pasillos del hospital, en ese lapso de tiempo pudo ver a una familia llorar la muerte de lo que parecía ser su familiar. Eso sólo empeoró la situación emocional y psicológica del pelicastaño. Quien frotó sus ojos con frustración y sorbió su nariz temiendo a un posible resfriado. Sacó su celular y pudo ver un par de llamadas perdidas de Changbin y otras cinco de Chris. Y así se dispuso a responder.

No tardó menos de diez segundos y Chris contestó.

— ¿Hyunjin? ¿Dónde estás?

— En el hospital, creo que Changbin te lo dijo, ¿No?

Un pequeño silencio de prolongó durante la llamada mientras el más joven se apoyaba en la pared tras su espalda y el chico tras la línea soltaba un pequeño quejido con molestia.

— ¿No te lo dijo, cierto?

— ¡Dijo que habías tenido un accidente! Realmente estaba preocupado pero después me lo negó, es un imbécil.

𝐃𝐲𝐬𝐩𝐡𝐨𝐫𝐢𝐚 - 𝐇𝐲𝐮𝐧𝐢𝐧/𝐉𝐞𝐨𝐧𝐠𝐡𝐲𝐮𝐧 [4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora